Como bien sabéis por mi anterior opinión sobre Zahara de la Sierra, el pasado cuatro de junio, en unión de unos amigos nos encaminamos a la Sierra de Grazalema, y con la excusa de practicar senderismo de bajo nivel, nos dispusimos a disfrutar de la gastronomía de la zona y sobre todo de la afamada fiesta del Corpus Christi de Zahara de la Sierra.
José María Pemán, en uno de sus poemas dedicado a esta singular fiesta, la definió como una auténtica tarjeta postal.
Según nos informó un natural de Zahara, la fiesta se remonta a finales del siglo XV, antigüedad que igualmente posee su magnífica custodia y que esta fiesta está declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y de Andalucía.
Por tanto, si Zahara de la Sierra por sí sola podemos calificarla de impresionantemente bella, el día de su Corpus Christi se transforma en un lugar único, mágico e inimaginable, ello pese a que un servidor no se dejara llevar demasiado por el aspecto religioso, que al fin y al cabo es entorno al que gira esta festividad.
Sus habitantes, que no son más allá de unos mil y pico, se esmeran en engalanar sus calles de una forma muy peculiar, dando muestras de una gran solidaridad entre vecinos, de amor a su pueblo, orgullo por lo propio y sentido por lo tradicional de sus fiestas, para lo cual hacen derroche de hospitalidad. Sin sus habitantes, no sería posible la metamorfosis que sufre Zahara de la Sierra en estos días.
Si bien en la tradicional fiesta del Corpus Christi, en muchas poblaciones andaluzas y posiblemente de otras latitudes de la geografía española, donde se realizan trabajos florales como alfombras, guirnaldas, etc., aquí el pueblo se transforma en una auténtica selva, donde se realiza una performance brutal, incomparable, de una originalidad extrema, tan extrema que huelgan las palabras, palabras que deben dejar paso una vez más a las imágenes.
Contenido de la Guía
Cuándo se celebra
La fiesta del Corpus Christi a nivel nacional se celebra en el sexagésimo cuarto día posterior al Domingo de Resurrección, es decir el primer Jueves transcurridos sesenta días, con lo que la festividad suele caer en el mes Junio, este año concretamente fue el día tres de Junio.
Pero los zahareños han trasladado su festividad al Domingo y de paso el Lunes ha sido convertido también en festivo, con lo que la fiesta se prolonga por tres días, aunque el Domingo es el alma de la festividad.
Qué es el Corpus Christi
Pues para los que no somos muy religiosos lo podemos resumir en una misa, un paseito del cura bajo palio con un cacharro en la mano en cuyo interior hay una hostia consagrada.
En cambio para aquellos que profesan unas creencias religiosas más arraigadas, se trata de todo un acto solemne, en el que se celebra y proclama públicamente la fe en Cristo, el llamado “Día del Señor”.
De cualquier forma, esta Fiesta en Zahara es la hostia.
La llegada
Llegamos procedentes de Sevilla cuando a la entrada del pueblo nos esperaba una situación inesperada, pues la Policía Local prohibía el acceso de vehículos hacia zonas próximas al lugar de celebración que no es más que la calle San Juan, la Plaza de Zahara y las aledañas a éstas.
Así que invitados a estacionar en la parte baja del pueblo, y pese a que no fuimos demasiado madrugadores como es evidente, tuvimos la fortuna de encontrar un aparcamiento bajo la amplia sombra de una morera, y así posteriormente encaminarnos con resignación a subir la empinada cuesta que nos llevara hasta el lugar de celebración.
Pero para nuestra sorpresa, el Ayuntamiento había puesto un servicio de microbuses gratuito, que en su recorrido por las empinadas y sinuosas calles de Zahara, no nos dejaba precisamente a la entrada de la zona de celebración, y aunque sí que acortaba algo la subida, lo considero superfluo, pues salvo en el caso de personas mayores o enfermas, lo que es de agradecer, para el resto de personas se me antoja una pérdida de tiempo, ya que el tramo que acorta es tan exiguo, que la breve espera entre salida y salida, que era de unos quince minutos, suponía una excesiva pérdida de tiempo comparado con los menos de cinco minutos que como mucho se tardarían en realizarlo a pié.
También nos encontramos en las proximidades del autobús y después en el interior de un pueblo, a un señor que iba ofreciendo papeletas para un sorteo, del que no recuerdo que era lo que se sorteaba, ni cuando, ni tampoco me importa, lo único que sé y me interesaba, es que el motivo primordial del sorteo era para colaborar con la organización, así que aportamos nuestro granito como era menester, por lo que aflojamos un par de euritos, que más cobran en algunos museos que enseñan menos e incluso tienen menos mérito y trabajo.
El escenario
Sus calles nos presentan un suelo convertido en una singular alfombra que cubre su totalidad de verde y fresca vegetación. Pero esta vegetación no parece conformarse con el suelo, sino que parece trepar por los muros de sus paredes a los que cubren por completo dejando exclusivamente las oquedades que dan paso a casas, bares y establecimientos comerciales, que llegan incluso casi a ocultar cabinas de teléfonos y con las que incluso se configuran en algunas zonas arcos, galerías y techumbres. Todo un auténtico derroche de verde vegetación y laboriosidad.
El recubrimiento del suelo está compuesto de juncias, un arbusto que se da en humedales, y que son recogidas el viernes anterior a la celebración, mientras que la decoración de las paredes y balcones está conformada por ramas de eucaliptos, retamas, rosa laurel y otros arbustos aromáticos que son recogidos el sábado inmediatamente anterior a la celebración.
El aroma de la hierba recién cortada, del eucalipto y de los otros arbustos aromáticos inunda la localidad, contribuyendo a la transformación mágica que sufre el pueblo. Este aroma y sobre todo frescor, pese a que reinaba un sol de justicia, hacía nuestro caminar por el pueblo más que agradable, lo que en la sombra aún lo era muchísimo más.
Por tanto, sus calles que van ganando en afluencia de público conforme se acerca la hora de la procesión de la custodia del Corpus, dan una agradable e inigualable impresión visual a la que contribuye el frescor que probablemente sea debido al cúmulo de vegetación en el que nos vemos envuelto y al aroma que estas plantas emanan. Sinceramente, parece como si nos hubiéramos trasladado a otra dimensión, con la sensación de haber penetrado en un lugar mágico dónde esperamos que a cada paso, a la vuelta de una esquina, nos aparezca un habitante mágico del bosque o un indígena de la selva amazónica.
Como es comprensible, la selva no abarca a todo el pueblo, sino que se constituye en la calle principal y las paralelas a ésta por la zona más próxima al Castillo, es decir, lo que podría considerarse prácticamente la zona más antigua de la población, que bien pueden ser en su suma algo así como unos 400 ó 500 metros, dónde ni que decir tiene que están excluidas del tráfico rodado.
En la plaza de Zahara, centro neurálgico de la población y de la fiesta, el Ayuntamiento había habilitado un bar de mostradores portátiles y un escenario (es la caseta municipal), que ejercía de barrera para la muchedumbre que esperaba la salida de la custodia con la sagrada forma, mientras que en el interior de la espléndida y rosada Iglesia de Santa María de Mesa se oficiaba el correspondiente oficio religioso, que un servidor decidió dejar de un lado primero porque la iglesia se encontraba repleta y segundo porque nos atraía más la rica y fresca cerveza del bar de la plaza. Eso sí, cada vez que nos hincábamos una nos persignábamos y dábamos gracias al señor… camarero.
Pero la decoración no termina el adorno floral, sino que a cada paso, en cada huequito de la calle, en cada zaguán, nos asalta otra obra de arte fruto de la devoción popular, que son los altares del Corpus Christi, donde podemos encontrar imágenes, custodias, candelabros y otros adornos que contribuyen aún más a la transformación y belleza de la fiesta.
Los altares aparecen desperdigados por el lugar, y los hay de diferentes tamaños y configuraciones, sorprendiendo al caminante a cada paso por el entorno selvático.
Por su parte, los balcones aparecen engalanados y relucientes entre tanto verde para dar una nota de color, mediante la exposición de mantones y colchas dispuestas estratégicamente con sus ricos bordados.
La Procesión
Finalizada la misa, Los niños que recibieron el sacramento durante el año, ataviados con sus ropas de Comunión forman parte del desfile procesional convirtiéndose en auténticos protagonistas de la celebración.
La procesión parte de la Iglesia y toma dirección al Castillo para bendecir el par de altares que están dispuestos en la calle, para después desandar sus pasos hasta llegar nuevamente la plaza y seguir el recorrido por el resto de la población engalanada al efecto.
El cortejo es guiado a través de la población y la muchedumbre que lo envuelve todo, por un viejo guión de plata, atrás le sigue la espléndida y antiquísima custodia de plata y esmeraldas, que es llevada por las manos del párroco bajo un palio de seis varales que portan otros tantos zahareños, mientras una banda de música acompaña a la comitiva para recorrer altar por altar antes de retornar a la Iglesia que la vio salir.
La inmensa marabunta de personas no supone los agobios de otras celebraciones y romerías, ya que se limita al acompañamiento de la Custodia con un orden improvisado y en ausencia de los desagradables empujones que acontecen en otros lares.
Recogida la custodia, la fiesta continua en la caseta municipal que la noche anterior fue testigo de la celebración hasta altas horas y que repetirá el trasnoche del día anterior con el beneplácito de lugareños y forasteros, pero de estos últimos placeres no fue testigo un servidor. No obstante, tras verla pasar, dimos cuenta de un par de cervezas antes de partir hasta nuestro destino senderista que no era otro que la fresca, tranquila y acogedora Benamahoma.
Consejos
Es conveniente, aunque no indispensable, como muestra mi experiencia, hacer noche el Sábado para así empaparnos del ambiente festivo que resuma la población, y de camino, cuando nos levantemos a la mañana siguiente, comprobar cómo en una sola mañana los lugareños han sido capaz de finiquitar tan magnífica metamorfosis, algo que no pude disfrutar.
La época en la que se celebra, hace recomendable llevar ropa de verano e incluso usar una prenda de cabeza para protegernos del sol, pero no debemos olvidarnos que nos encontramos en una zona de montaña que además, es la que registra el mayor índice pluviométrico de la piel de toro. Sí, sí, dejad de frotaros los ojos, como lo leéis, así que es conveniente tener a mano ropa de abrigo e incluso un chubasquero, aunque la lluvia se me antoja algo poco probable en esa fecha.
No obstante y siguiendo con el tema de la indumentaria, debo decir que los vecinos de Zahara suelen ir bastante acicalados, usando las mejores prendas que se encuentran en sus armarios. Así que si no queréis desentonar, tendréis que hacer un esfuerzo y vestiros bien, algo que no es imprescindible.
Reservar mesa para comer, es una tarea que me parece más que obligado, yo diría que mortal de necesidad, ya que la afluencia de público forastero como es obvio es bastante importante en este día, a lo que además, se les une la natural afluencia de los lugareños, cuya demanda de servicios de restauración, es sensiblemente mayor que la de cualquier día del año.
Por supuesto que la necesidad de reservar se puede hacer extensible a la hora de elegir nuestro alojamiento, pues esta afluencia de forasteros, también deja notar un natural incremento de viajeros en los establecimientos hosteleros de la localidad, aunque considero que ello es menos problemático que la reserva de mesa en uno de sus restaurantes.
Me parece totalmente imprescindible, acudir a la cita equipado con una cámara de fotos, pues como podréis ver bajo éstas líneas, el marco es incomparable y su exorno para la ocasión único, aunque ello no es óbice para que visitéis la localidad en esta fiesta y disfrutéis de lo que se os ofrece.
Como he reflejado anteriormente, salvo que tengáis alguna dificultad física que os impida o haga poco recomendable andar o realizar esfuerzos físicos, no os recomiendo para nada que toméis el microbús gratuito para subir al pueblo, pues atrasará tu visita y pocas energías y trayecto a pié te ahorrará.
El recorrido de la procesión es bastante aconsejable realizarlo a cierta distancia debido al calor y recomendable situarse en alto de forma estratégica, para lo cual existen varios sitios en la plaza.
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