El aeropuerto de Eivissa se encuentra casi en el extremos sur de la isla, en una zona llamada Es Codolar (de ahí su nombre), lindando con el Parc Natural de Ses Salines. A mí me pareció un contraste muy curioso el estar yendo por el interior de un parque natural y ver el aeropuerto ahí al fondo, pero bueno, cuando se construyó, allá por los años 60, estas cosas no se miraban… Dista aproximadamente unos 7 km de la ciudad de Eivissa, capital de la isla homónima, a la que se accede por una carretera tremendamente fea y triste.
Es obvio que, siendo Eivissa la isla balear con una estacionalidad turística más elevada (eso es cierto, en 1º de carrera hicimos una práctica sobre ello!! XDDDD), la época de mayor ajetreo será en verano, cuando hay montones de vuelos chárter ingleses, alemanes e italianos. Después, en invierno, apenas quedan vuelos nacionales a Madrid, Barcelona, Palma, Alicante y alguna otra ciudad, pero aún así más de 4 millones de personas pasan por él cada año, lo cual es el doble de los que visitan los aeropuertos de Valencia, Sevilla o Bilbao, por nombrar otras ciudades con mayor población y menor tráfico de pasajeros.
Por supuesto, Iberia, Spanair y Air Europa vuelan allí todo el años, pero no son las únicas regulares en hacerlo, ni mucho menos. Air Berlin y Vueling también. Y easyJet, y Hapag-Lloyd Express, y dba (que no vuela a Palma, pero sí a Eivissa), y British Airways… Y todas estas sin contar las charters veraniegas: MyTravel, First Choice Airways, Britannia, Hapag-Lloyd, Thomas Cook, Livingston, Neos, Eurofly…
Contenido de la Guía
Llegadas en el aeropuerto de Ibiza
Para qué vamos a negarlo, la primera impresión que tuve de Eivissa, todavía en el aire, fue bastante desalentadora. Lo primero que se ve de la isla en la aproximación son ‘cajas de zapatos’, es decir, una hilera de hoteles casi directamente sobre la arena. Aunque bueno, es justo decir que una vez estás en tierra descubres sitios preciosos ignorando totalmente estas cosas…
Pero en fin, ese no es el tema. La cuestión es que una vez aterrizados, el desembarque se realiza a pie. Esto, para los que tenemos como aeropuerto-base Palma (o Madrid, o Barcelona, u otros aeropuertos ‘grandes’), es todo un espectáculo, algo exótico, acostumbrados a tener siempre un ‘finger’ o una jardinera. Pero en Eivissa es así. Lo que pasa es que no hubo nadie que nos dijera “vayan por aquí, sigan esta línea” o algo parecido, lo que si te pones a pensar puede ser un detalle de falta de seguridad, teniendo en cuenta la cantidad de vehículos que pululan por la pista, en especial si el avión acaba de aterrizar y hay que atenderlo.
Cuando entras a la terminal pasas justo por al lado del patio de maletas, visión que en mi opinión debería estar oculta a los pasajeros (a nadie le gusta ver lo que hacen con su equipaje…). Y cuando accedes a la sala de recogida de equipajes te das cuenta de que en los años 60 se construían aeropuertos como churros.
Dicho espacio consiste en una sala oscura, no demasiado bien iluminada (las baldosas oscuras no contribuyen a ello), con 8 cintas de recogida de equipajes, dos de ellas dobles. No sé yo si los días de mayor tráfico son suficientes, imagino que deben poner las maletas de 3 vuelos por cinta… En esta sala también están las oficinas de las compañías de alquiler de coches y de ‘lost & found’ de las diferentes compañías. Si el vuelo es no comunitario, el equipaje se entrega por la cinta 1, que es la que está más al fondo, al lado del control de pasaportes.
Para salir de aquí hay tres puertas, que dan a una especie de pasillo en el cual hay cafetería, cajeros automáticos y sucursal de La Caixa, muchas oficinas de tour operadores, multitienda, información turística y otras cosas habituales en estos sitios, además de, como no podía ser de otra forma, stands promocionales de las más famosas discotecas ibicencas. Después, a la calle, y hasta que vuelvas a casa olvídate del aeropuerto.
Por cierto, si has alquilado un coche, el parking de coches de alquiler está justo en el otro extremo del edificio xD
Salidas en el aeropuerto de Ibiza
A la salida es cuando te das cuenta de que un aeropuerto de los años 60 nunca soportará un crecimiento tan acelerado de pasajeros sin resultar antiestético. Resulta que la fachada del edificio es más o menos uniforme, pero cuando entras te das cuenta de que sólo eso es uniforme.
Nosotros entramos por la primera puerta al lado del parking de coches de alquiler. Y resultó que era el extremo opuesto a los mostradores de Iberia, que son los primeros, así que fuimos para allá, pasando por tres edificios diferentes unidos (de ahí el título xDD), puestos como ‘añadidos’ y formando vestíbulos, con los mostradores de facturación siempre al fondo, pero unos más cerca de la puerta, otros más lejos… Vamos, que de uniformidad, nada de nada. Ejemplo de no-uniformidad: los mostradores de facturación son diferentes en cada uno de los vestíbulos.
Sólo hay servicios (oficinas, cajeros automáticos, etc.) en el vestíbulo más grande, es decir, el del primer edificio, que es donde están las llegadas. En el resto sólo hay mostradores de facturación y paneles de información.
Una vez facturas se supone que tienes que ir a embarcar. Las puertas de embarque se encuentran en la primera planta, a la que se accede por unas escaleras mecánicas algo escondidas.
El piso de arriba es tan oscuro como la planta baja, y en él hay varias tiendas (de gastronomía típica, kiosko, música…), cafeterías y restaurantes (Burger King incluido) y un cajero automático. Y aquí viene un capítulo aparte para los aseos…
Resulta que yo, cuando viajo y salgo de mi hábitat, no sé por qué razón no hay manera de poder ir al baño a hacer ‘aguas mayores’ (ya me entendéis… xDD) hasta el tercer o cuarto día. No veas tú cuando llego después a casa lo que sufro. Pues bien, mientras mis amigos estaban en la cafetería sentados, yo aproveché ese momento para hacer ‘mis deberes’ y dejar un último rastro de mi presencia en Eivissa. Y no veas tú cuando entré en esos baños!!
Qué lujo!! Qué gusto!! Super espaciosos, totalmente reformados y con todas las comodidades. Y atención: música clásica!! Perdón por la expresión que voy a soltar ahora, pero ha sido la cagada más perfecta de mi vida!! XDDDDDD
Total, que después de pasar el filtro de seguridad, se accede a la zona de embarque, que cuenta con 12 puertas agrupadas de 2 en 2. En 8 de ellas hay instalaciones para realizar control de pasaportes, si es necesario. En el aérea de embarque también hay algunos servicios, como kiosko, restaurante y cafetería.
Nuestro vuelo salía por la puerta 1. Se me hizo muy extraño embarcar por la puerta ‘1’; acostumbrado a embarcar en Palma por la D67 o la A20, eso de que las puerta no tengan letra de referencia… xDD Para el embarque, bajamos una escalera que nos dejó en la plataforma de aeronaves y otra vez a caminar hasta el avión (bueno, tampoco os penséis que está en el quinto pino…), esta vez también sin que nadie nos indicara dónde podíamos pisar y dónde no, y con más riesgo, que ya estaba oscurillo.
El rodaje por la rampa hasta la pista fue como a la llegada, muy corto, si tenemos en cuenta que en Palma se tarda un huevo desde que el avión empieza a moverse hasta que entra en pista. Y bye bye Ibiza.
Más información
- Los aviones empezaron a aterrizar en Es Codolar cuando la Guerra Civil, pero no fue hasta 1966 cuando fue abierto definitivamente al tráfico civil internacional.
- En el aeropuerto de Eivissa sí hay papeleras. En Palma las quitaron “por razones de seguridad”, pero en la isla vecina son más listos. Solución: las papeleras son transparentes. Práctico, original y seguro.
- El lugar por el que se realiza la aproximación al aeropuerto, que yo he dicho que era tan feo, con hoteles tipo ‘caja de zapatos’, es Platja d’en Bossa. La vista desde el aire a tierra es penosa, pero de tierra a aire es fantástica. Yo en el agua y los aviones pasando sobre mi cabeza, Air Berlin, SAS… Algún día volveré, seguro!!
- La megafonía sólo está en castellano, catalán e inglés (al menos que yo oyera). En Palma está disponible según el destino en castellano, catalán, inglés, alemán, francés, italiano, portugués, italiano y sueco.
- De mayo a octubre, Es Codolar recibe el 85% del total anual de pasajeros que pasan por el aeropuerto.
- De los vuelos internacionales y al resto de la Unión Europea, el 70% son chárter.
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