Arenas de Lutecia

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Viviendo en una ciudad y en un país donde el legado de la época romana es muy aparente, la verdad es que me chocó bastante lo poco que queda de este período histórico en la capital francesa. A

Aunque subsiste el barrio latino más o menos en el mismo emplazamiento en el que se alzaba la urbe romana, su nombre viene de la lengua que se hablaba en la Edad Media en este distrito universitario en el que se alza la Sorbona, no de la antigua Lutecia. Y es que encontrar rastros del pasado previo a la Edad Media en Paris es toda un desafío; aunque haberlos, haylos.

Un poco de historia

arenes de lutece

Aunque la historiografía romana sitúa la ciudad de Lutecia en el antiguo emplazamiento de un oppidum galo de la tribu de los Parisii, la realidad es que ninguna excavación ha podido revelar restos de una ciudad prerroamana .

En cambio, sí se han encontrado en las cercanías de Nanterre, por lo que se supone que allí es donde estaba el poblado que Julio César conquistó en el año 52 A.C. y que menciona en la Guerra de las Galias.

En cualquier caso, los romanos urbanizaron rápidamente la zona que actualmente ocupa el barrio latino, en la confluencia de los ríos Sena y Bièvre, un lugar estratégico, ya que la presencia de una isla (la actual isla de la Cité) permitía vadear fácilmente el primero de esos ríos, un obstáculo geográfico de gran importancia.

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Se trataba de una zona fácilmente inundable, por lo que se deduce que el nombre de Lutecia viene de la raíz indoeuropea Lut (barro). Conocida como Lutetia o Lutetia Parisii, la ciudad llegó a tener 8.000 habitantes, y nunca pasó de ser una urbe de segundo orden.

Su emplazamiento era la vertiente norte de la colina de Ste Geneviève, en la orilla izquierda, aunque se extendía parcialmente en la isla y el margen derecho. En el siglo III, la ciudad fue cristianizada. En el 250 D.C. se produjo el martirio de San Dionisio en el Mons Mercurius, que pasó a llamarse Mons Martyrium (Monte de los Mártires), nombre del que deriva el actual de Montmartre.

En el 212 tomó el nombre de París, en homenaje a la tribu gala que se suponía que había fundado la ciudad, nombre que conservaría hasta la actualidad. Posteriormente, el emplazamiento de la urbe romana fue abandonado paulatinamente en beneficio de la isla de la Cité. El París merovingio y medieval tiene muy poco que ver con la antigua Lutecia…

¿Qué queda de Lutecia?

arenas de lutecia paris

En realidad, muy poco. Los edificios más importantes (teatro, forum) fueron objeto de la habitual rapiña para edificar los sucesivos recintos amurallados que envolvieron la ciudad. Los dos restos arquitectónicos más importantes estaban ambos bastante alejados del núcleo urbano: las Arenas y las termas de Cluny. Hay que mencionar también las célebre catacumbas parisinas de Montparnasse, que no son romanas, pero sí que están excavadas en una antigua cantera romana.

Si el legado monumental no es nada del otro mundo, la antigua Lutecia sí dejó su impronta en el trazado urbanístico del París actual. Los urbanistas romanos trazaron una red de calles en damero que tenía como eje principal (cardo maximus) en la rue St Jacques. Muchas de las calles del sector siguen todavía el trazado original romano.

Cómo son Las Arenas de Lutecia

entrada arenas de lutecia

Para ser franco, las descubrí por casualidad, yendo a uno de mis lugares habituales de peregrinación en París, una tienda dedicada a los juegos de rol y de tablero, por aquel entonces difíciles de encontrar en España, en la rue Linné. De hecho, las arenas es fácil que pasen desapercibidas al transeúnte ya que están situadas en una pequeña elevación rodeada casi completamente por viviendas.

Se trataba originalmente de un anfiteatro galo-romano de carácter mixto, compuesto por una arena elíptica en la que tenían lugar los espectáculos de gladiadores y de bestialidades y un escenario en el que se representaban las artes escénicas.

arenas de lutecia

Por sus dimensiones (100 x 130 m) se trataba de uno de los más importantes de las provincias galas. Teniendo en cuenta que podía acomodar hasta 17.000 espectadores, se trataba de una edificación de considerables dimensiones, rodeada por un parapeto muy ornamentado del cual no se conserva apenas nada.

Tras ser saqueado en busca de piedra, durante la Edad Media fue convertido en un cementerio y más tarde colmado de tierra. Los restos fueron desenterrados en el año 1860, cuando la compañía de transportes pretendía edificar en el emplazamiento un depósito de tranvías. Por desgracia, las diversas excavaciones no dejaron al descubierto más que una parte muy reducida de lo que había sido este esplendoroso edificio.

panoramica arenas de lutecia

Aparte de la arena misma (utilizada habitualmente por los practicantes del ‘billar para torpes’, que es como yo llamo a la petanca, tan querida en el país vecino), los único restos importantes son una parte del escenario (adosado a los edificios circundantes), de las graderías y de las entradas laterales. Convertidas actualmente en un parque, no es un espacio demasiado notable, pero sí llama la atención por su extraña ubicación en pleno núcleo urbano.

Aunque esto no es el Coliseo, uno no puede dejar de imaginarse como sería esto en su apogeo, repleto de público y con los gladiadores en plena faena. El barrio circundante es muy agradable, con muchos rincones interesantes que justifican la visita.

Hay diversas formas de llegar en metro; la parada más cercana es Place Monge de la línea 7.

Imágenes: Traumrune (Wikipedia) | Gzen92 (Wikipedia) | Chabe01 (Wikipedia) (2) | Mbzt (Wikipedia)

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