Aunque me prometí que volvería pronto a Italia aún no lo he hecho, y de momento aun no me lo he perdonado, pero a veces me gusta que sea así, el eterno viaje atrasado en el que cada día pienso con más ilusión. Supongo que para muchos os sonará «superga» como marca de zapatos, pero Superga es algo más es uno de los monumentos más bonitos que tiene Italia.
Siempre recuerdo este viaje con gran ilusión ahorrando todo un año para poder ir, quise que este viaje fuera pagado con mi esfuerzo y así fue, eso sí fue el año más soso de mi vida porque por ahorrar ni salía y si salía no tomaba nada o no hacía nada, todo iba para mi super hucha. En fin a todos los lugares a los que fui acabé encantada, pero uno de los que siempre recuerdo es la Basílica de Superga, en Turín, cuidad a la que fui.
Esta Basílica es del arquitecto Filippo Juvarra, que según nos contara la guía es el arquitecto italiano más importante del siglo XVIII, yo, si digo la verdad, ni me sonaba el nombre, pero siempre es bueno conocer cosas y artistas nuevos. Recuerdo que aquel día nos levantamos temprano nos montamos en el autobús y nos fuimos rumbo a la avenida de Sassi, es un barrio bastante peculiar, en el que está la estación del tranvía para ascender a la cima del monte en el que se encuentra la Basílica. A mí el viajecito en el tranvía me encantó, sobre todo porque nunca me había montado en uno, en verdad parecía un tren de juguete no por el tamaño si no por el estilo.
Es un trenecito rojo con vagones y unos asientos muy cómodos. El viaje era en pendiente hacía arriba y se recorrían mas o menos unos tres quilómetros. Era impresionante ir subiendo y ver el paisaje, hay unos bosques estupendos, y a medida que vas subiendo vuelves la cabeza y ves la ciudad de Turín ante ti cada vez más pequeñita y uff para mí fue muy emocionante. La Basílica se encuentra más o menos a unos 650 metros de altitud.
¡¡Y llegas arriba..!!Ohh la vista es increíble se ve todo perfectamente, bueno todo todo no, las colillas y los chicles pegados en el suelo no se ven, jeje pero toda la ciudad se ve, como si tu fueras un gigante. Nada más llegar hay un jardín redondo con gran variedad de flores que dan un colorido increíble, yo no se que tipo de flores eran, serían típicas de allí porque yo no las había visto nunca y eran intensamente bonitas.
Después de ver tan magnífico colorido se alza ante ti la Basílica, todo el mundo se queda unos segundos mirando hacía arriba porque ya os digo que es preciosa. Es de base circular y mide 75 metros más o menos, y está coronada por una gran cúpula. También podemos ver dos campanarios orientados hacía atrás. Si por fuera es bonita por dentro flipas, yo no entiendo mucho de arte, pero vamos no hace falta ser un entendido para saber que lo que tienes ante ti es digno de ver.
Dentro está la nave principal junto con dos capillas y otras cuatro más pequeñitas. También tiene un gran pórtico y las pinturas que encontramos en la basílica son realmente bonitasCuenta con un gran pórtico, pinturas y relieves de interés. Otra vista estupenda que tiene la Basílica es la de la parte de atrás ya que puedes ver los Alpes de fondo y a mí por lo menos me encantó verlo.
El cuidado de la Iglesia les fue encargado por el rey a doce monjes que recibían allí a peregrinos y oficiaban las misas y demás servicios que se ofrecen en una iglesia. Para mi el altar es muy bonito, no es que yo sea adoradora de imágenes y fan de altares pero ver aquello allí tan grande, tan impresionante en verdad a mi a veces se me saltaban las lágrimas, no se supongo que al estar allí poco tiempo lo viví intensamente, aunque si vivía intensamente los capítulos de Candy Candy como ya dije en mi anterior opinión, esto ya fue para mí algo grandioso.
Lo que más me impresionó fue el gran mausoleo que hay debajo de la iglesia, en este mausoleo se hayan las tumbas de reyes de la casa de Saboya, lo malo es que no me dejaron hacer fotos, no quise arriesgarme a hacerlas ya que en el museo Egipcio de Turín también estaban prohibidas las fotos pero no me supe contener e hice una y claro al ruido del flash me llamaron la atención. ¡Qué vergüenza pasé!
Durante esta visita uff tube que hacer grandes esfuerzos para comprender al guía, en esa época yo no tenía el nivel de italiano que tengo ahora y el guía hablaba rapidísimo hasta que el hombre notó que yo fruncía demasiado el ceño mientras hablaba y me preguntó que si no era italiana, y le dije que no, el hombre muy amablemente me dijo que hablaría un poco más despacio, así que gracias a él me pude enterar mejor de todo lo referente a la basílica.
También hay al lado un parque natural llamado Parque della Colletta, donde es bastante relajante pasear, por este parque pasan los rios Po y Dora. Es muy interesante también ver las casas que están edificadas allí que son del siglo XVI en perfecto estado de conservación, los diseños de las casas me gustaron bastante porque eran muy peculiares.
Una de las anécdotas famosas que ocurrieron en esta Basílica es bastante triste, el equipo de futbol de Turín, tuvo un accidente de avión y se estrellaron el lado de la Basílica y desgraciadamente murieron todos, en homenaje a estos futbolistas se hizo una película titulada “Ahora y para siempre”, el título original es “Ora e per sempre” (en italiano obviamente).
Bueno quizá Turín no es de las ciudades mas famosas de Italia pero no por eso significa que es fea, a mi me encantó aunque en Italia está muy mal vista por su clima que hace que la ciudad se torne gris, así que espero que os haya gustado mi experiencia y que si algún día vais por allí no dejéis de verla que seguro que os gustará.
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