Comenzamos la semana recordando un viaje reciente a Oporto, que como ya sabéis muchos es la segunda ciudad en importancia de Portugal.
Las estaciones de tren suelen ser unos lugares magníficos, en muchas localidades ocupan un lugar destacado entre las principales atracciones de las ciudades, sobre todo las que se efectuaron a finales del siglo XIX y principios del XX.
La Estación de Sao Bento es la principal estación de la ciudad portuense y además de su importancia como eje de la comunicación ferroviaria también destaca su maravilloso aspecto, tanto interior como exterior que detallaré más adelante.
Esta estación es el inicio de las líneas regionales de tren que salen hacia los alrededores de Oporto. Estas cuatro líneas son las que se dirigen a Guimaraes, Aveiro, Braga y Penafiel. Sin duda hay varias excursiones más que aconsejables si vais a pasar varios días en Oporto.
Por lo que vi se trata de una estación que cumple bien con su cometido, con trenes puntuales y sin grandes aglomeraciones de gente.
La estación fue remodelada recientemente, lo que hace que podamos disfrutar aun más de su belleza.
Contenido de la Guía
Un poco de historia
Para conocer un poco la historia de este edificio nos tenemos que remontar a los inicios del último cuarto del siglo XIX, cuando la principal estación ferroviaria de la ciudad de Oporto era Campanha, pero su alto volumen de transacciones y su relativa lejanía con el centro de la ciudad hicieron plantear la construcción de una nueva terminal en el centro de Oporto.
Se eligió para erigir esta nueva estación los terrenos que ocupaba un antiguo convento benedictino, víctima de un incendio un siglo atrás y cuya reconstrucción presentaba varios problemas técnicos que hicieron que se decidiera echarla abajo.
La Estación de Sao Bento estaba operativa desde 1896, en sus inicios tan solo tenía un pequeño edificio provisional junto a las vías, pero en 1900 ya se puso la primera piedra para la construcción del nuevo edificio que acogería a los viajeros.
Las obras se prolongaron hasta 1916 y fueron obra del arquitecto Marques da Silva.
Se modificaron varias veces los diseños originales, ya que en un principio se pensó que el edificio debía acoger también la sede de Correos y Telégrafos, aunque tras muchas variaciones finalmente se decidió que debido a la previsible expansión demográfica de la ciudad y al consecuente aumento de trenes el edificio debía de ser utilizado íntegramente por la compañía ferroviaria.
Cómo llegar a la estación de San Bento
La estación de Sao Bento se encuentra en pleno centro de la ciudad de Oporto, lo cual hace que sea fácilmente accesible para los habitantes y sobre todo los visitantes de la ciudad.
- TREN: todos los trenes de la región que tienen como origen o destino la ciudad de Oporto tienen su inicio o terminación en la estación de Sao Bento.
- METRO: la línea D cuenta con la parada de Sao Bento, justo enfrente de esta estación. Esta línea continúa su recorrido hacia Vila Nova de Gaia, teniendo que atravesar para ello el mítico Puente de Don Luis I.
- AUTOBUS: diferentes autobuses paran en la vecina Plaza de la Libertad, que es el centro de la actividad de la ciudad. Todos los autobuses turísticos paran también en esta plaza.
- TAXI: ir en taxi puede ser complicado, ya que en los alrededores suele haber bastante tráfico, a veces caótico. En la puerta principal de la estación tenemos una parada de taxi.
Su aspecto exterior
El aspecto exterior de la estación es imponente. Se trata de un edificio de estilo beaux arts francés de inicios del siglo XX.
Los dos extremos laterales se encuentran rematados por sendas torres con relojes y que cuentan con tejado de pizarra, de nuevo muy al estilo francés.
Se encuentra distribuida en dos alturas diferentes. La más baja cuenta con las puertas de acceso a la estación, mientras que sobre ésta aparece un segundo nivel con arcos de medio punto.
Sin duda un edificio que no deja indiferente, transmite una imagen de robustez y elegancia. Pero pese a su bella imagen exterior, quizá lo que más llame la atención no está en su fachada, sino en su interior.
Su aspecto interior
Algo había leído sobre ellos, pero no con mucho detenimiento. Y cuando entré en la estación no pude evitar disfrutar de ellos.
Veinte mil azulejos obra de Jorge Colaços decoran el vestíbulo de la estación y en ellos se representan momentos muy representativos de la historia de Portugal como la toma de Ceuta, la entrada de Joao I en Oporto o los torneos de Arcos de Valdevez.
Sin duda no os los podéis perder, aunque no vayáis a tomar un tren es obligatorio entrar en esta estación a disfrutarla.
Junto a estos maravillosos azulejos encontramos pantallas indicadoras de las llegadas y salidas y una oficina de venta de billetes. Además hay varias máquinas de venta automática.
Una sencilla pero elegante estructura de hierro cubre los andenes de la estación.
En el interior del edificio nos encontramos todo lo que se puede esperar de la principal estación de una ciudad importante como Oporto: cafeterías, pequeñas tiendas de recuerdos y de comida, baños, consigna y una sala de espera, muy limpia.
Los alrededores de la Estación de San Bento
La magnífica ubicación de la estación hace que estemos a tiro de piedra de varias de las principales atracciones de la parte alta de la ciudad.
Se puede considerar que la estación está en uno de los extremos de la Plaza de la Libertad, que es uno de los extremos de la Avenida de los Aliados y donde podremos disfrutar de la estatua ecuestre de Pedro IV y diversos edificios de estilo ecléctico que merecen una visita.
En esta misma dirección y a menos de cinco minutos encontramos la Iglesia y la Torre de los Clérigos, que por cierto este año ha cumplido 250 años y que es el principal símbolo de Oporto.
Saliendo de la estación encontramos otros dos magníficos monumentos de la ciudad: por un lado la Catedral de Oporto, un templo cuya construcción se inició en el siglo XII.
Y junto a la catedral podemos acceder a la parte alta del Puente Don Luis I, el puente con mayor reputación de la ciudad y que bien merece una amplia opinión aparte.
Y a todo ello hay que añadir las maravillosas vistas que se tienen de toda la zona baja y de Vila Nova de Gaia, con sus innumerables bodegas.
Por tanto, en los mismos alrededores de la estación podremos disfrutar de buena parte del patrimonio de la zona alta de la ciudad.
Conclusiones
Con esto termina este recorrido breve pero intenso por esta bella estación.
Se trata de una estación que merece la pena visitar.
Por un lado está el punto de vista de la utilidad, ya que desde Sao Bento podremos tomar los principales trenes que unen Oporto con otros puntos de la región como Guimaraes y Braga y también con otros puntos del país.
Pero si no vais a tomar ningún tren la visita a la estación es también obligatoria debido a su imponente aspecto exterior y sus magníficos azulejos que no os dejarán indiferentes. Aunque lo intentéis evitar, finalmente terminaréis sacando la cámara y tomando fotos de todos y cada uno de los murales de azulejos.
Quizá algún portuense que la use a menudo le puede encontrar algún punto negativo, pero yo a través de mis ojos de turista no puedo decir nada malo de Sao Bento.
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