hoy voy a hablaros de uno de los museos que existen en la ciudad de Valencia, me refiero al Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí”. Este museo se encuentra dentro de un edifico singular: el palacio del Marqués de Dos Aguas.
Dicho museo se encuentra en la calle Poeta Querol, 2 de Valencia, su horaria de visita de martes a sábado es de 10 de la mañana hasta las 14 horas y por la tarde de las 16 a las 20 horas. Los domingos es de 10 a 14 horas y los lunes está cerrado. Hay visitas nocturnas en días especiales, pero para saber el día tendréis que llamar a su teléfono 963516392.
El precio de la entrada es de 3€ y gratis para niños y jubilados. Su dirección electrónica es http://mnceramica.mcu.es y su correo electrónico es Ceramica@museo.mec.es
Para mí, en este caso, es tan importante el continente como el contenido, es decir el palacio y las colecciones expuestas. Primero hablaré del edificio que es una de las muestras representativas de la arquitectura valenciana.
Contenido de la Guía
Un poco de historia
Este edificio se construyó a finales del siglo XV por la familia Rabassa de Perellós, que ostentaban el título de la Baronía de Dos Aguas (población cercana a Valencia). En dicha época imperaba el gótico y en dicho estilo se construyó el edificio. Era un edificio con tres cuerpos que rodeaban el patio central.
En 1740 Gines Rabassa de Perellós, decide modificar la casa familiar ya que ha obtenido el título de Marqués de Dos Aguas, siendo dicho personaje el primero de la dinastía. Como el gótico es un estilo algo severo se renueva toda la fachada principal con gran abundancia de motivos decorativos, ya que en este momento impera el Barroco que iba camino del Barroquismo. Todo se realiza en alabastro y con un conjunto alegórico de los ríos Túria y Júcar, que estaban ligados al nuevo marquesado y se remata la obra con una hornacina con la Madre de Dios del Rosario.
En el 1853 desaparece la línea Rabassa de Perellós y hereda el título de Marqués de Dos Aguas Vicente Dasí Lluesma, el cual emprende otra reforma del edificio, me imagino que para dejar su impronta y de demostrar que el título tiene nuevos derroteros. Se elige un estilo ecléctico, es decir, de todo un poco. En concreto se eligen motivos del Rococó, del Neo-imperio y figuras orientales, ya que en este momento China y Japón empiezan a ser conocidas en Europa y se imitan mucho sus costumbres. La reforma fue muy profunda y larga y el 17 de mayo del 1867 se abren las puertas del edificio totalmente remodelado. El mobiliario fue importado de Dresde y la porcelana procedía de Sajonia (gran parte de ella se puede ver hoy en día en el museo).
Acabada la Guerra Civil, en 1941. es declarado el palacio monumento histórico-artístico. Siendo en el año 1949 cuando fue vendido al Estado español. En concreto se lo quedó el Ministerio de Educación para exponer una colección de cerámica que había sido donada al Estado en el 1947 por Manuel González Martí y su esposa (de ahí el nombre del museo).
Este museo como tal abrió sus puertas, después de unas reformas, el 18 de Junio de 1954 (yo ya había nacido y contaba con dos meses de vida). Se volvió a hacer otra reforma entre los años 1969 y 1972 y se hace un nuevo cuerpo reproduciendo lo ya construido para no desentonar, cosa que es conseguida a la perfección.
En 1990 se vuelve a cerrar al público el museo para realizar nuevas reformas y limpiar la fachada principal y de paso reorganizar las salas con los artículos expuestos. Se vuelve a abrir al público y de momento se mantiene de esta manera hasta nuestros días. Me acuerdo de esta reforma, sobre todo por la fachada principal, ya que los motivos ornamentales estaban muy sucios, llenos de polvo, contaminación, etc. y a los pocos meses cuando vi la puerta totalmente limpia, el edificio parecía otro.
Cómo es el Museo Nacional de Cerámica González Martí
Bueno, ahora le toca el turno al museo en sí. Aunque una vez estás dentro aparte de ver los objetos allí expuestos te tienes que seguir fijando en la arquitectura interior, no en vano es un palacio muy bien conservado. En su interior encontramos todas las salas totalmente decoradas en sus paredes y techos, los muebles son procedentes de la antigua familia nobiliaria que allí vivió y se añadieron muebles propios de González Martí, que también los donó junto a la colección de cerámica, las lámparas son de araña, enormes, ya que los techos son muy altos. Destaca por sus adornos el salón de baile.
La colección principal de cerámica es la donada por Manuel González Martí y también fue su primer director. Este señor amplió la colección a base de más donaciones y legados y también aceptó depósitos de obras (se exhiben en el museo, pero son de propiedad privada, no estatal), pero no se dedicó únicamente a la cerámica, sino que amplió el campo a las artes suntuarias como la indumentaria, la pintura, el mueble, etc. y por ello en el 1969 se amplió el nombre del museo quedando como está actualmente: Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias.
No voy a describir todo lo que hay en el interior del museo, porque sería muy monótono y pesado, solo me centraré en las piezas principales o más ricas, porque el total de las obras os la dejo para que las veáis cuando vayáis de viaje a Valencia. Os lo recomiendo, no saldréis defraudados, pero no esperéis ver un palacio tan grande como los palacios reales o algunos edificios madrileños en donde están situados muchos museos nacionales.
Destaca una carroza del siglo XVIII propiedad de la familia Rabassa, en la cual realizaban los viajes largos. También hay una silla de mano, de la misma época y familia, que era para desplazarse por la Valencia del momento.
En cerámica destacan colecciones medievales procedentes de dos localidades alfareras valencianas, que son Manises y Paterna, de estilo verde, azul o con reflejos metálicos. Una importante colección de socarrats (placas decorativas) también medievales. Mucho pavimento del museo es de cerámica, bien de las reformas habidas en el edificio, bien de otros edificios ya inexistentes. También se ha incorporado cerámica de la población de Alcora (Castellón), ciudad azulejera por excelencia en dicha zona.
Hay que destacar un traje de mujer del siglo XIX y nos dice como iba vestida la mujer de la burguesía del momento. También encontramos un abanico tipo imperio, hecho con hueso calado, pero hay una buena colección de este instrumento femenino, tanto elaborados en Valencia, como en otras naciones, destacando por su bellezas los chinos y los japoneses.
En cerámica oriental hay que destacar una donación realizada por un matrimonio holandés: Timothy Knecht y Helen Drenth. También ha que destacar unas cerámicas de Pablo Ruiz Picasso dedicadas al museo y que las elaboró en el 1954.
La biblioteca está fundamentalmente compuesta por las donaciones de González Martí y de Mario Blasco. También encontraremos objetos personales de algunos ilustres valencianos (Benlliure, Salvador Giner). Dicha biblioteca se puede visitar de lunes a viernes en horario matinal
Tiene salas de exposiciones temporales y también se imparten seminarios especializados y didácticos para los profesiones de los sectores expuestos en dicho museo.
Imágenes: Nicolás Pérez | Pere López
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