Es curioso comprobar cómo en España hay numerosos sitios y lugares de interés por visitar, que mas o menos permanecen «ocultos» o sin mucha publicidad lo que hace que pasen desapercibidos, y ni siquiera se sepa que existen.
Aparte del famoso Museo del Prado, la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba y otros pocos sitios mas, hay sitios muy interesantes , que contienen en su interior trozos de historia y además no hay que irse muy lejos para verlos.
Y en mi caso, un día de permiso me hizo plantearme una pequeña excursión a un pueblo de rancia tradición marinera: San Fernando, donde estuve ya en otra ocasión pero en este caso con el objetivo de visitar uno de sus monumentos: El panteón de marinos ilustres.
Indicar que para verlo, me desplacé desde Sevilla en tren (Se encuentra muy cerca de la estación) donde me encontraría con otra persona para visitarlo.
Previamente, desde diversas paginas web me informé del horario de visitas, el cual es de martes a domingos, de 10:30 a 13:30 ,(todos sabemos que los museos cierran siempre los lunes) lo cual hizo que me desplazara a esa población en un tren que llego puntualmente a las 10:31. Aquí os dejo el horario y otra información útil del Panteón de Marinos Ilustres.
Horarios:
- Sábados y Domingos: De 10,30 a 13,30 h.
- Entrada gratuita.
Datos de localización:
- Dirección: Pº Capitán Conforto, s/n (Junto a la Escuela de Suboficiales) San Carlos.
- Teléfono 956 59 90 49 Fax 956 59 90 50.
Una vez que mi acompañante (residente en Cadiz) me recogió, nos dirigimos andando al panteón con la intención de visitarlo. Se encuentra ubicado muy próximo a la estación de ferrocarril, alejado del centro de la ciudad en una zona militar llamada poblado de San Carlos y donde se concentran diversos cuarteles de la Armada. La llegada a donde se encontraba el panteón, no lleva mas de cinco minutos a pie por una zona donde un cartel que pone zona militar y la presencia de numerosos vehículos y militares nos indica que este monumento se encuentra en una zona que pertenece a la marina de guerra.
Y allí que fuimos a preguntarle a un marino, y dimos afortunadamente con un hombre agradable y atento que se molesta en buscarnos y presentarnos al civil contratado que efectúa las visitas guiadas y le indica que si no le importa enseñarnos el panteón.
Después de esa autentica odisea, resulta que el guía bastante amable y simpático, es licenciado en historia y de Cádiz, el cual no solo nos abre el panteón, sino que encima, durante 45 minutos nos lo enseña con todo tipo de detalles haciendo muy amena la visita.
Tras encender las luces, nos sienta en los primeros bancos de la iglesia y nos cuenta la historia de la creación del panteón.
Toda la zona de Cádiz, la costa, el estrecho era ( o es) una zona estratégica donde pueden producirse invasiones, lo que dio lugar a establecer fortificaciones, defensas en esta zona de la costa y a la vez a la necesidad de disponer en el sur de una flota de buques para defender esta zona, puerta del Mediterráneo desde el Atlántico.
El rey Carlos III decidió crear en la isla de León (San Fernando) un poblado llamado de San Carlos, con parroquia, hospital y diversos servicios, poblado que a la vez formaba parte de la defensa de costa pues sus habitantes serian marinos de guerra. El panteón de marinos ilustres, no estaba pensado ni mucho menos como panteón, sino como parroquia del poblado y dedicado a la advocación de una Virgen. El proyecto original del poblado se queda en agua de borrajas y solo se construye la parroquia, el hospital , algunos cuarteles y poco mas.
Se comenzó la construcción en 1786 y como dato anecdótico, el panteón se acaba en 1959 tras numerosas vicisitudes. A mediados de 1800, se crea un colegio naval, y de parroquia en construcción pasa a ser la capilla del colegio naval. Es a partir de aquí,1850, cuando se tiene la idea de hacer que sea lugar de reposo de marinos ilustres y héroes de la marina, dada su vinculación con la armada. Hasta 1959 no se terminó de construir definitivamente, casi dos siglos después. Y hoy en día continúan colocándose sobre sus paredes algunas lapidas conmemorativas para recordar a marinos de la armada distinguidos.
Sus primeros enterramientos serian glorias históricas de la marina, como Jorge Juan y Gravina, si bien poco a poco, y con el tiempo, se va llenando con otros ilustres marinos, algunos desenterrados de sus cementerios de origen y trasladados al panteón.
Así, justo debajo de la zona que se encuentra delante del altar mayor, hay una cripta donde se encuentran enterrados 36 marineros cuyos cadáveres llegaron de Cuba en 1898, marinos que cayeron en la batalla naval que tuvo lugar en la Bahía de Santiago.
El altar mayor, tiene una imagen de la Virgen del Carmen, patrona de la marina y la sacristía que se encuentra en el altar tiene forma de camarote de buque. Justo encima de la cripta de los marinos caídos en Cuba, hay una lámpara de 500 kg de peso que cuelga del techo, la cual tiene a su alrededor escudos heráldicos de los apellidos de marinos ilustres (en la antigüedad había que ser aristócrata para poder ser oficial de la armada).
En el techo, un bonito fresco con buques veleros de guerra y la Virgen del Carmen, digno de admirar. A ambos lados de la nave principal, pues el panteón no deja de ser una iglesia, nos encontramos en los laterales con numerosas tumbas de marinos ilustres, o de personas vinculadas con la armada. En otros casos, en las paredes se encuentran lápidas conmemorativas que citan a marinos ilustres pero que no se encuentran enterrados allí, incluso sus cadáveres han sido arrojados al mar por morir en combate o bien se encuentran en paradero desconocido.
Es el caso de Blas de Lezo, militar que murió defendiendo Cartagena de Indias siendo enterrado en el olvido.
Una placa muy reciente en una de las paredes, me parece que de 2001 lo recuerda por su defensa de la ciudad de Cartagena de Indias.
Numerosas tumbas y túmulos funerarios se arremolinan a los lados, incluso algunos tapan la vista de otros. Cosa muy curiosa: algunas tumbas son alargadas, pero otras son pequeños obeliscos de uno o dos metros de altura. Los obeliscos corresponden a militares de la armada que pertenecían a la masonería.
La mayor parte de los inquilinos del panteón, son marinos de alto rango, almirantes o capitanes generales de la armada, y entre ellos se encuentran Cervera, almirante que lucho en la guerra de Cuba, el Conde de Venadito, capitán general de la armada ,o bien héroes de Trafalgar como Gravina.
Gravina es uno de los mas famosos, falleció un año después de Trafalgar a consecuencia de las heridas de la batalla, su cadáver fue sumergido en vino, enterrado en principio en Cadiz, después en Madrid y posteriormente al crearse el panteón fue uno de los primeros inquilinos. Su cadáver esta empotrado en una pared con la inscripción ¡Gravina! Y continua sumergido en vino.
También tanto Churruca como Alcalá Galiano, ambos caídos en Trafalgar tienen su lugar. Y Santiago de Liniers, defensor de Montevideo, que fue desenterrado de su sepulcro en America y llevado a este panteón.
Mourelle, que lucho contra navíos piratas ingleses que hacían incursiones cerca de la península y marinos cuya biografía es notoria y les hizo acreedores de ser enterrados aquí.
Y junto a ellos, nuestro amable guía nos muestra una lapida algo escondida: Se trata de Jorge Juan. Un marino que, con 20 años recién salido de la academia naval fue ascendido por Decreto a teniente de navío para formar parte, por ser numero uno de su promoción, de una expedición científica con los franceses para efectuar mediciones de los meridianos terrestres. Ingeniero naval y fundador del observatorio astronómico, vivió en el siglo XVIII.
Al final de la iglesia-panteón hay un gran monumento a los marinos caídos, con un ángel que se reclina sobre dos figuras de marinos. Ese monumento estaba sobre la cripta del altar mayor, pero por peligro de hundimiento se traslado a esa zona.
Como anécdotas, nos indica nuestro guía la existencia de solo una mujer enterrada en el panteón. Se trata de la esposa de un almirante, que fue enterrado con su esposo, almirante. Al desenterrar los restos del almirante, sus restos estaban mezclados con los de su mujer, enterrada con él, por lo cual sus cenizas reposan con las de el aunque ninguna inscripción figura en la tumba. Y la de un torero del siglo pasado, que fue marino. También, el coronel de artillería Gil Bernabe, el único militar del ejercito de tierra que se encuentra enterrado en el panteón.
Cada pared lateral del panteón encierra un trozo de historia, pues figura un recuerdo para algún marino ilustre o que ha realizado un acto heroico.
Tras visitar la parte principal, nuestro guía nos enseña la puerta principal de acceso,(la que vimos desde la calle cerrada a cal y canto) y nos enseña los cañones que se encuentran a los lados, dos que pertenecían al Santísima Trinidad, buque hundido en Trafalgar y que se sacaron del mar, y otros dos que se encuentran justo a la entrada de la iglesia, que son de procedencia rusa.
De la puerta principal, nos lleva a la capilla adyacente.Es ahí donde se celebran misas y bodas, dejando la zona noble del panteón solo para ocasiones especiales ( fin de curso, día de la patrona, etc.)
Es una pequeña capilla donde, nos indica el guia que los confesionarios esconden pasadizos secretos que comunican con el hospital militar y edificios adyacentes. Se trata de una capilla, muy acogedora, pequeña y que formaba parte del proyecto original, de ser la parroquia del poblado de San Carlos. Saliendo de la capilla, nos lleva a una sala tan grande como ella, circular con una piscina redonda llena de agua.
Se trata de un recordatorio de los marinos que están enterrados en el mar o fuera de España.
Tradicionalmente, el buque Juan Sebastián Elcano trae agua de todos los mares y la vierte a la piscina, de unos 30 cm de profundidad.(Al parecer esa tradición ya no se realiza) A un lado de esa piscina circular, en un lateral dos losas de mármol negro sin inscripción alguna recuerda a los marinos anónimos y desconocidos y en otro lateral, un Cristo y justo debajo de el una urna funeraria vacía vuelven a recordar a los marinos enterrados en el mar o fuera de España.
Si se mira directamente a su piscina, sobre el agua se refleja la luz de la cúpula de lo alto, mostrando otro fresco de gran belleza.
Al salir, pasamos a una habitación con una lapida que, según nuestro guía presenta una curiosidad: Pide también en la oración por los enemigos abatidos ,la única lapida en el mundo que recuerda a los enemigos que se batieron en combate.
Y ya en la calle ,al salir por una puerta lateral vemos una gran lápida, una inscripción donde figuran todas las batallas navales que han tenido lugar por orden de antigüedad donde ha participado la armada.
Justo enfrente, veo un cartel que pone:»Museo Naval«. El guía me indica que se puede visitar…..solo sábados y domingos ya sean grupos o personas sueltas.
En resumen, un sitio no muy famoso fuera de Cadiz, pero muy interesante de visitar, lleno de historia.
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