Reserva Natural Castillo de las Guardas

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Lo primero decir que soy una gran amante de los animales y que estoy totalmente en contra de los zoológicos, porque recluyen a los animales en jaulas pequeñísimas, donde se ve que no son felices.
Es por esto que cuando me hablaron de La Reserva del Castillo de las Guardas me mostré reticente a ir.

No obstante, mi padre insistió, decía que él ya había estado y que los animales estaban muy bien y tal.
Finalmente, el pasado domingo día 2 por la mañana, fui de visita a este parque natural.

Situación

El recinto queda a unos 30-45 minutos de Sevilla en coche, aunque como yo no conducía y no soy de allí pues no sé exactamente qué autovía ni carretera hay que coger.

Dentro de La Reserva se pueden observar vestigios de las antiguas minas del Castillo de las Guardas.
Otro aspecto es que por medio del parque pasa el río Riotinto.

Información general

Esta Reserva Natural, donde los animales están en semilibertad, está en el norte de la provincia de Sevilla. Tiene una historia curiosa.

Está documentado que allí estuvieron los romanos arañando la tierra con un sistema sui generis que consistía en introducir agua a presión dentro de galerías con lo que terminaba por derrumbarse la montaña aflorando, así, los minerales.

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Cuando nuestro siglo XX llevó a la miseria a las minas de Andalucía Occidental, los propietarios de las mismas (casualmente casi todos extranjeros) se marcharon a sus tierras en busca de otros negocios mas rentables. Esta mina quedó abandonada hasta que el estado tuvo una idea brillante, cosa rara, decidió convertirla en una reserva natural.

Son 230 hectáreas de frondosa masa forestal (del bosque de la sierra sevillana donde aun pueden verse grandes masas de quercus, de encinas, de quejigos; de esos arboles mediterráneos que tanto abundaban hasta llegar el IARA y sus pinos y eucaliptos) donde los animales se agrupan por familias en grandes espacios donde se pueden mover libremente. Los edificios de la mina han sido reconvertidos para esta atracción turística.

Nada más llegar, vas a la taquilla y compras la entrada (15€ por persona), junto a la cual te dan un librito informativo con el mapa del parque, los animales… Una vez comprada, se la muestras a la chica que hay en la barrera y te la abre para que pases con el coche hasta una zona donde puedes aparcarlo.

Puedes escoger entre hacer el tour en tu propio coche o en un trenecito (5€ por persona).
Antes de iniciarlo, puedes comprar bolsas de pan duro (1€ dos bolsas) si te anima la idea de dar de comer a los animales (no está permitido alimentarlos a todos, pero sí a la mayoría).

Hay unos cuantos animales que están cercanos a la zona donde se aparcan los coches, por lo que no forman parte del tour «sobre ruedas» y para verlos vas andando, están situados en el llamado «Jardín de los Canguros» y en la «Isla de Aves Acuáticas».

Puedes ir al espectáculo de leones marinos que hay en un recinto con piscina acondicionado para ello, puedes preguntar a qué hora es en la propia taquilla.

Si deseas quedarte a comer en el parque, éste ofrece un restaurante basado en platos combinados o llevar tu propia comida y comer en una zona de camping (que tiene barbacoa). Yo no comí allí, así que no sé qué tal será.

El parque también cuenta con un gran lago en el cual puedes alquilar patines para darte un paseo por él; con una tienda de souvenirs (bastante cara, como suele ocurrir); aseos; y kioscos.

Animales del parque

La clases de animales que ves en el tour son muy variados: Nilghai, adax, oryx y eland (cuatro clases de antílopes), emús (aves corredoras parecidas a las avestruces), osos pardos, avestruces, dromedarios (en cuanto oyen el motor del trenecito, se lanzan a él para pedir pan a la gente, pero son súpertiernos y simpáticos, no agreden ni nada perecido, solo corres el riesgo de que te babeen la mano al cogerte la comida), watussis (son similares a las vacas, pero con grandes cuernos), guanacos (muy parecidos a las llamas), cebras, tigres de bengala, elefantes asiáticos, jirafa, rinoceronte blanco, leones, sprimgbook (gacelas), hipopótamos, bisontes americanos…

Las clases de animales que están en el «Jardín de los Canguros» son: Wallabys (canguros enanos), aligator Americano (cocodrilo), pony de Shetland, chivos de Hungría (parecidas a las cabras, son simpatiquísimas y si les caes bien (si les das pan ^^) te persiguen allá donde vas), monos…

En la «Isla de Aves Acuáticas» encuentras al Busardo Ferruginoso, al Harris Hawk, al Red Tail, al Busardo Puna, al Cóndor de los Andes, al Águila Escudada, al Busardo de Espalda Roja, al Buitre Leonado, al Halcón Sacre, al Halcón Alfaneque, al Búho Real, al Cara-Cara Crestadom, al Calao Trompetero….

Impresión personal

reserva castillo de las guardas

Me sorprendió ver que la mayoría de los animales campan a sus anchas por el parque (excepto los peligrosos como leones, tigres, osos, rinocerontes, bisontes y elefantes). Los que están en recintos cerrados, disponen de amplísimos espacios que recrean sus hábitats naturales y dónde tienen espacio más que suficiente para estar a gusto. Por su parte, para que los que están sueltos no salgan del espacio del tour, hay colocadas en las puertas una especie de rejillas para que los animales no pasen por encima al ver que pueden colarse sus patas.

Leyendo otras opiniones, he visto que alguno ha denunciado el «mal estado de algunos animales». Como he dicho, me repugnan los zoos, y cuando visité La Reserva puse especial atención en las condiciones de vida de los animales. Pues bien, debo decir que yo no vi a las criaturas en mal estado. Como he dicho, incluso los que están en recintos cerrados disponen de un espacio muy muy amplio.

No obstante, es cierto que hay algunos animales que sí están en jaulas. Son muy pocos, quizás dos o tres especies (por ejemplo, los monos y los cocodrilos). Esto no me gustó nada, pues me pregunto por qué mantienen a estos animales en jaulas cuando ni los leones o los tigres que podrían considerarse los más peligrosos no lo están. Es posible que sean de reciente llegada y aún estén preparándoles su hábitat en semilibertad (recuerdo que había varias zonas en construcción).

De todas formas, no deben estar muy tristes los animales cuando numerosas especies se han reproducido en varias ocasiones desde que están en La Reserva (leones marinos, eland, cebras, chivos de Hungría… entre otros).

Me gustó mucho la zona en la que estaba La Reserva. Me comentaron que en verano, por la sequía, se pone feo; pero yo fui en diciembre y todo estaba muy bonito. Además, nos hizo un día soleado y sin nada de frío.

El espectáculo de leones marinos no me gustó, pero no por la falta de arte de los animalitos, que lo hicieron divinamente. Sino porque nunca he visto con buenos ojos el adiestramiento de focas, delfines, leones marinos y demás animales para que hagan espectáculos circenses.

Eso junto con la reclusión (quizás temporal, no lo sé) de dos o tres especies fue lo que no me gustó del parque.

Conclusión

Aunque lo ideal es que todos los animales estén en sus hábitats naturales, dentro de los parques naturales hay parques y parques, puedes dar con uno que no sean cárceles para ellos y que, manteniéndolos en un aceptable entorno de semilibertad, se contribuya a reproducir algunas especies que están en peligro de extinción. Creo que La Reserva del Castillo de las Guardas es una de esas positivas excepciones. Un poco caro quizás, eso sí.

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