Siendo de Vigo, es de ley hablar sobre alguno de los puntos más conocidos de mi ciudad, a la que adoro. Nací, crecí y vivo en esta pequeña ciudad costera, embriagada por el olor a la ría, por su cultura y sus gentes.
Como es habitual, la mayoría de las personas que visitan Vigo acuden a la playa de Samil, dado que es uno de los lugares de interés destacados en todos los folletos de turismo.
Así pues, os comentaré algunos detalles de interés sobre la misma.
Contenido de la Guía
Cómo es la playa de Samil
Samil dispone de 1200 metros de largo y 20 de ancho. Como uno se puede imaginar, estos 20 metros de ancho no son suficientes para la avalancha de turistas que inunda Vigo en temporada estival.
De hecho, este límite viene impuesto por un muro de piedra que sostiene el paseo a lo largo de toda la playa. Caminar a lo largo de la playa (sobre todo con las templadas temperaturas del atardecer veraniego) para observar la puesta de sol en las Islas Cíes, es algo que el visitante no se puede perder bajo ningún concepto. Los mil colores que tiñen el horizonte mientras el gran disco rojo se esconde han sido inspiración de muchos artistas.
Esta playa era anteriormente un enorme arenal con dunas y pinos, de una gran belleza natural. Hoy en día, la explotación y urbanización de la zona ha eliminado las antiguas dunas, dejando únicamente en sus pinales el recuerdo de la gran playa que un día tuvimos.
Las aguas, a pesar de no ser las mejores de la ciudad, son suficientes en cuanto a limpieza. Eso sí, a los que vengan del Levante peninsular, es preciso avisarles de que la temperatura no tiene nada que ver con la del Mediterraneo. Es preferible que primero metan un dedo del pie, para probar, y luego decidan si quieren continuar hacia arriba.
Servicios
Samil dispone de múltiples servicios para el visitante. A lo largo del paseo, podemos encontrar varios restaurantes y cafeterías, además de los puestos ambulantes que encontraríamos en cualquier otra playa. El restaurante As Dornas, para comida típica gallega pero no demasiado económico, está situado en uno de los extremos. Ya no tiene la fama que tuvo hace años, por eso es preferible salir de la playa y acudir a otros restaurantes que hay en las proximidades (hasta hay un puesto de Coren cruzando la carretera, para quien quiera llevarse la comida).
Para tomar un refresquito en terraza, sin duda, el Camaleón, frecuentado todo el año por la gente de Vigo. Desayunar allí fuera es una maravilla, con unas vistas espectaculares hacia el mar. Creo que son los cafés que mejor me saben, al poderlos disfrutar con la brisa del mar rozando tu cara. Para tomar una copita en la zona, el Central Bar y el Maui.
Y si lo que apetece es un buen helado, el Di San Remo, una heladería – cafetería – restaurante situada en el centro de la playa con un gran surtido de sabores.
Aparte de todo esto, cruzando la calle, tenemos un Mc Auto cuyos productos conocemos de sobra (Pero yo, como ya he dicho en alguna opinión, me estoy quitando, jajaja)
Además de estos puntos, (pongo únicamente los que se encuentran a pie de playa, porque enumerar los de las cercanías me llevaría unas quince hojas), Samil dispone de pista de patinaje, varias piscinas, canchas de baloncesto, half (skate), «lavapiés» (para quitar las arenas una vez se sale de la playa), duchas, zonas verdes, merenderos… En cuanto a estos últimos, los que vengáis del resto de España absteneos: los portugueses y los orensanos se instalan allí a las nueve de la mañana y no salen en todo el día. También, para quien quiera, hay un camping.
Acceso y accesibilidad
El arenal es accesible para sillas de ruedas, ya que hay varias rampas que permiten la bajada. También los locales disponen de estas rampas en su mayoría.
En coche: para llegar aquí, disponéis de múltiples indicadores de PRAIAS por toda la ciudad. No tiene pérdida. En la playa hay varios aparcamientos de gran capacidad, por lo que, yendo temprano, no deberíais tener problemas.
Para llegar en autobús urbano, disponéis de las líneas 10, C15A, C15B, C15C y la C3 en temporada estival. Para más información sobre horarios y paradas, podéis visitar la página web de VITRASA (concesionaria del transporte urbano en Vigo), que además tiene un sistema de cálculo de rutas muy útil para quien no conoce la ciudad.
Alternativas a la playa de Samil
Si habláis con algún vigués, que no os extrañe que os diga que no va a la playa de Samil. Por lo general, los turistas clavan la bandera de «OCUPADO» cuando empieza julio, llegando a convertirse el arenal en una maraña de toallas por donde no es posible siquiera bajar al agua.
Vigo dispone de 43 playas, a pesar de que la mayoría de la gente no las conozca (Mourisca, Calzoa, Fontaíña, Vao, Toralla, Canido…). Algunas de ellas son pequeñas calas, pero otras son grandes playas de mucha mayor calidad que Samil.
Recomiendo, porque creo que es la mejor de la ciudad, la playa del Vao. Este arenal tiene unos 800 metros de largo y 45 de ancho (ahora se ha ampliado, tras suprimir el campo de fútbol playa).
La calidad del agua del Vao es excepcional, generalmente bandera azul. Suele tener un limpio color turquesa, y gracias a la isla de Toralla, que se encuentra enfrente, entran muy pocas algas. Además, la playa cuenta con duchas,fuentes, aparcamientos, escuela de vela, zona verde… En fin, todos los servicios precisos.
Para llegar también tenéis líneas de bus urbano que os deja en la propia playa (L10, L11, C15,…para concretar líneas y horarios: www.vitrasa.es). Hay aparcamientos, pero enseguida se llenan, por lo que es mejor pensárselo dos veces antes de coger el coche.
Para quien quiera comer bien, bien, hay numerosos restaurantes (marisco, pescado…). Es muy típico ir hasta la «Mona». Es en la curva de Canido, pasada la playa del Vao y siguiendo la carretera (frente al Rey Pescador, otro local también muy recomendable). Es un localcito muy pequeño, bastante cutre, pero para tomar unos pimientos de padrón, xoubiñas o jurelitos frescos es lo mejor que hay, y siempre se llena en verano. No aceptan tarjetas, pero es muy barato.
También en la curva de Canido, en el Mesón do Marisco (que no asuste el nombre) podreis disfrutar de un riquísimo arroz de vieiras y zamburiñas, que es su especialidad. El restaurante Cíes, el Basilio y otros de la zona, trabajan productos de gran calidad, pero a otros precios bastante superiores.
Para la gente que huye de las masas de gente, Samil puede ser demasiado estresante. Buscad otras posibilidades, como la playa del Vao, la «Sirenita»,…más limpias y de mejor calidad.
Sin embargo, sí es recomendable dar un paseo por Samil, por lo menos para conocerla y tomarse algo, y disfrutar de las vistas desde cualquiera de las terrazas.
Espero haberos ayudado, al menos un poco.
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