Os voy a hablar sobre este espacio lúdico-termal situado en las Termas de Montbrió. Hoy en día han proliferado los complejos de este estilo, muchos de ellos como complemento a hoteles y cuya filosofía se basa en buscar la tranquilidad y la relajación en ambientes donde el agua es el elemento principal.
No es el primer spa que visitó y no será el último, por lo que mi punto de vista variará mucho respecto a lo que pueda ser una primera experiencia.
Contenido de la Guía
Aquatonic
El spa Aquatonic está situado en el complejo Termas de Monrbrió, en la provincia de Tarragona a pocos minutos de Reus y Cambrils.
Fuimos toda la familia este jueves por la mañana y está ha sido nuestra experiencia.
Al llegar al complejo un cartel que indica «Aquatonic» nos desvia a una zona de aparcamiento de tierra un tanto descuidada, quizás debido a las obras de ampliación que se están realizando en el complejo.
Tras un buen rato caminando llegamos a la recepción de Aquatonic, donde nos indican el precio que es de 28,50 euros con el IVA aparte, por persona adulta. Junto con un albornoz, zapatillas y gorro de baño nos entregan una pulsera que nos permitirá abrir la taquilla asignada del vestuario y acceder alas instalaciones propiamente dichas. Dos consejos en este punto: la perdida de la pulsera conlleva 30 euros de multa y os aseguro que es muy fácil perderla así que cuidado, por otro lado están las tallas de los albornoces, son bastante grandes y aun servidor le sobraba medio albornoz, arrastrándolo por el suelo y con las mangas colgando como si de un alma en pena se tratase.
Frente a la recepción están los vestuarios, comunes para los dos sexos, donde hay vestidores, taquillas, duchas y lavabos. Una vez cambiados nos dirigimos al spa, donde tendremos que pasar nuestra pulsera para entrar por una puerta giratoria.
Pronto nos encontraremos con un pasillito en forma de «U» donde pasaremos recibiendo la ducha de varios chorros colocados en las paredes, conviene entrar en bañador y dejarse el albornoz y zapatillas a un lado para recogerlos luego, es una obviedad pero había gente que entraba totalmente tapada y luego salía calada hasta los huesos. Enseguida veremos unos colgadores donde dejaremos nuestro albornoz en el mismo número que corresponde a nuestra taquilla.
La primera visión es la de dos piscinas dentro de una superficie acristalada que te permite disfrutar de la belleza del entorno exterior, una de las piscinas tiene cascadas varias con diferentes chorros y dos minijacuzzis, como es la primera que encuentras allí nos metimos, el agua estaba templada tirando a caliente, no había mucha gente, en total ocho personas contándonos a nosotros que éramos cuatro por lo que no hubo problemas para probarlo todo y comprobar las bondades de los chorros a presión sobre nuestras cervicales.
Una característica común a todo el Aquatonic es que no hay un puñetero letrero que te indique el nombre de cada instalación, ni sus beneficios ni el orden en el que has de usarlas. Se veía a la gente muy despistada por no saber lo que tenía que hacer ya que por ejemplo es obvio para los habituales de estos sitios, que después de un baño turco te has de meter en un frigidarium (agua fría) pero en Aquatonic has de buscarlo y si es la primera vez que vas a un sitio así nadie nace enseñado para saber lo que debe hacer.
Sigamos con el recorrido. Antes de entrar en la segunda piscina, detrás de la primera hay un pasillo en forma de semicírculo donde te encuentras con diversas instalaciones como un pediluvio, que es una minipiscina de agua fría con cantos rodados en el suelo, dos caldarium, que son piscinas con agua caliente y chorros de hidromasaje, el frigidarium, agua fría, duchas y el baño turco. Todas las paredes están recubiertas con un roca artificial creando la sensación de que estás en unas cuevas. Hay aberturas y ventanas cubiertas con cristales por las que ves el exterior.
Después de ese recorrido fuimos a la segunda piscina dónde predominaban los hidrojets que masajeaban diversas partes del cuerpo. Hay una zona en forma de círculo donde una fuerte corriente te impulsa como si estuvieras en un rio y donde solo te tienes que dejar llevar, pero cuidado con relajarte demasiado ya que te puedes dar algún golpe. En el centro del río se elevan como dos copas gigantes, son dos jacuzzis con burbujas grandes y pequeñas ideales para relajarse.
La gente no tiende a concentrarse en ningún sitio, por lo que no había agobio ni colas en las instalaciones, también estábamos muy pocos y supongo que no será lo mismo cuando esté a tope de capacidad, que creo recordar, es de unas doscientas personas. En todo momento había socorristas a la vista por lo que pudiera pasar.
Estuvimos unas tres horas, aunque el tiempo es ilimitado dentro del horario, pero ya estábamos arrugados como una pasa, así que nos fuimos a los vestuarios donde nos cambiamos de ropa y nos duchamos, todas las duchas cuentan con un dispensador de gel por lo que no hace falta llevártelo de casa. Una vez cambiado depositas las zapatillas en una cesta, aunque también te las puedes llevar a casa así como el gorro, y devuelves el albornoz en recepción junto con tu pulsera.
Opinión personal
En relación a otros espacios de este tipo en los que he estado, Aquatonic se encuentra en un nivel medio en cuanto a instalaciones en las que muchos hoteles le van por delante. Un fallo muy gordo es la falta de señalización y explicación de las instalaciones, falta información y eso en un espacio de estas características no se puede permitir.
En cuanto al personal yo creo que la dirección debería plantearse hacerles un cursillo de amabilidad y atención al público, la impresión es bastante mala, palabras como «buenos días» o el detalle de preguntar «que tal lo han pasado» es algo de lo que carecen, comparándolo con otros sitios es penoso, se supone que un spa es un sitio de disfrute y relajación para el cliente, que ha pagado y no poco, por estar en un ambiente agradable. Un cero en este aspecto y que tenga cuidado la dirección porque cuesta ganarse un buen nombre pero una vez ganado lo tienes que conservar porque la competencia acecha.
¿Repetiré? Seguramente si, sobre todo porque está muy cerca de casa y en un momento te plantas allí, pero espero que mejoré en los aspectos antes comentados.
Nota: estaba totalmente prohibido hacer fotos e introducir cámaras.
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