Creo que ya os he contado que el verano pasado estuve de vacaciones en el Norte de Portugal. Tengo la costumbre de que cada vez que llego a un destino, me paso por la Oficina de Turismo más cercana y aparte de informarme de todo lo que puede ser interesante en ese sitio y en los alrededores, recojo toda clase de folletos, y suelo analizarlos muy bien para ir planificando rutas.
Pues bien, en la oficina de turismo de Esposende, lugar en el que me alojaba, me comentaron que podría ser interesante la visita a un pueblo del llamado valle do Minho.
Fue el último día de mis vacaciones cuando, de paso, y folleto en mano, decidí visitarlo y os puedo anticipar que me pareció un lugar precioso…
Contenido de la Guía
Ubicación
Ponte de Lima pertenece al distrito de Viana do Castelo, en la comarca del Alto Minho.
Tiene el título de “villa” y es la más antigua de Portugal.
Según la organización territorial de Portugal, el país de divide en distritos, que son 18 y a ellos se añaden Madeira y Azores como regiones autónomas. Los distritos se dividen en municipios o villas, pues bien, Ponte de Lima es uno de ellos.
Nos encontramos en la zona Norte de Portugal, casi en la frontera con España y cercano a Galicia. El municipio es atravesado por el río Lima que le da nombre.
Un poco de historia
Debido a su situación estratégica, en la Edad Media, se concibió como una ciudad rodeada de murallas, con diez torres, de las que se conservan dos. A esta estructura defensiva, se podía acceder por seis puertas.
Durante el s. XVIII se produce la expansión de la ciudad lo que trae como consecuencia la destrucción de la muralla y el esplendor trajo consigo la construcción de edificios nobles y religiosos, que fueron configurando una ciudad monumental
Analizando el nombre de esta villa portuguesa:
- Ponte: El puente da nombre a la villa. Tiene quince arcos y más de trescientos metros. Se trata de un puente medieval construido sobre uno romano que en buena medida me recuerda al de mi querida Córdoba. De hecho, Ponte de lima está situado en una vía romana que iba de Braga a Astorga.
- Do Lima: El río Lima atraviesa la ciudad y le da nombre también. En Galicia lo conocen como rio Limia.
Existe la leyenda, de que cuando los romanos en su Cruzada por España, entonces Iberia, llegaron a este río (llamado Lethes), no querían pasar ya que creían que era el “río del Olvido”, y que si pasaban borrarían de su memoria todos sus recuerdos.
Para demostrar lo contrario, el comandante romano al mando, lo cruzó y a continuación comenzó a nombrar uno a uno a cada soldado romano para que lo cruzaran y demostrando así que no había perdido la memoria.
Como recuerdo de esta leyenda, en la entrada del pueblo y junto a una gran explanada que sirve de aparcamiento junto al río, se erige una colorida escultura de soldados romanos que podéis ver también en las fotos que adjunto.
Qué ver en Ponte Do Lima
La villa medieval, su centro histórico, donde encontramos innumerables monumentos, paços, plazas, fuentes, museos y calles empedradas, todo ello aderezado con una gran cantidad de bares y restaurantes.
Así habría que destacar:
- el Puente
- El Paço del Marqués
- Monumentos, como el del Cardenal Saraiva o las estatuas de la reina Mª Teresa y su hijo Afonso
- La Iglesia Matriz, la iglesia de la Misericordia….
- Un parque temático, el Jardín do Arnado, al otro lado del puente.
- Torre de São Paulo, Torre da Cadeia
- Museo dos Terceiros
Gastronomía
El pueblo cuenta con numerosos restaurantes y la verdad es que todos tienen una pinta excelente.
Las especialidades de la zona son el buñuelo de bacalhau (bacalao), el polvo a la brasa (pulpo). Y el arroz Sarrabullo (creo que es con carne de cerdo). Es obligado también probar el Vinho Verde, ya que nos encontramos en la comarca de la que procede.
Mi recorrido por Ponte Do Lima
Mi llegada a esta villa medieval tiene lugar un caluroso día de agosto, así que en principio, entre las altas temperaturas y que estaba en plena operación retorno, no me apetecía mucho hacer turismo. Sin embargo, al llegar me di cuenta que no podía perder la oportunidad que se me estaba brindando de conocer esta bonita localidad.
Tras aparcar en la explanada que antes os mencioné en la que se encuentra las escultura de los romanos, me doy cuenta que la brisa del río nos iba a suavizar un poco el ambiente y hacer nuestra visita más agradable.
Hacemos unas cuantas fotos a los romanos y desde este punto ya se admira la grandiosidad de Ponte de Lima, su arquitectura y el buen estado de conservación de la misma. Se aprecia también desde aquí, el verde paisaje de las montañas que rodean el pueblo.
El puente, te invita a entrar en ese pueblo de pequeñas callejuelas. Cruzo el puente. Como dije antes, aunque me lo recomendaron en la oficina de turismo, no es un destino turístico propiamente dicho, por ello, y como suele pasar, conserva su encanto.
A pesar de ello, ese día estaba bastante concurrido, supongo que sería por una feria en las proximidades del Río, de artesanía y gastronomía. Luego me entero de que es un mercado tradicional que se realiza un día a la semana desde el SXII.
Destacan las artesanías en madera y mimbre y por supuesto los manteles bordados portugueses. Compro una bandeja de madera y cerámica.
Se oye música, una banda popular interpretas melodías tradicionales y hay un gran trajín de gente que viene y va.
Llego a un paseo peatonal, muy concurrido sobre el que se alza el torreón, entre plazas , jardines bares y restaurantes.
En este paseo hay un par de esculturas en las que todo el mundo quiere hacerse fotos, una reciente, del 2008, representa a un toro, otra a un grupo escultórico folclórico.
El torreón es la Torre da Cadeia que antes formaba parte de la muralla. En la actualidad acoge en su planta baja la oficina de turismo de la localidad.
Sigo callejeando y llego a el Largo Camoes, que parece que es el centro de la ciudad, hay una pequeña plaza en la que encuentro una fuente que me recuerda mucho a la que ví en Viana do Castelo, se trata del chafariz, hay un ambiente muy agradable con terrazas llenas de gente.
Llegamos a la Iglesia Matriz, los niños tiene calor y les compro un helado, yo observo la fachada…un imponente rosetón. Se ve que ha sufrido ampliaciones por la mezcla de estilos, románico, gótico… Entro y es una delicia ya que la antigüedad del edificio propicia una bajada de temperatura. Un precioso techo de artesonado de madera le sirve de cielo y en los laterales dos bonitos retablos.
Cerca, encuentro el otro Torreón que queda, el de São Paulo, decorado por el típico azulejo portugués azul. Representa una leyenda .Según esta Alfonso I y unos acompañantes, estando de cacería, se percataron de una gran polvareda creyendo que venía el enemigo a caballo. Se dirigieron allí y se llevaron la sorpresa de que en realidad era un rebaño de cabras. “Cabras são, senhor”, parece que dijo alguien .Y de ahí procedería el nombre de la población en la que se encontraban , Cabração , muy cercana a Ponte de Lima.
Los niños tienen calor y están cansados, y tenemos que continuar nuestra ruta hasta Valença do Minho, así y muy a mi pesar regresamos al coche.
Me quedó por visitar el Palacio del Marqués, un precioso edificio de piedra del s. XV y Jardín do Arnado, un parque temático configurado como jardín botánico que dicen que es espectacular Tampoco pude quedarme a comer y probar su deliciosa gastronomía.
Es por otra parte también un destino para el turismo rural, así el Espacio Protegido de las Lagoas de Bertiandos e São Pedro, se encuentra a tan sólo 4 Km. También es parte del Camino de Santiago y lugar de paso de numerosos peregrinos.
Me faltó mucho por ver, creo que tendré que volver a esta zona tan pintoresca y a la vez tan desconocida.
Os recomiendo si vais a Portugal que probéis a conocer otras zonas y no ir siempre a el Algarve o a la costa de Lisboa…No os arrepentiréis.
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