Cuando llegamos a Venecia y visitamos todo y disfrutamos de cada rincón de esta pequeña y maravillosa isla italiana decidimos ir a Murano el ultimo día para así conocerla y comprar recuerdos de cristal. En esta isla se encuentran algunas de las mejores fábricas de cristal del mundo y es donde se fabrica el famoso cristal de Murano con el cual se hacen verdaderas maravillas.
Murano está situada al noroeste de Venecia, junto al canal Marani. La población está completamente urbanizada y tiene unos 6000 habitantes. La isla está compuesta de siete islotes unidos entre sí por puentes. Se llega con el vaporetto, y primero hice escala en otra islita: San Michelle. En poco rato estás en Murano, pues está bastante cerca de Venecia.
Contenido de la Guía
Cómo llegar a la Isla de Murano
Se encuentra situado a más de media hora de trayecto en barco desde Venecia
Para llegar no hay otra forma que el Vaporetto, el transporte público de Venecia que es como un autobús acuático, por decirlo de alguna manera. Como no hay carreteras y hay canales lo que se utiliza es el barco que recibe este nombre.
Nos montamos en el vaporetto en una de las principales paradas que existe en Venecia desde donde salen todas las líneas de este, Piazzale de Roma.
Para mí fue una buena experiencia ir a Murano. Nos encantó el viaje porque si tenéis la oportunidad de viajar en los asientos exteriores en la parte trasera es mucho mejor aunque así nunca están vacíos…jeje.
Antes de salir del Gran Canal ya se notaba la afluencia de tráfico que había. había una competición de Góndolas y gente que practicaba ese deporte como el que aquí monta en bici, muy curioso y bonito.En la zona donde ya es mar abierto estaba lleno de barcas y todo tipo de lanchas a motor de familias enteras navegando por el mar, en plan excursión, nunca había visto tantas juntas y menos estando yo dentro de una de ellas, espectacular!!
Pasamos por varias paradas, aunque no muchas porque está muy cerca de Venecia, antes de llegar a Murano. La parada más curiosa fue la del Cementerio ya que es otra isla, pero lo curioso de esto es que es otra isla pero no hay ni un poquito para poder andar por fuera de este, es decir, que toda la isla entera es el cementerio y cuando te bajas del Vaporetto ya estas dentro del cementerio prácticamente.
Conociendo Murano
Llegamos a Murano, una isla muy pequeñita y muy tranquila, si no fuera por la afluencia de turistas que hay.
Una vez en la isla pude ver algunos de sus monumentos, de los que me asombró la iglesia de San Donato. Otras cosas interesantes de las que me acuerdo son la iglesia de Santa María, San Pedro Mártir, y especialmente el Palacio da Mula, construido en el siglo XV, tiempo en que la isla era el lugar de vacaciones de alta sociedad veneciana.
Existen exposiciones de cristal, demostraciones de cómo lo hacen y está llena de tiendas que exclusivamente venden cristal. Pendientes, collares, pulseras, platos, lámparas, figuras, un sin fin de cosas diferentes y de diferentes colores.
Es más barata que Venecia, pero en el momento que quieres comprar cosas típicas y especialmente el típico cristal de Murano, hay que preparar la cartera; pero llevarse una buena pieza hecha con cristal de la isla merece la pena, sobretodo me gustaron las cosas de joyería.
Visita a una fábrica de cristal de Murano
En un principio pensaba que para ir a visitar esta isla y poder acceder a las fábricas de cristal había que pagar una excursión organizada o algo similar, pero nada más lejos de la realidad. Con coger el barco y tras un trayecto de cuarenta minutos aproximadamente llegaremos a la isla donde por lo general hay personas que nos invitan a visitar sus fábricas de cristal. A la que nosotros acudimos no había que pagar entrada de ningún tipo aunque hay otras a las que sí, principalmente se hace para que una vez en la fábrica compres las maravillas artísticas realizadas con cristal, con lo que la fábrica amortizara tu visita.
El recorrido por la fábrica se suele hacer en pequeños grupos de personas y el guía improvisado te va explicando todo el proceso de fabricación desde cómo se funde, cómo se le da la forma, cómo se le da color y hasta cómo se enfría rápidamente con agua. En una parte de la fábrica que yo visité tenían una parte que era museo donde era realmente espectacular ver las maravillas que se pueden realizar con el cristal.
Como anécdota contaros que yo y mi pareja de viaje nos hicimos pasar por compradores muy interesados en grandes obras y vino otra persona que hablaba perfectamente español y nos separó del grupo llevándonos a otra sala más de exposición donde tenían figuras de hasta 8000 euros. Le tuvimos que seguir un poco el rollo sobre lo que nos comentaba y dejar que nos explicase cómo nos lo enviaría hasta nuestro lugar de procedencia, para acabar diciéndole con palabras más sutiles «No me interesa nada» pero desde luego que valió la pena el ver las obras que tenían allí ocultas y el dineral que costaba cada una.
Si tenéis en mente comprar algo de cristal, aunque sea un cenicero o plato de recuerdo de vuestra estancia en esta isla, os aconsejo hacerlo en la fábrica ya que es más barato con diferencia que muchas de las tiendas que lo venden por toda Venecia.
Cualquiera que visite Venecia, debe acercar a esta isla, pues me parece uno de los lugares más interesantes de la zona.
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