Este fin de semana quería animar a mi mujer que andaba un poco triste por algunas cosillas y le propuse una excursión a donde ella quisiera, me sorprendió que quisiera ir a Porto do Son a ver el Castro de Baroña.
Yo nunca había oído hablar de este lugar y me apeteció mucho conocer algo nuevo. Así que nos hicimos unos bocatas y en camino.
Contenido de la Guía
Cómo llegar a Castro de Baroña
Tenéis dos opciones, si venís desde Santiago cogéis la carretera a Noia, y luego la carretera que une Noia con Porto do Son, seguís por esa carretera y cuando lleguéis a la playa de la Arnela os faltaran como 2 Kms, pasáis Abuin y encontrareis un desvío a mano derecha, que da la impresión de que han contado un trozo de montaña para hacer el camino, pues es ahí, veréis un restaurante en la zona de dentro que se llama Los Castros, y si no lo veis hasta el último momento no frenéis en seco, simplemente tenéis que reducir y a 30-40 m os encontráis la otra entrada, aparcáis donde podáis y a patear.
La otra opción es que vengáis desde Padrón, cogéis o bien la AC-305, o la vía del Barbanza VG-11, y podéis llegar hasta Ribeira, pero si sólo queréis ir al Castro, salís en la segunda salida de Pobra do Caramiñal y torcéis a la derecha, hacia Moldes (podéis aprovechar y desviaros hacía la Curota y ver las vistas, tanto de la Comarca como de todas las Rias tanto las Altas como las Bajas, que para algo somos la frontera), seguís esa carretera y al final de la misma cogéis otra vez a la derecha hacia Porto do Son.
Cuando hayáis pasado Queiruga, empezará una zona boscosa, cuando a mano derecha os encontréis el Café Insua podéis empezar a reducir, a continuación tenéis el Restaurante AreaLonga, y cuando estéis a su altura veis una señal de desvío a la izquierda, pues ahí empezáis a poner el intermitente y cogéis el desvío y lo mismo que antes si aún así os despistáis no frenéis en seco, continuáis hasta la otra entrada.
Ah, que se me olvidaba, lo anterior es por si venís por la semana, los fines de semana es más fácil, por que cuando veáis toda la carretera llena de coches aparcados, eso ya os indicará que habéis llegado.
El Castro
Un poco de historia, fue descubierto en 1.933 y declarado Patrimonio Artístico Nacional, se encuentra en la Punta do Castro, que es una mini península dentro de la Península del Barbanza. Y se supone que estuvieron habitados hasta la llegada de los suevos.
Se accede a los Castros por un camino que a veces está empedrado y otras no. Primero nos encontramos con dos murallas paralelas que servían de defensa a los posibles ataques.
A continuación, como a unos 50 m. Otros muros paralelos y escalonados que terminan en la puerta de entrada al Castro.
Tras la puerta de entrada, encontramos unos peldaños y accedemos al poblado propiamente dicho, que está dividido en dos zonas una inferior y otra superior (por eso por aquí nos referimos al Castro como los Castros) separadas por otra muralla más.
Las construcciones la mayoría son de planta circulas aunque hay algunas de planta ovalada, de banco corrido y no tienen puertas.
Respecto a por que no tienen puertas los entendidos no llegan a ponerse de acuerdo, pero la mayoría opina que debido a que los muros no son muy altos, las puertas debían estar situadas en el techo.
El Castro de Baroña es el típico castro marítimo, en los restos encontrados se aprecia el vínculo que tenían sus habitantes con el mar, se han encontrado anzuelos muy parecidos a los que se usan hoy en días, hay una zona que se llama «concheiro» por la cantidad de conchas de moluscos y mariscos que se encontraron.
El deterioro del Castro de Baroña
Las edificaciones del Castro están en franco deterioro. Hace catorce años que no se hace nada para conservar y restaurarlo y se nota bastante. Podemos encontrarnos piedras de las construcciones que están sueltas, otras tiradas justo al lado de los muros y más esparcidas por la hierba.
También llama la atención el cemento que se ha utilizado en la mayoría de las edificaciones. En los ochenta estaba permitido usar este material en los yacimientos arqueológicos, un gran error.
La acción de los turistas en el Castro es visible, la gente mueve piedras, lo pisa todo, deja basuras y todo ello sin ningún control por parte de las autoridades.
En los años 80 se restauraron parcialmente, manteniendo lo que allí existía (y no haciendo aberraciones como en otros castros), y uno de los arqueólogos que participo, (no sé su nombre e intente buscar por internet, pero no he encontrado nada) opina que según los restos encontrados (aleaciones raras de metales), la situación (lejos de campos de labradío, agua, vías de comunicaciones), lo que no se encontró (los utensilios usuales para lo cotidiano que en los otros castros se encuentran a punta pala, como por ejemplo las agujas para hacerse la ropa), el Castro debió de ser una especie de pueblo de desterrados, a los que no se les permitiría vivir en lugares más cómodos y que debieron dedicarse al comercio, hay muchos que No están de acuerdo con él, pero ahí os lo dejo como curiosidad.
Los alrededores
Cuando llegas a la zona del Castro de Baroña te encuentras con un bar-restaurante en el cual no entramos por que llevábamos unos bocadillos, pero tenía buena pinta para comer.
A parte de esto hay una zona de picnic donde poder comer e incluso hacer una barbacoa, puesto que tienen un par de ellas preparadas para su uso. Todo esto está en una zona rodeada de pinos que en verano harán del lugar un sitio perfecto para pasar la tarde a la sombrita y relajados.
También hay una pequeña playa donde en veranito estoy segura de que te puedes dar unos buenos baños, así que tenéis el día completo en este Castro, visita a un yacimiento, picnic y baño en la playa, ¿qué más queréis?.
Nosotras fuimos en un día realmente malo con muchísimo viento y lluvia, pero aún así el sitio es precioso. Realmente la experiencia del viento revolviéndote el pelo, empujándote, la lluvia sobre la cara, la paz que emana el lugar, todo el conjunto fue una experiencia preciosa.
Te llena de energía el sentir la naturaleza brava, desbocada. El darte cuenta de que realmente no controlas nada, eres una simple rama quebradiza en las manos de la naturaleza, te hace pensar.
Y nada más, lo mejor es que los veáis con vuestros ojos y sintáis la magia del lugar. Que conozco gente que ha dormido allí y dicen que es una experiencia inolvidable. Es un lugar precioso, lleno de energía y muy completo como visita turística para un dominguito de buen tiempo.
Os recomiendo que antes de ir os informéis un poco sobre el Castro de Baroña puesto que allí no tendréis ni guías ni nada por el estilo que os ayude a entender lo que estáis viendo.
Para terminar decir que la Playa de Area Longa que está al lado es nudista….
Y también os recomiendo que os acerquéis a la Playa de las Furnas, en Xuño, que es donde se rodó Mar adentro, y con cuidado que es mar abierto y hay muchas corrientes, pero el paisaje vale la pena.
Ingeniero de Telecomunicaciones y viajero incansable, trato de descubrir la historia y belleza de cada rincón del lugar que visito, por simple o sencillo que pueda parecer para dar a conocer al mundo sus secretos. ¿Te gusta viajar? Acompáñame en este viaje y disfruta conmigo del mundo. Los textos que encontrarás en esta web han sido escritos por muchas personas contando su experiencia en el lugar visitado, la web no se responsabiliza de la exactitud, lo actualizado que está su contenido y las opiniones vertidas en los textos. Si tú también quieres contar tu experiencia, puedes escribirnos un mensaje.