Aunque mis visitas turísticas en la edad adulta siempre las he hecho a ciudades muy concretas e importantes: Madrid, Barcelona… La que recuerdo con más cariño fue la que hice a la Isla de Tabarca.
Para que esta opinión sirva más de ayuda para la gente, la voy a hacer a modo de entrevista a mí misma xD, Así normalmente es más fácil de ver las cosas.
Contenido de la Guía
¿Cómo llegar a Tabarca?
Yo que vivo en Valencia, pues usé dos transportes: El autobús hasta Santa Pola y el barquito con motor hasta Tabarca.
He leído que también desde Alicante se puede llegar allí, siempre por mar, gracias a un precioso puertecito que tiene la Isla.
El autobús es lo que varía. Si no sois de Valencia o incluso si lo sois, para llegar a Alicante hay todo tipo de transportes que se pueden utilizar ;). Nosotros fuimos en autobús. Los barcos salen desde Alicante, Guardamar, Santa Pola y Torrevieja. También hay cruceros pequeños, según las fechas.
Al llegar a la zona del puerto, que es de donde se salía, había un cartel en donde nos facilitaban todos los horarios para la isla y su precio, que eran 16 € ida y vuelta aunque puedes comprar la entrada online más barata desde aquí. El viaje era de una hora aproximadamente (una hora al ir y otra al volver):
Horarios desde Alicante a Tabarca:
De Alicante a Tabarca:
- 10:15
- 11:15
- 12:30
- 15:30
De Tabarca a Alicante:
- 14:00
- 17:00
- 18:00
- 19:30
**Hay que tener cuidado con el último viaje que hay de Tabarca a Alicante, porque si le perdemos nos toca pasar noche allí.
** Nos dan un tiket para la ida y vuelta. Para la vuelta lo enseñas para no tener que volver a pagar. En el caso que se pierda, tendremos que volver a pagar la vuelta, unos 8 euros… Eso le pasó a la hermana de un amigo.. ainss que cabeza!!!!!!!
Llegar a tabarca tiene su complicación en el barco. El barco en el que fuimos era de dos pisos, pero pequeño y definitivamente: INESTABLE. Yo creo que si Tabarca no hubiera sido tan bonita, tendría un mal recuerdo del viaje, porque realmente lo pasamos fatal.
El barco estaba amarrado en el puerto de Santa Pola. No tenía nada especial que lo diferenciara, blanco y a simple vista pequeño. Mucha gente subía en él, supongo que tiene mucho éxito.
Para subir nos valimos de una rampita de madera que nada más la vi sentí un miedo de echar a correr y llegar a mi casa en un segundo. Pero ya que te echaban una mano y todo el mundo lo hacía… finalmente pasé. Ese fue el comienzo de un viaje realmente angustioso, sobretodo para unos niños.
En el camino de ida, me senté abajo, en un compartimento con muchos asientos y con un centro lleno de salvavidas naranjas. Ya sabéis como son los niños… saben que los salvavidas son importantes, pues los tienen bien vigilados. Y eso hice, me masqué mi chicle para el mareo y me senté mirando bien fijamente a los salvavidas.
Los niños se desperdigaron y los más valientes quisieron subir al piso de arriba, que no tenía techo ni salvavidas. Pero yo preferí guardar mi valentía para la vuelta en todo caso.
En el barquito había mucha gente mayor, gente que probablemente era tan turista como nosotros. Había unas mujeres vestidas de azul que cantaban!! Yo eso nunca lo entendí, pero me pareció muy simpático. Hasta que el barco empezó a moverse de izquierda a derecha de forma turbulenta. Yo creía que iba a entrar todo el agua por las ventanas, porque casi estábamos a veces horizontales con el agua. Yo no paraba de pensar en los salvavidas y en qué habría sido de mis amigos del piso de arriba… Intentaba mantener la calma. Me imaginaba historias muy raras, como que no había capitán en el barco e íbamos sin rumbo. Cosas de crios.
Finalmente llegamos. La verdad es que en el piso de abajo hubo miedo, pero no de forma exagerada, sin embargo los del piso de arriba estaban más blancos que la barba del abuelo de Heidi. Y no sé si fue por el buen ambiente que se respiraba nada más ver Tabarca a lo lejos, cuando el barco ya estaba a pocos metros de llegar, que todo se tranquilizó.
Un poco de historia
Alomejor alguno piensa… y por qué se llama Tabarca? qué origen tiene??, bueno pues para los amantes de la historia, este pequeño rinconcito.
Su nombre es puesto por Carlos III, En 1768, recordando la isla tunecina de Tabarka, antigua posesión española, de donde surgieron los primeros pobladores de esta isla alicantina. Eran unos 300 prisioneros, casi todos genoveses, que estaban retenidos en Túnez, que gracias al esfuerzo de Fray Bernardo de Almanaya y fray Juan de la Virgen fueron rescatados por Carlos III.
Asi se consiguió, aparte de su liberalización, repoblar la isla desierta, que la solían utilizar para los berberiscos como plataforma para sus ataques a la costa levantina
¿Qué hay en Tabarca?
Tabarca es un lugar muy especial. Sé que hay muchos lugares especiales, pero yo tengo un maravilloso recuerdo de aquellas casas bajas, aquella gente…
Lo primero fue, que al llegar, todos nos pusimos crema para el sol. En estas islas, el sol pega muy fuerte y hay mucho peligro para la piel.
Una de las cosas que más me llamó la atención fue la sencillez. Para llegar a muchos sitios había que subir por cajones de madera que habían improvisado, escalar por montones de redes que daban acceso a una placeta… Todo era como una gran calle de juegos con todos los ingredientes para un niño.
Tengo constancia de que la poca gente del pueblo, conocía a mis profesoras. Quizá fueron otro año, porque fue verlas y venir un puñado de gente majísima que daba palmas a nuestro paso y nos miraban con el cariño con el que mira una abuelita. Éramos como una ventisca de aire fresco que les había rozado y ellas se sentían casi más alegres que nosotros.
Nos mandaron unas actividades para que la gente del lugar nos contara anécdotas populares. Hicimos grupos y yo entré con el mío en un bar entrañable y fresco, con las paredes blancas donde la señorita que atendía nos recibió con gran amabilidad. Nos contó que había una anécdota sobre un monstruo mitad persona y mitad pez que vivía en el puerto, o algo así, no me hagáis mucho caso porque hace tanto tiempo…. jaja. El caso es que su simpatía fue enorme! Nosotros estábamos acostumbrados a que los mayores no participaran de buen gusto en nuestros juegos, mientras esa mujer y todos los del bar se interesaron por esos locos bajitos que habían entrado con sus cantimploras.
La parte exterior de la isla
Había playa, cómo no!! pero hacía bastante viento y no pudimos ir a la que vimos. A cambio muchos fuimos a por helados a un puesto que había. Las playas no son como las de valencia, era más bien una pequeña abertura al mar. El mar estaba por todas partes.
Otra parte con mar era una especie de cala que había, algo divertidísimo para la gente más atrevida. Mientras, para mí, fue una invitación a la reflexión. Me senté en una roca a mirar como mis amigos saltaban de piedra en piedra, arriesgando caerse a un agua de poca profundidad, hasta llegar a un pequeño islote al otro lado. Casi todos lo consiguieron entre risas, ante la mirada de los monitores. Yo me quedé en tierra con los que volvían o mi profesora.
Luego también, escalando un pequeño montículo, rodeando la isla, llegamos a una explanada enorme, de una belleza increíble, donde encontrábamos algunas raspas de calamar y nos explicaron cosas.
La parte interior de la isla de Tabarca
El interior de Tabarca no está exento de belleza. Recuerdo haber atravesado murallas que parecían llevar muchísimo tiempo allí, era como una gran aventura, como restos de casas o túneles. Recuerdo haber dado varios saltos para llegar a algunos lados.
Vimos algunos turistas alemanes grabando con sus cámaras. Nosotros posábamos para ellos. TODA LA GENTE ERA EXTREMADAMENTE AMABLE! Es algo que siempre recordaré, su amabilidad, su dulzura.
¿Cómo se vuelve a casa?
El viaje de vuelta, ídem de lo mismo, el barco estaba allí esperándonos de nuevo. Con un minúsculo listón de madera para llegar a él y alguien dispuesto a darte la mano para atravesarlo. Yo por supuesto me imaginaba cayéndome entre el puerto y el barco, cosa que no ocurrió :P.
Esta vez tuve la valentía de ir arriba. No me preguntéis por qué… pero es que, todos mis amigos iban por la escalera y temía perderme, ya que un día en la guardería me perdí y tengo un trauma jaja.
Así que arriba estaba todo el mundo, menos los salvavidas. Y yo sin saber nadar, por cierto.
Había 6 o 7 filas de asientos centrales y luego también por los laterales había para un par de personas en cada uno.
El barco no tardó nada en empezar a moverse de manera exagerada, y yo pensaba que iba a salir volando y ser víctima de los tiburones o algo peor.. como el hombre pez ese de la isla de tabarca…
Suerte que mi madre siempre me decía «las pastillas para el mareo!!!» Y yo obediente las masticaba con fuerza, de modo que no me mareaba. Sin embargo, a mi alrededor todos empezaban a pedir bolsas… OH–OH… Al poco rato decidí cerrar los ojos, no podía ver a todos ahí mareados llenando las bolsas… puaj…
Así que aguanté, aguanté… hasta que llegamos al puerto. Todos tenían unas caras horribles… Yo no tuve otra idea que decirle a una niña: «Espero que no quieras nunca hacer puenting» A lo que me contestó con la mirada de odio más sincera que vi nunca. Jaajajajaja, nunca olvidaré eso.
¿Merece la pena ir a la isla de Tabarca?
Mi opinión es: Visitarla!!! Tabarca también es una isla como las canarias o las baleares, y es maravillosa. No es caro llegar, ni tardas apenas nada y vale la pena porque lo recordaréis siempre…
La gente de allí pasa el invierno sin apenas compañía, 30 o 40 personas viven allí todo el año según nos dijeron, y cuando llega el verano y vienen los turistas, se sienten muy gratificados de recibirles. Creo que esa es la clave. Pensad que a lo mejor subsisten gracias a esa gente que va allí y es por eso que no obtendréis nada más que buenas caras y simpatía sin fin.
Puede que aparezca muy pequeña en los mapas, pero Tabarca es grande y existe, como Teruel.
Volvería ahora mismo si pudiera, creo que viviría allí… Es un sitio que desborda la paz que falta en muchos sitios.
Así que si tenéis oportunidad, os animo a que vayáis! Si quieres comprar ya las entradas para el barco, puedes hacerlo desde aquí más barato.
Ingeniero de Telecomunicaciones y viajero incansable, trato de descubrir la historia y belleza de cada rincón del lugar que visito, por simple o sencillo que pueda parecer para dar a conocer al mundo sus secretos. ¿Te gusta viajar? Acompáñame en este viaje y disfruta conmigo del mundo. Los textos que encontrarás en esta web han sido escritos por muchas personas contando su experiencia en el lugar visitado, la web no se responsabiliza de la exactitud, lo actualizado que está su contenido y las opiniones vertidas en los textos. Si tú también quieres contar tu experiencia, puedes escribirnos un mensaje.