Como un oasis a orillas del Mediterráneo, entre los desiertos de asfalto en que han convertido sus costas, el Parque Regional de Calblanque se mantiene inalterado en su belleza ancestral.
Calblanque es un parque natural del sur de la región de Murcia. De paisajes áridos pero espectaculares, esconde un tesoro por pocos conocidos: la playa de Calblanque.
Contenido de la Guía
Cómo llegar al Parque de Calblanque
Los accesos están bien señalizados, aunque no son de muy buena calidad. He descubierto dos maneras de ir. Una, bien señalizada, desde la Vía Rápida de la Manga, a unos 4 km. de La Manga. Se accede a un camino de tierra, pedregoso, en la que no se puede ir a más de 30 km/h.
Desde que se coge el camino (no sabría calcular con exactitud), habrá de 2 a 4 kilómetros de camino de tierra hasta llegar a la playa.
El segundo camino (que no está señalizado) prescinde de la Vía Rápida, y nace en Los Belones. De allí surge un camino de tierra que comunica con el camino de tierra antes comentado.
En la playa hay suficiente sitio donde aparcar. Desde los estacionamientos a la playa hay pasillos para poder ir descalzo, aunque no lo recomiendo. El suelo es una mezcla de arena y pizarra algo dolorosa.
Conociendo Calblanque
Calblanque, desde las dunas fósiles hasta las playas de blancas arenas, las salinas, donde reposan garzas y flamencos y ese bosque mediterráneo pleno de palmitos, nos introduce en su mundo selvático, en cuyas primaveras explotan los colores de más de ochocientas especies vegetales, sobre el fondo azul del tranquilo mar.
Ocupa un territorio virgen entre las poblaciones de Portman y Cabo de Palos. Está recorrido de Este a Oeste por las estribaciones de la Sierra de Cartagena, lo que produce elevados acantilados de sorprendente hermosura, en contraste con las extensas playas de doradas arenas y el verdor de los humedales. En las umbrías, comienzan a florecer las orquídeas durante el mes de febrero.
La playa es bastante larga y ancha. La zona suele sufrir fuertes vientos, con lo que el mar está picado. A veces la arena es arrastrada por el viento y hace daño al chocar con el cuerpo desnudo. Lo más importante es la resaca: mucho cuidado con irse a zonas profundas.
Todo el mundo conoce casos de gentes que han pasado un mal rato en Calblanque por adentrarse demasiado. Y cualquiera puede comprobar que el mar lo va arrastrando casi sin enterarse. Pero la experiencia de sentir las olas en una zona tan hermosa, sin edificaciones rompiendo el contorno, es única.
El paisaje es magnífico, con altos montículos de casi 300 metros a poca distancia del mar, y acantilados considerables. La roca habitual es la pizarra, por eso los acantilados son oscuros y grises, casi negros, lo que le da a la playa sus características únicas.
Caminando un poco se accede a unas calas rocosas en las que la gente practica el nudismo. Tampoco es raro ver a nudistas en el resto de la playa.
No hay duchas ni nada semejante, y en todo momento tenemos la sensación del terreno agreste, de parque natural, de naturaleza indómita y de que no habría que cambiarla (añadiendo duchas o servicios), ya que su hermosura reside en su condición de salvaje.
Por eso Calblanque es un bonito destino para aquellos que busquen algo diferente, lejos de aglomeraciones, lejos de urbes con rascacielos. Un destino íntimo, por el que merece la pena desviarse con tal de conocer.
Existe un programa de voluntariado ambiental, en el que pueden participar mayores de 18 años, o de 16 con autorización paterna. Las actividades del próximo programa consistirán en la restauración ambiental y el seguimiento de paisajes culturales amenazados. Estudio e interpretación de paisajes, identificación, cultivo y propagación es especies autóctonas y restauración de zonas afectadas por la abandonada minería.
Goza la posibilidad de realizar itinerarios guiados a grupos, en los que un guía explica con amplios e interesantes detalles, las características ambientales del parque en su recorrido. Una excursión diferente y una magnífica oportunidad para los grupos escolares de entrar en contacto con la más pura naturaleza. Se informa en el teléfono 968.298423.
El parque tiene vigilancia y punto de información en el que unos guapos muchachos te atienden de maravilla.
Un lugar inolvidable, que debe ser visitado con el cuidado que se maneja una copa de cristal.
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