Valencia es un importante referente turístico. Desde siempre lo ha sido, es cierto, pero también lo es el que muchos turistas viniesen atraídos más por la idea del típico » sol y playa» que por otras cosas.
Valencia, al igual que otras importantes ciudades como Barcelona, tiene un lado cultural que vale la pena conocer. Lamentablemente, ahora, mucha gente se detiene en su entrada y cree que Valencia es sólo la Ciudad de las Artes y las Ciencias pero no es así, Valencia tiene un pasado histórico que durante el siglo XV la convirtió en el centro cultural, político y económico de la Corona de Aragón, un pasado que se puede admirar por sus calles y por su centro histórico.
En el eje que éste forma, se concentra la mayoría de los edificios que forman la Valencia Medieval. Algunos de ellos no necesitan presentación como es el caso del Miguelete, la Catedral o la Lonja otros necesitan un empujoncito para ser más conocidos como es el caso de las Torres de Serrano. No es que sean unas desconocidas pero sí que pasan un poco más desapercibidas, la gente las contempla pero pocos conocen su Historia.
Junto con las de Quart construían la entrada a la ciudad. Durante la Edad Media, y hasta prácticamente el siglo XIX, Valencia fue una ciudad amurallada, como en la mayoría de las grandes ciudades las murallas empezaron a derruirse coincidiendo con la expansión de la ciudad a mediados del XIX. Tanto las Torres de Serrano como las de Quart constituían unas de las entradas a la ciudad y se respetaron.
Las de Serrano son anteriores a las de Quart y también más emblemáticas para muchos valencianos, no sé por qué pero suelen ser un referente prioritario antes que las de Quart (de echo, también hay algún que otro turista que las confunde).
Las Torres de Serrano constituyen uno de los ejemplos más importantes del Gótico Civil Valenciano junto con el Palau de la Generalitat y la Lonja. Fueron construidas en el siglo XIV, concretamente en 1398 por Pere Balaguer.
El conjunto lo forman 2 Torres de planta poligonal en cuyo interior pueden apreciarse las bóvedas de crucería típicas del Gótico. La cara que da al río, presenta la parte majestuosa de las Torres con la Senyera ondeando en lo alto, la cara que da a la placita que hay cercana a Na Jordana permite ver un poco el interior a través de las ventanas en arcos ojivales.
Un edificio civil que al igual que ocurrió con Sant Miquel dels Reigs fue utilizado como cárcel, las Torres en el XIX así como también albergaron los cuadros del Museo del Prado durante la Guerra Civil. El uso indebido de ellos los lastimó, afortunadamente han sido recuperados y ahora se les mima con cariño.
En sus muros puede apreciarse restos de épocas pasadas. Todos los muros de las Torres muestran «heridas» de antiguas guerras destacando la de la Independencia y la Civil. Muestras que se han respetado, afortunadamente, en su reconstrucción. Estas huellas engrandecen su Historia y son un reflejo, a su vez, de la propia Historia de la ciudad.
Las Torres se encuentran en pleno Barrio del Carmen, a escasos metros de ellas está la Falla de Na Jordana. La entrada para visitarlas es gratuita. Torres muy vinculadas también con las Fallas puesto que desde ellas tiene lugar la Cridá cada año.
Un ejemplo más de la Valencia Medieval que hay que visitar. Es un enclave netamente valenciano desde donde se puede contemplar el cauce del viejo Turia y contemplar la ciudad desde otra perspectiva. Indispensables en cada visita al Cap i Casal.
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