Los Jardines del Real son coloquialmente conocidos para todos los valencianos como «Los Viveros», y suponen uno de los primeros parques que se construyeron en Valencia. Es uno de los lugares de esparcimiento preferido de los valencianos.
Se trata de un parque con una gran historia y tradición; desde el año 1.560 se llevaba la idea, pero no empezó a construirse hasta el año 1.903, llevando ya más de un siglo siendo el parque predilecto para muchos Valencianos, y visita obligada de muchos turistas.
Se trata de casi 20 hectáreas con zonas verdes y gran variedad de fauna y flora; aunque no es un botánico, tiene muchas especies de árboles, flores y plantas; en este parque podemos encontrarnos auténticos rosales y otras flores, sin contar con los típicos pinos, que abundan al mismo tiempo que producen sombra.
Es, principalmente, un sitio de descanso; sus grandes zonas de césped incitan a tumbarte bajo un árbol que proporcione sombra, sus incontables bancos por todo el parque proporcionan un respiro al paseo (aunque muchos de ellos están bastante sucios) y sus rincones son dignos de admirar. Este parque tiene fuentes, lugares recogidos, pasadizos, un lago con patos y sitios que pasan desapercibidos pero que son de lo mejorcito que hay en Los Viveros.
Recorriendo sus paseos encontraras, también, restos de portadas procedentes de monumentos desaparecidos ( la barroca de la antigua colegiata de San Bartolomé; la plateresca del palacio de los Duques de Mandas; la del palacio de los Condes de Alcudia o de los Moreder, del siglo XVII).
Aunque está abierto de lunes a domingo, los fines de semana es cuando más animado se ve; es muy posible ver a gente haciendo yoga sobre el césped, a grupitos con alguna guitarra o cualquier instrumento amenizando la tarde, a gente simplemente descansando o paseando, leyendo, niños jugando, gente haciendo deporte, con bici…
Además, no solo es un parque pues durante todo el año hacen distintas actividades; es aquí donde instalan la Feria del Libro, hacen los conciertos de Fallas y más celebraciones. También tiene actividades fijas, como son museos, el antiguo zoo (ahora vacío gracias a la incorporación de los animales al BioParc), el lago con patos, distintas cafeterías y un circuito de tráfico para que los pequeños disfruten con sus bicis.
Lo mejor de todo es que su entrada es gratis, aunque su horario es limitado; desconozco a la hora a la que abren pero cierran a las 19.00 en invierno; hay que tener esto presente pues si no podemos quedarnos encerrados!
Tanto si sois valencianos y no os habéis acercado nunca, como si pensáis venir a Valencia algún día (que espero que sí!), os recomiendo esta visita pues de verdad que merece la pena!
Así que ya sabéis!
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