Dado que últimamente mis lecturas no están siendo de novelas, sino de ensayos lingüísticos y cosas por el estilo, he decidido no agobiaros comentando esos libros, que aunque pudiera interesar a algunos, no veo yo que sean libros para opinar. Así que la proximidad de estas fiestas me ha parecido idónea para comentarlas un poco.
Cuando llegué a Valencia, hace cuatro años, me sorprendieron profundamente, y descubrí que la idea que yo tenía de las Fallas era muy reducida. Es por eso que no pretendo hacer un análisis de las mismas como valenciana, que no lo soy, sino más bien como turista, si cabe, o como observadora externa. Es decir, sé que me dejaré mil cosas que aquí en Valencia consideran fundamentales, o sienten de otro modo, pero pretendo dar una visión general, parándome en aquello que no conocía, y que de hecho tuve que explicar también a mi familia cuando vino a visitarme. Así que… empiezo.
Contenido de la Guía
- El origen de las fallas de Valencia
- Preguntas frecuentes de las Fallas
- El Casal Fallero
- Falleras ellas, Presidentes ellos
- ¿Qué hacen los presidentes y las falleras?
- La Fallera Mayor de Valencia y La Corte de Honor
- Las Fallas (monumentos)
- La pólvora: sonido y luz
- La cremá
- Cómo llegar a la Mascletá
- Receta fallera: los buñuelos de calabaza
- Consejos de seguridad si es la primera vez que vas a Las Fallas
- Conclusión
El origen de las fallas de Valencia
El origen de Las Fallas está en los artesanos y carpinteros de la ciudad de Valencia que, llegando el buen tiempo quemaban los soportes de los candiles (parots) con los que habían trabajado en invierno, así como la madera sobrante de los talleres. A las hogueras de los artesanos se sumaban los vecinos llevando las cosas viejas que ya no utilizaban.
En el s. XVII los vecinos disfrazaban los “parots” parodiando en tono divertido a personajes populares y sucesos grotescos o hábitos que no se podían contar, así como la burguesía y el clero.
En el s.XVIII, esta costumbre formaba parte de la festividad de San José, el 19 de marzo, Patrón del Gremio de Maestros Carpinteros.
El día del 18 de Marzo los jóvenes y artesanos acumulaban maderos, materiales, y muñecos (“ninots”) que imitaban a personajes públicos o actos censurables, que amontonaban y al anochecer los retiraban al centro de la calzada para quemarlos.
Así se celebraba el fin del frío invierno y la llegada de los días más largos primaverales.
En el s.XIX se pasó a establecer lugares fijos para situar las hogueras, ganando intensidad el satirizar la sociedad en la que se vivía, unas “fallas” que en tono de humor satirizaban personajes, actos oficiales, vicios y prejuicios.
Fue ganado posición la creatividad, y se estableció el uso del “cadafal”, el tablón sobre el que se situaba la hoguera, y a los “ninots” se les colocaban letreros en verso explicando su motivo, así como el “llibret” (librito) en que se les explicaba a los vecinos en versos satíricos.
Con la presión de la burguesía y el clero, en la década de 1870 las autoridades las persiguieron, llegando a prohibirlas y a imponerles fuertes impuestos consiguiendo que no las hubiera en 1886.
Con la presión popular se redujeron los impuestos y se volvieron a ejecutar.
En 1932 el ayuntamiento fue la entidad organizadora de la Semana Fallera, y a partir de ahí Las Fallas pasaron a ser la fiesta mayor de Valencia, una festividad declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Ahora se celebran entre el 15 y el 19 del mes de marzo, y se levantan en Valencia del orden de 385 fallas grandes cada año, setecientas contando las pequeñas, que se visitan tanto por los valencianos como por los turistas hasta que el día 19 llega la “cremá”, y estos grandiosos monumentos desaparecen entre las llamas con profusión de colores, flores, luces nocturnas, música, ruido y olor a pólvora, para celebrar la llegada de la primavera y la festividad de San José.
El fuego, las “mascletàs”, los castillos de fuegos artificiales y la participación popular hacen grande una fiesta que también se celebra en Sagunto, Burriana, y otros muchos municipios.
Preguntas frecuentes de las Fallas
¿Por qué se le llama «Falla?
Proviene del latín “fácula”, que significa “antorcha”, y en plural designa el conjunto de la fiesta.
En el siglo XVI se llamaba así al fuego que se hacía en el suelo como centro de una reunión o de una fiesta, así como las hogueras en días especiales (San Juan), las que celebraban una batalla ganada, o las que avisaban de la llegada de invasores.
¿Qué es la «Despertá»?
La “despertà” consiste en que los falleros a las 8 de la mañana, todos los días de Fallas, tiran petardos acompañados por su banda de música, con el objetivo de que todo el barrio se despierte para disfrutar desde primera hora de la mañana de las Fallas.
Algunas comisiones les preparan la “xocolatà”, que es chocolate caliente, para desayunar.
¿Qué es la «Mascletá»?
Lo primero que se sabe de la Mascletà por su nombre, es que la palabra viene de la palabra «masclet» que aquí en Valencia es muy conocida porque es el nombre de unos petardos de gran tamaño. Así que a partir de ahí ya podríamos sacar que la mascletà tiene mucho que ver con el sonido y la explosión de los masclets. De hecho la Mascletà no busca, como otras celebraciones, la belleza estética de los fuegos artificiales, sino que busca jugar con el sonido y la pólvora para encontrar un ritmo sonoro de gran intensidad. La estética pertenece en este caso al sonido y al estruendo, en lugar de al color o las formas. Es una forma de expresión que encanta por lo básico de la idea, pero que deslumbra por lo complejo de los esquemas que cada pirotécnico traza para la mascletà del día.
La mascletá es una serie de petardos muy sonoros que, ligados por una mecha en traca, están preparados para que exploten uno tras otro, que se colocan a media altura, conformando una composición rítmica y ruidosa que busca principalmente, no el efecto visual de los fuegos de artificio, que también lo tiene, sino el ritmo musical de los “masclets” explotando, en progresión ascendente, finalizando de forma apoteósica.
Se empezó disparando el 19 de marzo en la plaza del Ayuntamiento de Valencia remarcando el final de las fallas, y se fue ampliando hasta 19, una al día, entre el 1 y el 19, a las 14h, en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia.
Ahora, por seguridad, cada “mascletà” se limita a 120 kilos de pólvora, y se utiliza un sistema electrónico para el encendido.
Por tanto, en sentido estricto, las mascletàs son espectáculos pirotécnicos celebrados en un recinto al aire libre en el Centro de Valencia donde un pirotécnico o pirotécnicos preparan un orden sonoro con masclets y demás petardos, para deleite de una muchedumbre que los rodea (Algunas personas incluso alquilan balcones cercanos para tener perspectiva ;)).
¿Qué es la ofrenda?
La Ofrenda, a parte de uno de los más conocidos, es el acto más emotivo de las Fallas, y consiste en que, durante dos días, todas las comisiones acuden desfilando a la plaza de la Virgen a ofrecer su tributo a la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados.
Las falleras van con un ramo de flores cada una, ramo del color que la Junta Central Fallera determine, el cual emplearán en ir formando el manto de la Virgen. De ahí que no pueda utilizar cada una el color que quiera, sino que debe ser coordinado para la perfección del diseño floral del manto.
¿Qué es «La Cremá»?
La “cremà” consiste en prender fuego al monumento fallero.
Es el momento álgido de la fiesta, pero también, tristemente, el final de la misma.
Para encenderla se rodea de una traca incendiaria con alguna carcasa que dispare al cielo luces de colores, se le hacen agujeros y se rocía de gasolina.
La fallera mayor enciende la mecha de la traca desde lejos, y ésta prende a la falla.
El Casal Fallero
En cada barrio de Valencia, y cada cruce de calles en ocasiones, existe lo que se llama «casal fallero», es una especie de local a pie de calle, en donde se reúnen los falleros que a él pertenecen durante todo el año. Lo habitual es que uno se inscriba en el casal que tiene más cercano, o entre los cercanos, aquél en donde conoce a más gente, etc.; pero la verdad es que no siempre es así, ya que muchos siguen acudiendo al casal de la infancia, a pesar de haberse cambiado de piso, y otros eligen el casal según el prestigio que éste tenga.
En el casal (que algunos también denominan «falla», simplemente, cuando por ejemplo dicen «Me voy a la falla») se organizan a lo largo del año toda una serie de actividades, concursos, playbacks, juegos, teatros, comidas, cenas, etc.; vendría a cumplir, en cierto modo, las funciones de una Asociación Cultural de Vecinos en otros sitios, hablo de las actividades, que ya sé que no tiene nada que ver. Pertenecer a uno u otro casal, como decía, no es sólo una cuestión de andar más o menos para llegar a él. Uno ha de inscribirse en el casal y, por ello, pagar mensualmente una cantidad.
El dinero recogido en las mensualidades, junto con cualquier otro que se pueda obtener, mediante rifas, venta de cosas, etc.; es el que servirá para pagar las dos fallas que se plantarán en marzo: la falla infantil y la falla normal. Hay que precisar que las fallas son monumentos artísticos, que se encargan a un artista fallero, y que suelen costar millones, incluso las más pequeñas. Así pues, que un casal tenga una falla más o menos grande, depende de las aportaciones económicas que se hayan hecho, y del número de falleros que estén inscritos en ella, es por eso que dependiendo del casal en el que uno se apunte, se va a pagar más o menos.
En la semana grande, suelen montar en la calle una especie de casal, con lonas, en donde comen, ponen música, tienen la barra, etc. Hay algunas, que contratan djs o orquestas, lo que ameniza mucho la calle, y fastidia algo a los vecinos, ya que estas fiestas, desde luego, no se puede dormir, ni intentándolo. 😀
Falleras ellas, Presidentes ellos
Las Fallas son unas fiestas en las que los hombres y las mujeres siempre han tenido papeles muy diferenciados. En cada casal, se eligen dos presidentes y dos falleras, según la edad. Hasta los 14 años, aproximadamente, uno puede aspirar a ser presidente o fallera infantil, mientras que los de mayor edad pueden aspirar a ser fallera mayor o presidente de la falla. La verdad es que la figura de presidente, en este caso, es más de consorte, ya que la imagen de las fallas siempre cae sobre ellas. El presidente organiza y dirige el casal, mientras que la fallera es la que acude como cabeza visible a todos los actos, acompañada por el presidente. Actualmente, hay grupos que intentan que las mujeres puedan ser también president-as, y de este modo, poder también dirigir el casal, idea que ha provocado muchas discusiones, ya que ellos no pueden ser falleras… vamos, no veo yo a un chico valenciano con los vestidos de seda y los rodetes en la cabeza, no sé.
He de decir que los moñetes esos que se ponen… ¡duelen! Es más, la complicación al hacerlos, la cantidad de tirones de pelo que implican, y la enorme cantidad de laca que llevan, imposibilita casi siempre que se puedan hacer diariamente, y mucho menos antes de un acto. Por lo general, las falleras se lo hacen a primera hora de la mañana (a veces se levantan a las cinco o seis de la mañana para poder hacérselos, tras acostarse a las 2, por los actos a los que han tenido que acudir), y están con ellos todo el día puestos, de modo que no es raro ver a la cajera del supermercado con el uniforme y los rodetes, por ejemplo. Hay quien intenta dormir con ellos, y sus cincuenta mil horquillas, de hecho, cuando acaban las fallas, he escuchado a muchas decir que sentían la cabeza como más ligera, una vez quitado todo lo que se echa para que se mantenga estático.
Bien, el caso es que tenemos dos falleras y dos presidentes por casal, en principio, porque en ocasiones no hay suficiente gente en un casal como para cambiar anualmente de falleras y presidentes, o los infantiles han crecido, y ya no hay falleros para ese rango de edad, etc. Así pues, aproximadamente, hay 380 casales falleros en la ciudad de Valencia, lo que nos da un total de 760 falleras y 760 presidentes, entre mayores e infantiles, todo esto de forma aproximada.
¿Qué hacen los presidentes y las falleras?
El haber sido elegidos como falleras ellas, o presidentes ellos, es un sueño para muchos falleros, durante todo un año, ellos son los protagonistas del barrio, aparece su foto y su nombre en las puertas de la mayoría de los locales de la zona, y son los líderes indiscutibles de su casal. Eso sí, lo de «la fama cuesta», es cierto, pero no sólo a nivel de esfuerzo físico (que lo hay, y ya lo explicaré más adelante), sino también por esfuerzo económico, sobre todo las falleras.
Cada fallera, ya sea fallera mayor o infantil, tiene al menos dos o tres vestidos, con sus correspondientes accesorios, y que rondan tranquilamente el medio millón los vestidos, y otro medio los accesorios. Sé que suena un poco a exageración, pero no, los de segunda mano rondan los 800 euros el vestido, más las manteletas, que suelen estar hechas a mano y llevan lentejuelas de oro, más los zapatos, más el collar, los pendientes, las horquillas para sujetar los moños (esto seguro que tiene un nombre específico, pero lo desconozco) y la peineta, también de oro, por lo general. Vamos, que ya de segunda mano, los 2.000 euros para vestirnos de arriba abajo, no nos los quita nadie, a menos que encontremos el chollo del siglo.
Todas las falleras del casal han de ir vestidas en todos los actos de Fallas, vamos, que eso de ir en vaqueros, ni soñarlo, y si además eres la Fallera Mayor de la falla, o la Fallera Infantil, pues no es que haya una ley que obligue a que tengas varios modelitos, pero sí una presión social interna muy fuerte, ya que al ser la reina de la fiesta, has de intentar lucir.
Hay padres que ahorran durante años para conseguir que sus hijas sean Falleras Mayores (y aún no he hablado de la Fallera Mayor de Valencia…). Los presidentes lo tienen más fácil, ya que aunque también han de llevar el traje regional (y aquí hay discrepancias entre si es uno que denominan «de cucaracha», es decir, negro, y otro que denominan «de Curro Jiménez», o «labrador»), el precio del mismo es muy inferior al de los vestidos de ellas.
En la semana grande de Fallas (del 14 al 19 de marzo), el Casal organiza actos diarios, y al menos uno ha de ser la invitación de la Fallera y el Presidente, como agradecimiento, a una merienda, cena o comida para todos los que componen su casal. Según la economía de cada uno, se convierte en merienda diaria, en una gran comida, o varias cenas. En este acto, se suele dar, además, una especie de regalo o recuerdo, generalmente son figuras o pines falleros.
La fallera mayor ha de llevar una banda con los colores de la bandera de España, mientras que la Corte de Honor llevará una banda con los colores de la Senyera, no me preguntéis por qué, pero lo pone en el artículo 29 del Reglamento (que sí, me he leído, una ha de informarse en muchos sitios… xD). Ellos han de llevar fajín, cuyo color hará ver su cargo.Durante las fiestas, es típico llevar una especie de blusón sobre la ropa, que protege de paso de la pólvora y quemaduras accidentales, el caso es que he visto que sólo lo pueden llevar en actos oficiales ellos, porque se considera una prenda masculina, pese a que la emplee todo el mundo.
La Fallera Mayor de Valencia y La Corte de Honor
Decíamos que las falleras están todo un año en el cargo, como las misses, bien, pues pasado ese año, se hacen una serie de preselecciones, para elegir a la Fallera Mayor de Valencia del año siguiente, entre todas las Falleras Mayores del año anterior, y lo mismo con las infantiles. Se escogen 13 candidatas, y entre ellas se elige a la Fallera Mayor de Valencia y la Fallera Mayor Infantil de Valencia, cada una de las 12 candidatas restantes, pasan a formar parte de la Corte de Honor de cada una de ellas.
Estas elegidas se convierten en las máximas representantes de la fiesta, y durante todo el año han de acudir a numerosos actos, entre visitas al Presidente de la Comunidad, la alcaldesa, las empresas más importantes de la Comunidad Valenciana, o las más representativas, etc. Son objeto de portada en las revistas de la comunidad dedicadas a estas fiestas, como «Actualidad Fallera» o «El fallero».
Es por ello, que muchas empresas de confección de vestidos, manteletas, o joyas, les ceden durante este año parte de su colección, y de ese modo se hacen publicidad, y ellas no repiten prácticamente ni un sólo vestido durante su reinado.
En cualquier caso, está claro que si para ser Fallera Mayor del Casal se necesitaba dinero, para ser la de Valencia, ni os cuento. Este año creo que la afortunada es la hija del propietario del Mercadona, si no me equivoco.
Las Fallas (monumentos)
Cada casal fallero tiene dos fallas: la falla infantil, y la falla mayor. Generalmente, la infantil recurre a temas relacionados con los niños, mientras que la grande recurre a temas de actualidad.
La falla infantil ha de medir entre 1.5 y 3 metros de altura, con las mismas medidas límite para la anchura. No tengo las medidas de la Falla grande, pero sé que la del Ayuntamiento este año rondará los 25 metros de alto, así que os podéis hacer una idea, y costará unos 190.000 euros.
Cada una de las fallas, según sus dimensiones, entrará a concursar en una categoría diferente, es evidente que las 760 fallas aproximadas no pueden concursar toda entre sí, porque no todas participan con el mismo presupuesto. Sin embargo, las que son objeto de apuesta, son la docena de fallas de «Sección Especial», que son no sólo las más grandes, sino también las que más han costado.
Hay una rivalidad enorme entre los casales más veteranos en este premio, y de hecho, cuando un nuevo casal entra a formar parte de este grupo selecto, siempre se le ve de reojo, como si la antigüedad fuera un mérito añadido.
Pero los premios (que conllevan su aporte económico) no sólo se reducen a las Fallas, sino que la Junta Central Fallera organiza anualmente otra serie de concursos, entre los que destacan los de Teatro, los de Presentación Fallera y, sobre todo, los de las Calles Adornadas y las Calles iluminadas. Durante las Fallas, cada una de ellas adorna su «trozo de calle» con luces, y algunas otras hacen un monográfico decorativo, y transforman su calle, ha habido años en que una calle se ha decorado para explicar el proceso de recogida del arroz, otras se han dedicado al mar, etc.
Visitar las calles iluminadas más representativas de las Fallas, se ha convertido en parte de la ruta obligada. Es por eso que muchos preferimos ir a ver las Fallas de noche y aprovechar para ver las calles iluminadas, ya que de día las Fallas están masificadas (de noche también, pero menos), y aunque las de Sección Especial suelen estar rodeadas por un vallado bajo, de forma que puedes pagar y entrar para pasear libremente al pie, lo mejor es intentar cuantas más mejor, y no vas a pagar en todas.
Así que se ha convertido en algo típico ir a verlas de noche, de modo que a las 4 de la mañana aún hay gente mirando fallas, otros disfrutando y bebiendo en los casales, otros bailando en la calle, con las discotecas móviles que ponen en el centro, y otros disfrutando de un chocolate con buñuelos antes de irse reventado para cama (esta soy yo).
La pólvora: sonido y luz
Otro elemento clave de la fiesta es la pólvora, es más, durante esos días, la ciudad HUELE a pólvora.
Existen toda clase de petardos, y no existirá un minuto en que no escuches alguno mientras paseas, es más, hasta a los niños más pequeñitos se les acostumbra a tirar petardos (bueno, hay que decir que para ellos hay una especie de petardos sin mecha, que explotan con un golpe contra el suelo). Todos los parques se llenan de gente tirando artilugios de toda clase.
Por las mañanas, los falleros organizan una «despertà», que consiste precisamente en eso… en ir despertando al barrio a las 7 de la mañana, a base de petardos, así que todos los falleros han de estar en pie a esas horas.
A las 14h, en la plaza del ayuntamiento, hay una «mascletà», que consiste (a ver cómo lo explico, y que me perdonen todos los valencianos) en una especie de explosión atronadora que va de menos a más, y donde estalla toda Valencia. Veamos, la pólvora se sitúa a lo largo de unos hilos o cables, que tienen más o menos cantidad, según el efecto que se quiera conseguir, últimamente se están haciendo con efectos rítmicos, casi musicales. De este modo, uno de los artificieros más emblemáticos de la ciudad (hay varios, se van rotando, de hecho todo el mundo los conoce, tienen fans como si un equipo de fútbol se tratase, y compiten entre ellos) organiza toda esta pólvora, y cuando las Falleras Mayores dan la frase de salida («Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà»), comienzan a estallar grupos de pólvora, que van aumentando en ruido e intensidad, hasta conseguir que toda la plaza vibre, literalmente, bajo los pies. Es uno de los momentos más esperados, si la mascletà es buena, la gente corre a saludar al pirotécnico, e incluso lo sacan a hombros del vallado de seguridad.
La mascletà se retransmite por televisión, y se puede ver el nivel de decibelios que ha alcanzado, supongo que la web de «Canal 9» ya habrá subido algún archivo para descargar o ver de alguna mascletà, si no lo ha hecho aún, lo hará en los próximos días, pasaos por allí para verlo, porque lo que es describirlo, no se puede describir. Yo sólo sé que como no estoy acostumbrada a tanto ruido, la primera vez que fui me dio pánico que se me reventaran los oídos, porque te vibra todo el cuerpo. Bueno, la primera vez me dio pánico, pero a estas alturas, aún me da miedo…xD
En los últimos días de fallas, muchos casales en Valencia organizan una pequeñita en el barrio, cada una a distintas horas, de modo que puedes ir de una a otra, y luego pasar por la del Ayuntamiento. En la televisión sale ahora mucho lo de la salida de las motos al acabar la mascletà, esto tiene una explicación: el centro está cerrado desde una hora antes, así que las calles se quedan vacías, se ha hecho costumbre ir con moto, y una vez acabada la mascletà, salir cuanto antes y aprovechar así que no hay coches en las calles, la gente solía salir corriendo y conducir hasta la salida de Madrid, que es una Avenida ancha y larga, que a esas horas estaba prácticamente vacía, y hacer así las garruladas estas de los caballitos. El caso es que cada vez hay más problemas, hay quien no espera a llegar a las zonas despejadas, hay quien pone en peligro al de al lado, y al final toda una fiesta se ve empañada por cuatro idiotas.
Otro elemento típico son los «castillos», que en mi tierra se llaman «fuegos artificiales». Suelen hacerse en la Alameda de la ciudad, sobre las 12 o 1 de la madrugada, dependiendo, porque también hay que esperar a que la Fallera Mayor llegue y se sitúe en el edificio de la Piscina de Valencia, y según los actos que haya tenido, llega antes o después. El caso es que para los castillos también hay rivalidades de pirotécnicos, de hecho, se considera un premio y un honor tirar el último castillo de Fallas, llamado «Nit del Foc». Duran aproximadamente 20 minutos, y están muy elaborados, esto sí que es para verlo, porque describirlo es imposible, pero hay momentos en que toda la calle se ilumina, mientras te caen encima restos de la ceniza del papel que recubría la pólvora, de lo cerca que se tiran.
Tienen inicio, nudo y desenlace, como los libros, y muchas veces si el final no ha sido claro, o no ha supuesto un increscendo, el castillo se ve desmerecido y la gente se va descontenta. Durante la semana grande, también se hacen alguna mascletà adicional y algún castillo en la playa, éste último es muy bonito, ya que se lanzan algunas carcasas desde el mismo agua, y parece que salgan del mar.
La cremá
Es el último día de fallas, el 19 de marzo. Es un día muy triste para todo el mundo, porque aunque es el día álgido, es cuando se termina: todo el mundo llora. Se ha de quemar la falla, y toda la actividad que se ha llevado a cabo durante el año para que pudiera hacerse, se quema con ella. Una falla requiere mucho esfuerzo y mucho tiempo, implica estar todo el año en contacto con el artista fallero al que se le ha encargado, esperar el momento, conseguir el dinero… es casi como un embarazo largo.
Hay ocasiones en las que los artistas falleros, que a lo mejor han recibido muchos encargos, no pueden hacer frente a todos ellos, y dejan sin terminar algunas fallas, con el consiguiente disgusto de los casales, que en la mayoría de los casos se arman de paciencia, más dinero y noches en vela, para poder terminar ellos personalmente el trabajo, y conseguir tener algo que instalar a su puerta. Naturalmente, el incumplimiento de contrato por parte de los artistas falleros está sancionado con graves multas, y desprestigio para el año siguiente.
Así pues, ese último día, primero se queman las fallas infantiles, después la ganadora de la sección infantil, después la infantil del Ayuntamiento, a continuación las fallas grandes, y de nuevo a continuación, la ganadora de éstas y por último la del Ayuntamiento. También se retransmite por la televisión. Hay veces en que se ha tardado más de lo previsto en comenzar a quemar una falla, bien porque ha llevado más tiempo asegurar la cremà (que supervisan los bomberos en las más grandes o complicadas), bien porque el tipo de material no prende tan rápido, bien porque no se ha llenado lo suficiente de material inflamable.
Aviso: personalmente, si vais a venir, os recomendaría que trajéseis ropa cómoda y que no os importe mucho estropear. Tened en cuenta dos cosas: vais a caminar muuucho, un 50% de las calles de Valencia estarán cortadas, y se va a todos lados a pie; y por otra parte, lanzan petardos y otros artilugios en tooodas partes, lo que implica que te puedan caer cerca, así que eso de llevar «esos pantalones de hilo que tengo tan chulos», o «esas medias nuevas que me sientan de vicio».. mejor para otras fechas, que cada uno haga lo que quiera, pero vamos, que no son fechas para lucir modelitos (como no seas fallero, claro)… xD
Cómo llegar a la Mascletá
El centro de Valencia y en concreto la Plaza del Ayuntamiento es una de las zonas más accesibles de Valencia. Es decir, existen multitud de transportes urbanos que llegan allí en temporada regular y además la estación de Tren está a escasos 5 minutos de distancia a pie. Otra cosa es que llegar allí en coche sea algo más difícil por el tráfico, pero eso es obviamente tónica general de todas las ciudades :).
El Metro es la opción más aconsejable para llegar a las Mascletàs siempre que no estés lo suficientemente cerca como para acercarte andando. Lo que ocurre es que tanta gente acude al Metro (Que también te deja a escasos 5 minutos de la Plaza del Ayuntamiento) que realmente se llena de forma desproporcionada. ¿Habéis visto los metros japoneses? Pues algo muy similar! Poder sentarse antes de las Mascletàs en el metro es algo imposible!!! Pero llegar, llegan. En unos minutos estaréis en la parada de COLÓN y con sólo seguir a las miles de personas que allí habrán, llegaréis en un momento a la zona. Como digo, la parada de metro de COLÓN está cerquísima de la Plaza de España, pero también hay otras que os dejarán a escasos 300 metros.
Las paradas que debéis buscar son:
- COLÓN [Línea 3 y 5]
- PLAZA ESPAÑA [Línea 1]
- XÀTIVA [Línea 3 y 5]
Para llegar desde fuera de Valencia en Tren tampoco hay problema. La Estación del Norte coincide justamente con la parada de metro XÁTIVA. Desde ahí podréis ir a la Plaza de España muy fácilmente, caminando unos minutos.
Para llegar en Coche, a no ser que conozcas una zona de aparcamiento, debes tener muchísima paciencia. Las calles se cortan por la gente y por las Mascletàs y es muy complicado acceder y mucho menos aparcar!.
Y los buses y Taxis llegan muy cerca también de la zona, pero existen tantas combinaciones que siempre es mejor informarse un poco antes en la web de los Autobuses y en el teléfono de la compañía de Taxis, por disponibiliad, horarios….
Receta fallera: los buñuelos de calabaza
Cuando se habla del plato típico de las Fallas, muchos foráneos pensarán en la paella, pero la realidad es que en “fallas” sólo se piensa en la fiesta y en disfrutar al máximo, por lo que la cocina se tiene un poco olvidada.
Los “bunyols de carabassa” o buñuelos de calabaza es la receta más típica, y su producto se vende por las calles dada la facilidad de su consumo en pleno tránsito.
Para prepararlos se seguirán los siguientes pasos:
Si quieres preparar buñuelos para cuatro personas necesitarás
- 2 kilos de calabaza
- 10 gramos de levadura
- 1 kilo de harina
- 1 litro de agua
- 250 cc. de aceite
- 250 gramos de azúcar
Ahora sólo tienes que hacer los siguientes pasos:
- Se cocina la calabaza: Se coge la calabaza y se hierve o se asa al horno, y seguidamente se tritura hasta que quede una pasta suave.
- Se prepara la pasta: Se coge el agua de la cocción de la calabaza, que es la ideal, u otra nueva si se había asado. Se echa la harina en un bol grande, se le añade el agua, y seguidamente la mayor parte del azúcar y la levadura. Se amasa todo, preparando una pasta, que se dejará un rato en reposo.
- Se unifica la masa: Cuando se comprueba que ambas pastas tienen la consistencia adecuada, se juntan para preparar una suave masa única.
- Se prepara el aceite: En una sartén se echa aceite sin complejos, y se pone a freír, esperando que esté bien caliente antes del siguiente paso.
- Se les da a los buñuelos la forma adecuada Se toma la masa, y se van haciendo pedacitos a los que se hace un un agujero en medio, dejándolos seguidamente en el aceite caliente. Cuando toda la masa está en el aceite en forma de buñuelos agujereados, y una vez se comprueba están hinchados y dorados, se van retirando con la espumadera.
- Se le da el toque final: Con todos los buñuelos en una bandeja, bien hinchados y dorados, se los espolvorea con abundante azúcar, la que nos había sobrado al principio, para que adopten la sensación dulce característica.
Y a comérselos.
Consejos de seguridad si es la primera vez que vas a Las Fallas
Nunca olvidaré en mi primera Mascletà los consejos que me dieron, sobretodo porque me impactaron enormemente xD. Yo llegué allí, más asustada que otra cosa, y sólo pensaba en apretar fuerte los dientes y taparme los oídos para no llevarme un susto. Pues bien, ninguna de las dos cosas eran correctas!, más bien todo lo contrario. Los consejos que te dan cuando vas a la mascletà son básicamente dos:
- No apretar los dientes. El sonido es muy fuerte y cualquier vibración unida a la fuerza con la que cierras los dientes podría hacer que te lleves una sorpresa :P.
- No taparse los oídos!!! El sonido debe propagarse, aunque sea un poco, taparse los oídos totalmente con tales estruendos puede ser contraproducente.
Lo dicho, dos de los actos reflejos más comunes no son recomendados en este caso :P. Así que desde ese día yo veo las Mascletàs con la boca bien abierta y los oídos despejados. Luego según admitas más o menos sonido, puedes alejarte un poco.
Otro consejo de seguridad de otra índole es en lo referente a bolsos y carteras. Valencia no es una zona especialmente conflictiva, más bien como cualquier ciudad muy transitada. Es obvio que en momentos como las Mascletàs con tanta gente junta pendiente de la fiesta, existe mucha picaresca por parte de los amantes de lo ajeno. Así que ya sabéis, cuidad con las cosas, tenerlas bien cerca y estar atentos!. Siempre hay por allí tanto policías como ambulancias por si pasa cualquier cosa.
Y por último, tod@s hemos visto que este año ha habido una explosión de la furgoneta de una de las pirotécnicas, con algunos heridos. La verdad es que fue un suceso muy desafortunado, que en absoluto es la tónica general de las Mascletàs. Normalmente hay una seguridad sorprendente, y solamente en sucesos aislados como este hay a veces accidentes. Sin duda estoy segura de que es una de las fiestas más seguras, a pesar de que la pólvora es el tema central.
Conclusión
Sinceramente, creo que las Fallas en sí es algo que TODO EL MUNDO DEBERÍA VER al menos una vez en la vida, sin embargo sabemos lo que son y podemos intuir algo grandioso y colorido, podemos imaginarlas en nuestra cabeza de algún modo aproximado. Pero las Mascletàs, las mascletàs sí hay que vivirlas. Todo el mundo debería experimentar lo que se siente al escuchar una Mascletà. Intentando explicar lo que son y lo que representan, me doy cuenta de que es algo muy complicado de explicar, es necesario estar allí, a pie de recinto.
La primera vez que vives una, puedes asustarte o encantarte, pero no lo olvidarás fácilmente. La gente divirtiéndose, el ambiente fallero, el olorcito a pólvora, los aplausos… es algo que por sí sólo destaca durante estos días. Si además le unimos un espectáculo pirotécnico de esa magnitud, puede ser grandioso para alguien que visita la ciudad.
Espero haber hecho un resumen claro, si algún valenciano cree que he de incluir algo, o que me he equivocado en las apreciaciones, agradecería que me lo indicaran en el buzón, y de ese modo, podría corregir cualquier error.
En cualquier caso, es mi visión de las Fallas, desde fuera, como gallega visitante, así que espero que me perdonen que haya dado importancia a unas cosas, que en Valencia se ven como normales, y no me haya parado en otras, que a lo mejor les importan mucho más.
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