Hace ya tiempo que viajé a Bolonia, una ciudad italiana de gran belleza y que, por razones que desconozco, no es muy habitual que los operadores turísticos la incluyan en sus recorridos; de ahí que resulte una gran desconocida en un país que ha visitado la gran mayoría de los españoles o que nos puede resultar uno de los más apetecibles.
En su día escribí una opinión general sobre mi viaje a Bolonia, la cual os recomiendo que leáis si es que suscita vuestro interés esta ciudad o si tenéis intención de viajar allí porque, quizá, pueda resultaros de utilidad.
En esta ocasión, voy a hablaros muy brevemente de uno de los rincones de la ciudad que más me gustaron. Digamos que me gustó Santo Stefano, y os explico: primero anduve por la Via Santo Stefano para desembocar en la Piazza de Santo Stefano y allí poder admirar la Abbazia de Santo Stefano.
Santo Stefano es una iglesia, o mejor dicho, es un conjunto de cuatro iglesias en una (antes llegaron a ser siete). La particularidad es que las cuatro iglesias están bajo un mismo techo. Podríais pensar que se trata de un conjunto enorme pero no, aunque estemos hablando de un templo más bien pequeño, lo realmente grande es su valor histórico, artístico y religioso.
La iglesia del Crucifijo, del siglo XI es poco más que un pasillo. De aquí podemos pasar a ver la más bonita de todas, la iglesia del Santo Sepulcro, en la que destaco la tumba de San Petronio, también del siglo XI. Esta tumba está basada en el Santo Sepulcro de Jerusalem.
En el patio merece la pena ver la fontana di Pilato, del siglo (VIII).
La tercera iglesia en la de Santi Vitale e agrícola, que data el siglo V y es la más antigua de Bolonia. Esta iglesia fue reconstruida en los siglos VIII y XI y dentro de ella están los sarcófagos de San Vitales y San Agrícola, unos mártires del siglo VI.
Santa Trinitá es la cuarta de las iglesias de las que se compone el conjunto de Santo Stefano. En su interior alberga un museo de pinturas y objetos religiosos, como las estatuillas de madera de la Adoración de los magos de Simone dei Crodifissi.
La plaza de Santo Stefano es pequeña, como si se tratara de un ensanchamiento de la calle y resulta un rincón tremendamente acogedor y bello, con los suelos empedrados, los soportales en las casas y, sobre todo, con el conjunto de Santo Stefano.
Recordad todo esto si vais a visitar Bolonia. Y si tenéis duda sobre si merece la pena o no ir allí, hacedme caso e id. La compañía Air Nostrum tiene vuelos directos desde Madrid todos los días de la semana.
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