Las cuevas de Sara son una de tantas cuevas naturales que hay por la zona de los Pirineos. Algunas destacan por sus pinturas, otras por sus estalactitas y estalagmitas (p.ej. las cuevas de Pozalagua), otras por haber sido escenario de akelarres de brujas (cuevas de Zugarramurdi…). Las cuevas de Sara destaca porque allí vivió un grupo de hombres prehistóricos.
Son unas cuevas naturales excavadas en la roca en la localidad francesa de Sara, no lejos de la frontera con España (y al lado de la montaña mágica de Larrun, a la que se puede subir en un tren tipo funicular del que ya os hablé el año pasado).
Están «hermanadas» con las cuevas navarras de Zugarramurdi (las cuevas de las brujas, igualmente os hablé de ellas) y Urdax. Están tan cerca las 3 cuevas que se ha habilitado un sendero que las une; se tarda una hora más o menos de cueva a cueva. Estos senderos se usaban por los contrabandistas.
Contenido de la Guía
Información práctica
Las cuevas de Sara se pueden visitar en los siguientes horarios:
- Febrero, marzo, noviembre y diciembre: de 14 a 17 horas
- Abril, mayo, junio y septiembre: de 10 a 18
- Julio y agosto: de 10 a 19 horas
- Octubre: de 10 a 17
Cierra el día 25 de diciembre y el mes de enero.
La entrada cuesta 10 euros los adultos y 6 euros los niños, siendo gratuita para los menores de cinco años.
Se hacen visitas guiadas, en francés y español.
Cómo llegar
La mejor forma de acceder a las cuevas es por coche. Hay que salir de la autopista en la salida Saint Jean-de-Luz sud y seguir dirección Ascain, luego Urrugne, hasta llegar y pasar la localidad de Sara. Está bien señalizado todo el camino.
Fuera de las cuevas hay una zona de aparcamiento gratuito. Si se quiere usar el transporte público, desde San Juan de Luz sale un autobús; para más información, el teléfono es el 05.59.26.30.74
Cómo es la visita a las Cuevas de Sara
En realidad, la visita comprende tres zonas:
- Las cuevas en sí en las cuales, mediante un espectáculo de luz y sonido, se puede ver los lugares dónde vivieron los hombres prehistóricos y conocer algo de su forma de vida así como del origen de los vascos y de su mitología.
- Fuera de las cuevas, en una explanada, hay un parque megalítico en el que se recogen dolmens, cromlechs, túmulos y otras formas de enterramiento durante la protohistoria.
- Finalmente, en una pequeña caseta, se ha instalado un museo en el que se recogen hallazgos arqueológicos realizadas en las cuevas.
¿Por qué merece la pena ver las Cuevas de Sara?
Aspectos por los que merecen ser visitadas:
Por su tamaño: son unas cuevas grandes, con muchos pasadizos, recovecos y varios niveles. Hay un gran porche, con un pequeño lago y de allí sale un pasadizo que recorre la cueva a varios niveles hasta, habiendo dado una vuelta entera, salir por el lado contrario del que se entra.
Porque la visita es guíada y acompañada de un espectáculo de luz y sonido. Una guía nos hace recorrer las cuevas, haciéndonos fijar en los aspectos más relevantes. Hay visitas en francés y en español. Las luces se van encendiendo a medida que vamos llegando a las diferentes estancias y en determinados lugares donde la guía nos hace parar una voz en off da diversas explicaciones sobre características de la cueva o de quienes allí vivieron.
Porque podemos comprobar, una vez más, las extrañas formas que el agua, atravesando la roca, consigue. En esta cueva no hay estalactitas ni estalagmitas -porque el agua corre rápido y para que aquéllas se formen es necesario que el agua caiga lentamente, gota a gota- , pero sí cañones, meandros, lagos, extrañas formaciones…
Porque podemos aprender mucho de la historia del Pais Vasco-francés y de sus habitantes. La visita actual de las cuevas se hace en memoria de José Miguel de Barandiarán, un antropólogo guipuzcoano que vivió en la zona durante años, donde descubrió un importante legado histórico.
Porque fuera de las cuevas, se ha acondicionado un pequeño parque megalítico, en el que, a tamaño real, se reflejan las diversas formas de enterramiento de los antiguos vascos. Así, podemos encontrarnos con dólmenes, cromlechs, incineraciones, diversas clases de túmulos… Es realmente curioso.
Además, en una pequeña caseta se ha habilitado un museo en el que se recogen los diferentes restos que se han encontrado en las cuevas (huesos, utensilios, una calavera de oso de las cavernas…) y fotografías de murciélagos, de los que unos 800 viven en las cuevas.
Otros datos de interés
Algunas apreciaciones:
La temperatura dentro del nivel más interior de las cuevas es de 14 grados constantemente, tanto en invierno como en verano, por lo que, si acudís en verano, no olvidéis llevaros algo de abrigo
Cuidado dónde ponéis los pies. El interior de la cueva está muy húmedo y el agua fluye constantemente. La madera o el cemento con el que se ha acondicionado el sendero que atraviesa la cueva es anti-resbalones pero muchas veces está mojada, con lo que cuidado.
A pesar de que se ha trabajado en el interior de la cueva para acondicionarlo para las visitas, se ha respetado su naturaleza, lo cual es de agradecer.
Cuidado con los murciélagos. Se puede ver algunos a lo largo de la visita.
Para los niños puede resultar un poco oscuro. El mío (4 años) tenía un poco de miedo
En el interior de la cueva no se permite hacer fotografías, sólo en el porche de entrada.
Me he llevado un par de sorpresas: los osos cavernarios esculpidos en piedra y los lamias (pequeños geniecillos de la mitología vasca); al final del recorrido seguro que podréis ver alguno…
Merece la pena su visita. No son las cuevas más bonitas que he visto, ni las más impresionantes, pero es una visita en la que se puede aprender mucho y que resulta muy agradable. El precio (6,75 euros) me parece un poco excesivo pero, aún así, recomiendo visitarlas. La visita dura como una media hora y luego se necesita otra media hora para ver el museo y el parque megalítico.
Hay un bar, en el que se puede comer e ir al baño si lo necesitáis. Allí mismo he comprado las entradas (cuando fui en otra ocasión, las compré en una taquilla que hay en la entrada, supongo que sólo se abrirá en verano). Admiten el pago con tarjeta.
También hay una tienda con productos de la zona: trapos, toallas… de algodón vasco, piedras semipreciosas, figuras de adorno, brujas…
Imágenes: Web oficial de las Cuevas de Sara
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