Bueno, siguiendo con mis rutas de viajes, os hablaré de otra de las zonas de Portugal maravillosas que he tenido el gusto de visitar: el Parque Natural de la Sierra de la Estrella.
La ruta que nosotros hicimos fue llegando a Salamanca desde Sevilla, aunque se puede hacer por el interior de Portugal también. Manteigas, que fue nuestro punto de inicio, se encuentra a unos 250 Km de Salamanca. Hay que salir por la N- 620 hasta la frontera y seguir en dirección a Guarda, donde se enlaza con la carretera hacia Covilha. A 30 Km de esta localidad se encuentra Manteigas.
Contenido de la Guía
El parque natural de Serra da Estrela
Se encuentra en una zona de elevaciones montañosas de la Serra de Estrela que son, sin duda, un auténtico símbolo de Portugal. Por un lado esta sierra ostenta la máxima altitud del país, con 1993 metros (sin duda Portugal no es tan montañoso como España).
Junto a estas cifras os encontraréis en la comarca con restos arqueológicos de gran valor y con siglos de historia, infinidad de lagos de origen glaciar, bellas cascadas, pistas de esquí, variadas rutas senderistas (para mi amigo Canal69) y las mejores ascensiones de Portugal.
Parece tener cuando la observas un carácter mítico, pese al intenso y excesivo para mi gusto impacto turístico, aunque en ese sentido, con la declaración de Parque Natural se ha visto más o menos contenido. Este parque fue creado hacia el 1976, año en el que yo también nací.
Dentro del espacio protegido, nos encontramos con un pueblecito llamado Manteigas, considerada la capital de esta sierra. Tiene una oficina de turismo muy completa desde es ideal comenzar una ruta bien a pie, o bien en coche (para los vaguetes como yo), para descubrir los hermosísimos lugares de interés que tiene.
De Manteigas destacaré las casas típicas con su balcón de madera, aunque sin duda la amabilidad de la gente es un punto muy destacable. Aún así, los alrededores sí que son mágicos.
Partiendo nuestra ruta hacia el sur, debéis seguir (vamos si queréis) hacia la derecha dirección al pico Torre para así adentrarse en el valle del Zézere, salvando el río por el puente de San Gabriel. Tiene esta zona un pasado glaciar digno de ser visto, olido, y sentido.
Antes, a la izquierda hay una estrecha pista asfaltada de apenas seis kilómetros que nos lleva hasta la cascada del Pozo del infierno, que es un maravilloso salto de agua, aunque su acceso es un poco complicado, por lo angosto y la cantidad de rocas que nos encontramos a su paso(recomendable llevar buen calzado que agarre)
El glaciar de Zezere
El relieve de esta zona es totalmente heterogéneo, convirtiéndose en uno de los valles más extensos de Europa. Nos encontramos con un río que desciende precipitadamente salvando la multitud de rocas que se extiende a su paso. También existe gran cantidad de pastizales por la zona.
En primavera cuando fuimos, el agua crea hermosas cascadas en cada minúsculo arroyo antes de llegar a la fuente de Paulo Luis Martins. Después cogimos la desviación a Covilha, famosa por su trabajo con la lana, y Penhas de Saúde, que es un importante centro vacacional en la falda oriental.
Continuando hacia el pico Torre, la carretera serpentea (llevad bolsitas por si acaso), bordeando la Nave de San Antonio, con un llamativo bolo granítico un poco más bajo. Si miramos hacia arriba, los picos de Cántaro Magro y Cántaro Gordo son quizás las cumbres más bellas de este espacio.
Más adelante, el paisaje se amansa en dirección a la humilde cumbre del pico Torre. Esta cima, la más alta de Portugal, sorprende por su relieve casi llano, en el que se ubica una pequeña estación de esquí, muy visitada en invierno, aunque yo me quedé con las ganas, ya que fuimos en Abril.
El paisaje
De camino de regreso a la carretera principal y en dirección a Seila, se pasa al lado del lago más extenso de la sierra, el Lago Comprida, que se utiliza principalmente para abastecer de electricidad a la zona. En sus orillas, hay una pequeña tienda pero maravillosa a la vez, donde abastecernos de productos serranos propios del Parque Natural.
Tras la laguna, la carretera corre hacia el fondo del valle del río Alva hasta Seia, población de la sierra donde os recomiendo que no os perdáis el museo del Pan y el Museo del Juguete. También podemos conseguir aquí el famoso queso de la sierra, el más afamado quizás de toda Portugal. Un poco más abajo, destacable también el dolmen De Piedra de Orca.
Desde Seia hay que dirigirse a San Román para visitar, a los pies del río alva, Nuestra Señora del Destierro, un frondoso enclave donde se levantan nueve capillas, destacando la que le da su nombre.
A una de esas ermitas se accede por un camino señalizado como Cabeza de Velha, porque, antes de llegar al templo, se ve la impresionante roca así llamada. Esta roca recuerda sorprendentemente a la cara de una anciana. Carretera arriba se encuentra su compañero, semejante al perfil de un viejecito.
Para terminar con la ruta, si no estáis muy cansados, os recomiendo que paséis por la carretera que une Seia con Alvoco de la sierra. Por aquí abundan paisajes de pizarra, como son los casos de Valezim y Lóriga, dos hermosos pueblos de la zona.
Por los valles se precipita el agua que es aprovechada por peculiares molinos. Son terrenos muy productivos, frecuentados por pastores transhumantes, cuyos rebaños están guardados por los caís da serra, una especie de perro pastor adaptado a las inclemencias de este rudo paraje.
Dónde comer y dormir
Estuvimos un fin de semana y paramos en dos hoteles distintos. Uno situado en Manteigas, la Pausada de San Lorenzo, que está construida en piedra tipo hotel de montaña, siendo su ubicación ideal para iniciar desde ahí cualquier ruta hacia la sierra.
El otro hotel se encuentra en Covilha, bueno, más o menos a 5 km del pueblo, y es un hotel de montaña con unas vistas espectaculares.
Para comer recomiendo que comáis en el pueblo de Seia, en el restaurante Camelo, con un ambiente muy rústico y cocina regional. Los quesos son exquisitos y el menú costaba 25€
¿A qué esperáis para visitar esta maravilla?
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