Para los que estáis a punto de realizar un viaje cultural os aconsejo que llevéis hechos los deberes, o por lo menos tomados algunos apuntes, para luego poder sacar el mayor partido posible a las maravillas que van a aparecer ante vuestros ojos, Yo es lo que suelo hacer, no me gusta nada llegar al “monumento” y sacar el librito para ver que nos cuenta, porque mientras leo me voy perdiendo detalles, si acaso … que sea otro quien lo haga.
Uno de los lugares imprescindibles, es Florencia, junto con Venecia fueron dos sitios en los que sentí auténtica tristeza al saber que mucha gente no los disfrutará nunca, en ambos sentí una sensación única de felicidad y belleza y a ambos sé que volveré una y otra vez porque jamás tendré la sensación de “ya visto”.
Florencia es ARTE, pero tampoco me voy a extender dando una explicación que encontrareis más exacta y mejor en cualquier libro., yo simplemente quiero hacer un breve repaso e intentaré transmitir mis sensaciones, en este caso en la visita a la cúpula del maestro Brunelleschi.
Si es difícil hacer una selección de “lo que hay que ver en Florencia” yo me atrevería a recomendar que la CUPOLA sea uno de los imprescindibles, pese a las kilométricas colas que habrá que soportar si se quiere ver en detalle y desde arriba, el interior del edificio y de paso extasiarse con la ciudad a vista de pájaro desde la linterna, claro que para ello también habrá que estar en forma y soportar los casi 500 escalones.
Según los entendidos parece increíble que Brunelleschi fuera capaz de idear en el 1420 semejante obra de albañilería siguiendo antiguas técnicas romanas de construcción, es algo semejante a dos capas (de forma octogonal) una interior y otra exterior que van creciendo conjuntamente sin apoyos aparentes y que fue terminada 16 años después.
Durante estos años fue la admiración del todo Florencia porque nadie conseguía imaginar como se podía sostener aquella mole inmensa sin venirse abajo, los arquitectos actuales consideran a Brunelleschi como el máximo representante de la arquitectura racional. Aunque la CUPULA es su obra principal este artista florentino tienen otras grandes obras en la ciudad.
La cúpula cuenta con 107 metros de altura y 41,50 metros de diámetro interior, son tan solo comprables las del San Pedro en Roma, San Pablo en Londres y curiosamente la de la catedral de Sevilla. Semejante mole se ve desde cualquier punto de la ciudad por no decir que en muchos muchos kilómetros a la redonda, pues además de sus obras de arte.
Florencia es una ciudad con maravillosas vistas y sin lugar a dudas la más impresionante …¡¡la cúpula¡¡ bueno… sin olvidar los puentes sobre el Arno y el panorama desde San Miniano.
Para no seguir dando el peñazo, simplemente comentaré que el interior está pintado con un fresco con escenas del Juicio Final, obra de Vacari y Zuccari.
Si desde el exterior y vista desde lo lejos parece impresionante, no te pierdas el interior, aunque yo intentaría comprar los tickets antes, para evitar la larga espera, porque además cuando has finalizado la visita y las piernas te tiemblan después de los 1000 escalones entre subida y bajada, no está permitido sentarse ni un minuto en los peldaños que dan acceso al Duomo ¡¡una faena!!
Brunelleschi creó una revolución arquitectónica y fue imitado por los demás arquitectos, la cúpula es el emblema de Florencia y también el del Renacimiento
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