Pues sí, el Arco del Triunfo, Arc de Triomphe, de todos bien sabido, es una de las atracciones turísticas más importantes de París. Está en el centro de la Place de l’Étoile, al final de la inmensa avenida de los Champs-Élysées.
Ya sabéis que Napoleón Bonaparte lo mandó construir después de la victoria en la batalla de Austerlitz. Se lo prometió a sus soldados: «Volveréis a casa bajo arcos triunfales»…y ahí nos dejó el Arco del Triunfo, para que viéramos que él cumplía sus promesas…
Contenido de la Guía
Cómo llegar
Lo mejor es ir en metro o RER (como el tren de Cercanías, pero en París), parada «Charles de Gaulle-Etoile». En metro se pueden utilizar las líneas 1, 2 y 6. Con la RER es la línea A, la roja. Nada más salir del subterráneo te encuentras en una inmensa plaza, con el Arco en el centro y totalmente rodeado por la calzada, hasta arriba de coches pasando como locos…y, oh, qué hacer? no hay paso de peatones ni semáforo ni ná…!!
Pues bien, al monumento se accede desde un paso subterráneo cercano a la salida de la boca de metro (salida Arc de Triomphe, que esa estación tiene muchísimas salidas). Una vez encaminados por ese paso subterráneo, no hay pérdida. En unos pocos metros allí nos encontramos, bajo el Arco del Triunfo. Sólo tenemos que comprar el ticket y subir al exterior.
El monumento
El monumento ya es bonito visto desde debajo mismo. En el centro siempre arde una llama, en conmemoración al soldado desconocido (Tumba del Soldado Desconocido) que luchó en la Primera Guerra Mundial.
En la base del Arco encontramos cuatro grandes grupos escultóricos: El Triunfo de 1810, Resistencia, Paz, y La Marcha de los Voluntarios del 92, comúnmente llamada La Marsellesa.
Más arriba tenemos un friso mostrándonos heroicos y desnudos jóvenes franceses luchando contra bárbaros germanos.
En la parte más alta encontramos 30 escudos con los nombres de las principales victorias revolucionarias y napoleónicas, aunque aparece la Batalla de Fuentes de Onoro como victoria en vez de cómo la derrota que realmente sufrieron).
El aspecto de este arco es de todos conocido, aunque simplemente sea porque hemos visto La puerta de Alcalá, no? Bueno, estoy bromeando, desde luego este es un Arco enooorme (altura de 50 metros y 45 metros de ancho), nada que ver con el de Madrid. Con razón se ve estupendamente desde tantos sitios (desde el principio de los Champs-Élysées se ve bien clarito). O, yendo más lejos, desde el Arco de la Defense se aprecia una vista preciosa del Arco del Triunfo al fondo, con todos esos modernos edificios en primer plano.
El caso es que una vez que se accede adentro (por una puerta que sorprende por lo bien chiquita y modesta que es, qué curioso, y en donde hay un tipo pidiendo los billetes), te pegas un jartón a subir escaleras. En mi caso además, como fuimos ya anocheciendo y llevábamos todo el día pateándonos París, creí que no lograba llegar arriba del todo…
Justo antes de salir al «techo» del Arco, hay una especie de museo sobre la historia del Arco y cómo se construyó. En él podemos contemplar una imagen más de cerca de la cabeza de la escultura de François Rude «La Marsellesa», algunos murales explicativos de la construcción e historia a lo largo de los años del monumento, y unas replicas del arco con un sistema que te permite aumentar, gracias a un retroproyector, los detalles del Arco y contemplarlos más de cerca. Como es habitual en un monumento, tenemos también una pequeña tienda.
Unas peldaños más y…
ohhhhh….QUÉ VISTA TAN PRECIOSA…!!!
…Siempre recordaré esas vistas, me trasladaron inmediatamente a otro mundo. París anocheciendo, las luces de toda la ciudad iluminándolo todo. Los Champs-Élysées se divisan en un lado, llenitos de gente-hormiguitas que iban al cine, los cafés, las tiendas…Paris la nuit en definitiva…en el lado opuesto se ve el Arco de la Defense, ese gigantesco «cubo» hueco, emplazado en el modernísimo barrio empresarial de París. Las preciosísimas casitas con fachadas tan bien iluminadas que bordeaban las inmediaciones de la plaza. Se me vino a la mente una imagen de cuando era pequeña y leí 101 dálmatas: siempre me imaginé que los perritos vivian en un barrio así (aunque la verdad, creo que la historia pasaba en Londres, pero la imaginación es libre, no?). Me pregunto quienes serán los afortunados que vivan en esos preciosos edificios…No, no donde los 101 dálmatas, en los edificios de al lado del Arco del Triunfo, je je.
Oh, París, París es bellísimo, pero visto desde el Arco del Triunfo y todo iluminado lo es aún más. La torre Eiffel también se divisa perfectamente, con sus «brillitos» (reluce una vez cada hora)…la atmósfera era totalmente mágica. Para mi se detuvo el tiempo. No sé ni cuanto rato estuvimos ahí, yo no quería bajar….Tampoco sé cuántas veces nos dimos la vuelta por el techo del Arco, yo intentando grabar en mi retina esas imágenes tan bellísimas. No sabría decir qué lado prefería. París a nuestros pies, París que te hacía sentir diminuto y a la vez vivo, soñador…
Mi valoración personal
Creo que queda bastante claro que a mi me encantó. De hecho, y que nadie se me mosquee, creo que me gustó más que las vistas desde la Torre Eiffel (ojo, que son también de aupa, desde ahí se divisa el Sena mucho más claro, por ejemplo). Pero este sitio me pareció mas «íntimo». Supongo que porque no había tantísima gente, y no hay bares ni tiendas de souvenirs en lo alto. Estás tú solo con la noche y las luces.
Bueno, vuelvo a poner los pies sobre la tierra, que creo que en esta opinión se me ha ido mucho la pinza (y he dejado entrever el carácter soñador que tengo y que tan bien he disimulado en otras opis, je je).
Siempre que he ido al Arco del Triunfo (bueno, he ido dos veces, tampoco es ninguna rutina) me he encontrado a los jubilados vestidos de trajes militares pero de gala, muy formales y acicalados ellos, conmemorando no sé muy bien qué. Pero el caso es que me ha resultado «gracioso». Se reúnen en torno a la llama en una especie de ceremonia «oficial». Me gustó sobretodo porque vi a mucha gente mayor como ilusionada, para ellos es algo importante y se nota, y se les ve felices a todos reunidos, como recordando viejos tiempos, orgullosos de sí mismos. Creo que me gustó eso más que la «ceremonia» en sí, por muy lucida que fuera. Lo comento como algo curioso. No sé si tiene relación, pero siempre he ido el primer domingo de mes, ahora os explico por qué, quizás la ceremonia sólo se celebre entonces, quien sabe…
Precios
- Menores de 18: gratis (quien fuera joven…)
- Tarifa reducida : 5€ (de 18 a 25 años y estudiantes)
- Adultos 8€
- Se puede pagar con Eurocard – Mastercard y Visa
Y aquí viene el detalle importante…El primer domingo de cada mes es gratis, pero sólo de octubre a abril. Yo cuando visité este monumento era el primer domingo de noviembre, así que nos ahorramos 16 euritos.
Naturalmente entiendo que no se planifique el viaje a Paris en función de ahorrarte unos eurillos en el Arco del Triunfo, pero atención, que esto mismo pasa con muchos de los museos más importantes, como el Louvre, el museo d’Orsay, el Pompidou…los primeros domingos de cada mes son gratuitos, en este caso durante todo el año. Si tienes la posibilidad de elegir fin de semana para visitarlos, al final te ahorras un pico…
La segunda vez que nos acercamos al Arco fue en mayo, y esta vez no subimos, sólo «saludamos» desde abajo al Arco, todo lo más nos acercamos a la llama del Soldado Desconocido. Creo que en parte decidí no repetir la visita por miedo a que se me borraran las imágenes tan bonitas que tengo en mi memoria. En fin, paranoias…mejor gastamos el tiempo en descubrir otras maravillas no vistas, que Paris tiene para aburrir.
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