Este verano hemos estado por la zona del Algarve, al sur de Portugal. Como siempre, fuimos en el plan de conocer cosas variadas y nuevas, nada de plantar sombrilla todo el día y estar como lagartos al sol, sino de un poco de playa, un poco de coche, un poco de patear sitios, ver lugares, y así aprovechar al máximo el tiempo.
Voy a hacer un poco resumen de lo que vimos, aunque se nos quedaron algunas cosillas en el tintero. Comienzo con los pueblos:
Contenido de la Guía
Zonas del Algarve
Tavira
Hicimos una parada de descanso y para hacer tiempo sobre todo, pues no nos esperaban en el apartamento hasta por la tarde, así que paramos un poco. No me gusto mucho.
El pueblo estaba un poco descuidado, y la playa algo salvaje. Estas playas, y alrededores de Faro, están compuestas de pequeñas islas a las que se accede para ir a los hoteles y apartamentos. No visité ninguna, por lo que no comento más.
Armaçao de Pera
Era la población en donde teníamos el apartamento. El casco antiguo es pequeño, tradicional, pero alrededor del cual se han desarrollado apartamentos a mansalva, con muchas urbanizaciones y hoteles. La playa está muy bien.
Portimao
Es el Benidorm de la zona. Tiene unas playas fantásticas, muy largas y anchísimas. La población se encuentra a pie del acantilado y a la playa (Playa de la Rocha)se accede por escaleras o alguna rampa, pero hechas a conciencia.
Como no había posibilidad de hacer un paseo marítimo, se lo han montado bastante bien. Al ser la playa ancha, han colocado una especie de tarima elevada de madera, a medio metro de altura de la arena, y de unos 6 metros de ancho, a lo largo de la longitud de la playa (varios kilómetros !!!), y cada cierto tiempo, hay unos chiringuitos de diseño, con auténticos restaurantes de mantel de tela, como yo digo.
El pueblo en sí esta repleto de comercios y restaurantes, bancos y hoteles. Tiene muy buen ambiente. Edificios altos, centros comerciales. En definitiva, mucho turismo. También es recomendable visitar.
Silves
Si estás muy aburrido, puedes visitar Silves. No está en la costa, pero como había folletos que hablaban bien, fuimos a visitarlo, pero no mereció la pena.
Visitamos su iglesia (según mi hija decía que «estaba llena de muertos» por la multitud de lápidas que tenía por todas partes), de estilo gótico, y el castillo que está adosado, que es un pegolete, y que te venden la burra. Resulta que solo se conserva lo que es el exterior amurallado y algunas almenas.
Lagos
Fuimos por probar porque nos pillaba de paso. Y pudimos comprobar que es una localidad con mucha animación en la calle, bares, comercio.
No me pareció que estuviera tan explotada como otros pueblos en lo referente a grandes edificios de apartamentos (fuimos de noche, y a lo mejor no lo pude apreciar), y conserva dentro de lo que cabe bastante su encanto de pueblo, a pesar de su multitud.
Como digo, creo que es el sitio ideal por si quieres ir de copas nocturnas. Nos quedamos con ganas de volver a conocer sus playas, pero será en otra ocasión.
Vilamoura
Siguiendo con las comparaciones, es el Puerto Banús del Algarve. Si os gustan los barcos, el lujo, el comercio caro, el gastar, o simplemente, ver como los demás se gastan el dinero que uno mismo no tiene, hay que visitarlo sin lugar a dudas.
Es el puerto de Loulé (de donde vienen todos los aviones cargados de divisas germanas y británicas). El acceso a Vilamoura es difícil de encontrar, pero una vez que das con la carretera acertada, comienza un espectáculo de campos de golf alucinantes, viviendas de lujo, hoteles 5 estrellas, avenidas de ensueño, joyerías, su casino, comercios…
Merece la pena perderse por las urbanizaciones y contemplar las casas hechas con mucho estilo. Me gustó mucho esta visita, pero he de avisar que en los folletos que te entregan en los puntos de información turística, no lo destacan, quizás estén desfasados. Altamente recomendable.
Guía
Realmente no llegamos a conocerlo, solo lo nombro porque alrededor se han creado parques de ocio y recreo como por ejemplo Zoo Marine, un parque temático con mucha publicidad, y algo carillo (20 euros adultos y 12 los peques), para pasar un día entero viendo bichos de agua.
Otro más que cae cerca es un parque de atracciones de agua (lo que se conoce como «Aqualand» o algo parecido).
Cabo de San Vicente
Fue una de las excursiones más largas que hicimos desde donde estábamos, pero mereció la pena. Enganchamos la autovía A22, nueva, muy cómoda y sin peajes, hasta Vila do Obispo, en donde hay que salirse y tras pasar Sagres, se llega al cabo.
El Cabo de San Vicente se llena de gente para ver el atardecer, que merece la pena. Muy recomendable, por el paisaje, los acantilados, el atardecer, el faro, y aviso muy importante, hace más frío y aire húmedo que tierra adentro, por lo que si vas en verano en manga corta, llévate algo abrigadito, porque te acordarás de mis palabras. Si no me haces caso, allí hay un tipo que vende chaquetas de punto, que se hace rico a costa de los frioleros. No olvidarse la cámara, por favor.
Sagres
Fuimos de pasada, por la noche, de vuelta cuando estuvimos en el Cabo de San Vicente. No tiene nada, ni si quiera el puerto, el cual parecia un cementerio de barcas.
Para salir del pueblo, nos perdimos por unas calles sin asfaltar, y lo único que vimos fueron casas con alguna falta de pintura. Eso sí, me quedé con ganas de ver una especie de mosaico antiguo que hay grande conocido por «Rosa de los vientos», pero no lo conseguimos. ¿Alguien lo ha visto?
Albufeira
Pues no me gusto mucho, sinceramente. Hicimos un recorrido con el coche, con la intención de parar por si veíamos algo interesante, pero no. El puerto es algo feo, simplón, con unos apartamentos horrorosos de colores chillones.
Luego la población, en sí era algo normal, con sus tiendas ya repetidas a lo largo de toda la costa. De lejos vimos que tenía una playa más o menos grande, pero que nos fue imposible acceder, por la cantidad de tráfico que tenía.
Intentamos ir a otra playa cerca, pero estaba a tope, y decidimos volver a nuestro apartamento.
Paisaje
Personalmente, a partir de Armaçao de Pera hacia el Cabo de San Vicente, es la que más me gustó, con sus calas, acantilados, y cuevas.
Muy recomendable es montarse en alguna de las barcas que hay en cualquiera de las playas para ir a visitar las cuevas de la zona. Es del estilo de las famosas de Mallorca, en donde te metes dentro de ellas desde el agua, y contemplas auténticas playas en las grutas, y pequeñas calas que solo son accesibles desde barca.
A parte de la costa, la parte algo interior me asombró por lo verde que es en pleno agosto, incrementándose a medida que te acercas al cabo de San Vicente. Se precian desde la autopista ríos de gran cauce, que en invierno deben de ir como el mismísimo Ebro.
Se ven cultivos de viñas, naranjos (puede que fueran limas, muy consumidas por allí), algunos olivos, alcornoques, en general, muy verde, excepto la parte oriental, más próxima a España, en donde se aprecia que, el fuego ha hecho de las suyas muchas veces y la vegetación salvaje que queda son los bajos matorrales, salpicados por árboles quemados.
Tráfico
Merece un apartado especial. Si vas por autovía, a 120 te adelantará hasta el R12 del abuelo. Para ir cómodo y no tener la impresión de que estorbas, hay que subir a 140, y te aseguro que no destacas.
Pero CUIDADO. Si vas por una vía secundaria, de doble sentido, apriétate los machos, y mucho ojo. Podrás apreciar que los adelantamientos que hacen son de alto riesgo, pero no te molestes en dar largas ni tocar el claxon, pues eso es algo normal en ellos, y forma parte de la conducción.
Y comprobarás que si existe el arcén, éste es bastante ancho, y te puedes encontrar el hecho de que alguien inicia un adelantamiento en contra tuya y que si no usas el arcén, te lo estampas.
Creo que lo he visto tanto que deben enseñarlo en el autoescuela como algo normal.
Playas
En general, las playas no tienen equipamiento en cuanto a unas simples duchas para quitarte la arena. Sí las tienen los bares y chiringuitos que tras pagar un euro, las puedes usar.
Por los carteles de información que tienen sobre las playas, al menos las que visité, tienen todas una buena calidad del agua. La arena es fantástica, muy limpias todas.
Trenes turísticos
En todos los pueblos turísticos de la costa aparecen estos artefactos. Te lo encuentras desde los 1,5 hasta 3 euros, unos duran más que otros, pero tienen en común que te enseñan, con música de fondo portuguesa, lo más típico de la población, a diferencia del coche que tienes que ir pendiente del tráfico, te pierdes por barrios extraños, y al final no sabes si te has perdido algo. Merecen la pena.
Los portugueses
Muy educados todos. Siempre tienen reservada una sonrisa para ti cuando le preguntas algo, aunque alguno tenga cara de pocos amigos.
En las playas donde hemos puesto la sombrilla, a pesar de la aglomeración, parecía que estábamos solos, oyendo únicamente a los españoles gritar y esas cosas.
Conservan muy bien las playas, y por lo que he podido ver, no había máquinas limpiadoras de arena (que las habrá, seguro) como en las costas españolas.
Idioma
Es una de las ventajas que tenemos los españoles al visitar este país, que estamos en el extranjero y nos entendemos. Confieso que aunque el inglés siempre me ha gustado, para el portugués, creo que no he nacido.
A mi me entienden todos los portugueses, pero yo a ellos, ni papa.
Las barbacoas
Como nota de curiosidad. Si ves una gran humareda salir del balcón de un apartamento no llames a los bombeiros. Se trata de una costumbre de hacer pequeñas barbacoas de sardinas en las terrazas, y nadie se queja de ello. Da igual si llenas de humo u olor al vecino, pues él lo hará más tarde y atufará al de más arriba.
Hoy por ti y mañana por mí. Todo sea por las sardinas. Además a cualquier hora, desde las 11 de la mañana hasta las 12 de la noche. Es todo un ritual. En los super y comercios venden estas pequeñas barbacoas como si fueran churros.
De compras
En general bien. Pero como zona turística, comento lo siguiente. Ha llegado el momento en que vayamos donde vayamos, puedes ver los mismos artículos en Portimao, Londres o en Cuacos de Yuste.
Quitando algunas escasas tiendas de cerámica realmente autóctona, (y descartando las conocidas «tiendas de los chinos» o «tiendas de los moros» en donde siempre hay lo mismo), están las que pretenden tener artículos de la zona, de recuerdos y variados.
Nada más, espero haberos aconsejado bien.
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