Os quiero hablar sobre uno de esos pueblos que tanto suelen atraer y gustar al turista, y que no es otro que Guadalest, quizá uno de los pueblos más conocidos de Alicante y así como de los más concurridos, transitados y fotografiados, y eso que su población apenas supera los 200 habitantes. Y también, de los más bonitos, paisajísticamente hablando.
En él he estado ya en dos ocasiones y en ambas con el objetivo de hacer senderismo por los alrededores del pueblo, terminando después por una vuelta turística por el mismo, para ver todo lo que ofrece y para tomar algo en alguno de sus numerosos bares/restaurantes.
Contenido de la Guía
Dónde está situado
Guadalest es un pueblo de Alicante que pertenece a la parte septentrional de la Marina Baixa. Es uno de los pueblos interiores más bonitos que reinan en esta provincia tan maravillosa. Está a tan sólo 22km de Benidorm y a 63km de Alicante.
Cómo llegar a Guadalest
Viniendo de Alicante, tenemos que tomar la N-332 y cuando veamos el hotel Bali (ese tan grande que hay en Benidorm), tenemos que estar atentos, porque pronto llegará una señal que indique Callosa d’Ensarriá.
Tenemos que pasar por una rotonda y coger la primera a la derecha (no obstante está muy bien indicado).
Pasaremos por un pueblo llamado «La Nucía» y acto seguido nos vendrá la indicación para ir a Guadalest.
Guadalest se encuentra en la carretera CV-755 y bien se puede venir por la N-332 (como he explicado más arriba) o por la N-340
Hay un par de aparcamientos municipales a la entrada del pueblo, por 1,70 euros podrás dejar el vehículo allí, parcialmente vigilado, durante todo el día. Eso sí, a partir de cierta hora en los días festivos los aparcamientos se llenan y hay que ir buscando sitios alternativos más lejanos.
Un poco de historia
Guadalest es un pueblo de origen islámico, y el propio núcleo urbano ya existía durante la época musulmana. Había un caudillo árabe que era el dueño y señor de toda esa zona, y se llamaba Al-Azraq, que fue el que desarrolló la agricultura en la zona con un complejo sistema de regadío.
A mediados del siglo XVI, Carlos I creó el Marquesado de Guadalest incluyendo varias poblaciones en el mismo, entre ellas: Benimantell, Beniardá y Benifato.
Los numerosos conflictos entre musulmanes y cristianos, llevó consigo la expulsión de los moriscos por Felipe III a principios del siglo XVII, con la consecuencia de abandono de numerosas aldeas en este valle.
Hubo un fuerte terremoto en el año 1644, que afectó de una manera muy grave a la fortificación y las viviendas de esta villa, y no sólo con eso en el año 1748 hubo otro con lo cual hubo una transformación en la villa y en el castillo.
Encima, también se vieron afectados por la voladura de la fortificación durante la Guerra de Sucesión.
Paisaje
Bueno, para mi, que nunca había estado en esta zona, tengo que decir, que me impresionó muchísimo tanto el pueblo como sus propios paisajes. Rodeado de montañas, con un mirador al embalse, y al ser pueblo de Sierra cuando está nevado tiene que ser precioso poder admirarlos.
Está situado a unos 600m de altitud, y se pueden apreciar sus casas encajadas en la roca, rodeadas de las sierras de Xortá y Serrella al norte, y la sierra de Aitana al sur.
El río Guadalest atraviesa todo el pueblo, y van a terminar al embalse que se puede apreciar desde el mirador donde se aparcan los coches (adjunto fotos de cuando bajamos al embalse, porque es digno de ver). Este embalse es el que abastece a toda la comarca de la Marina Baixa.
Lo bueno de este pueblo (a mi manera de ver) es que tiene paisajes de pueblos de interior, con lo que podemos apreciar ver pinos y montañas, mientras que en las laderas se pueden ver almendros, olivos, y en primavera tiene que ser un paisaje espectacular poderlo ver lleno de colores tan bonitos. De todas formas aun no lo he visto en primavera, sólo ha sido mi imaginación la que ha puesto esa última frase.
Recorrido urbano
El pueblo, está declarado conjunto histórico-artístico, y de hecho no hay más que mirar en el parking que está todo lleno de autobuses con gente que vienen a hacer una excursión por el pueblo, con guías incluido para irles contando la historia del pueblo.
Se puede diferenciar claramente dos zonas: una que está al lado del castillo (que éste está colgado en lo alto de la peña y protegido por una antigua muralla), que la llamaré Zona 1 y la otra zona que es mucho más nueva (puesto que paseando por allí ahora estaban construyendo pisos), y según fue aumentando la población tuvieron que ir construyendo en las mismas faldas de la montaña, que la llamaré Zona 2.
Desde esta última zona (la nueva) se ve una vista impresionante del río.
En la parte del castillo (la zona 1), está toda llena de tiendas con artículos de regalo, de cerámica antigua, y lo más característico que yo ví es la zona donde están situadas. Porque las calles son empedradas, es como meternos en un pueblo medieval totalmente.
A esta zona se accede por un túnel excavado en la misma roca que es la que nos da acceso a la población. Se pueden apreciar los restos de un antiguo campanario y del castillo de San José (que fue conquistado a los musulmanas por Jaime I). Por la mala suerte de esos terremotos casi todo se destruyó, pero aun queda en pie la torre del homenaje y varios lienzos de la muralla.
Las casitas que podemos apreciar son plantas bajas, totalmente blancas y adornadas de macetas con un color precioso (se parece mucho a algunos pueblos andaluces). Siguiendo recto nos encontramos con la plaza del Ayuntamiento, que era antiguamente la prisión.
El barrio de Arrabal, es el que está situado justo a los pies del castillo y es el que todos los turistas van a visitar. Ahí es donde están las tiendecitas con los productos artesanos de la zona (se vende una miel exquisita), a parte de regalos, ropa, etc…. (ya se sabe que al final todos intentan hacer negocio de estas cosas, y sobre todo los extranjeros siempre compran algo).
Artesanía y gastronomía
Como he dicho antes, por el recorrido del casco urbano se encuentran todo tipo de tiendas que ofrecen recuerdos, licores, miel, y mucha ropa de punto y bordados a mano ( son todo productos artesanos).
Y bueno ahora nos metemos en un terreno….que como vayas a eso de las 14h de la tarde, no se puede resistir entrar en algún bar a picar algo o a comer, porque huele que alimenta.
Junto a las tiendas, hay una variedad bastante amplia de restaurantes que se encargan de cocinar los productos típicos de Guadalest, que encima están hechos con productos de la misma tierra: pimientos rellenos de arroz, verduras al horno, paellas de todo tipo, conejo con alioli (creo que en valenciano es all y oli) y otro plato que yo se de uno que se va a reir mucho si lo lee (¿verdad Lalo?), el plato se llama «arrós amb fessols y naps», y yo como soy de Madrid y se me da muy mal hablar en otros idiomas yo lo llamo «arroz sense fes y nas», lo siento!! Es que no me sale el verdadero nombre!!, pero creo que significa arroz con judiones y nabos (corregirme si me equivoco ¿vale?)
Museos
- Museo de microminiaturas: Bueno, aquí hago un parón, porque aluciné nada más llegar al pueblo y pone «Museo de miniaturas: ¿Quieres ver a una hormiga con un violín? ¿Quieres ver un camello por el hueco de una aguja?. Se pasa por la zona de las tiendas, se siguen las indicaciones y llegamos al Museo. Las visitas en invierno son de 10 a 18h, y en verano son de 10 a 21h. El teléfono por si queréis preguntar algo es: 96 588 50 62
- Museo etnológico: Aquí es donde se cuenta la historia y se exhibe una exposición sobre la vida cotidiana de los habitantes de este maravilloso pueblo desde el siglo XVI al XX. Además también se pueden ver las armas con las que se luchaba por aquel entonces. Hay una remodelación de una casa típica de la zona del siglo XVIII, donde se pueden ver las herramientas de trabajo, los utensilios caseros, etc…que se utilizaban por aquella época.
- Museo de tortura: Yo aquí no entré, que para ver penas…pues como que no. Además ya entré en uno en Santillana del Mar en Cantabria y no me gustó mucho. Que me dolía todo el cuerpo, de pensar si me hacían a mi eso. De todas formas os pongo el teléfono por si queréis informaros: 96 588 53 48
- Museo Belén y casitas de muñecas: A éste tampoco entramos, pero creo que se puede ver una «Ciudad Belén» y diferentes casitas que a todos nos hubiera gustado poder construir algún día para que nuestros muñecos pudieran vivir en ellas.
- Museo Municipal Casa Orduña: Este museo es justo la entrada al Castillo de San José. Historia pura y dura de la familia Orduña.Yo como soy muy maruja, pregunté quien eran los Orduña, y me dijeron que fue una familia que tuvo una gran importancia en la historia de Guadalest, porque se encargaron varias veces de la alcadía del pueblo, y de puestos destacados en el gobierno del marquesado hasta principios del siglo XX.
- Museo de colección de vehículos históricos: Colección compuesta de unas cien motos y varios pequeños coches perfectamente conservados y totalmente originales (no tengo claro que funcionen aunque alguno tiene muy buen aspecto). Rondan desde los años 40 a los 70.
- Museo Ribera Girona: Museo de arte contemporáneo con obras de diversos artistas del siglo XX así como la trayectoria de su fundador Ribera Girona. Posee además un jardín fantástico con esculturas e imágenes inmersas en un frondoso jardín que nos sorprende poc su fantasía y originalidad
Fiestas
Como es un pueblo muy turístico, y es verano donde más predominan los turistas, los habitantes de este pueblo organizan la mayoría de sus fiestas en verano, así cada uno de nosotros podemos ir a sentirnos guadalesteño (¿se dira así?, jeje) por un rato.
Las fiestas patronales de la Virgen de la Asunción son del 14 al 17 de Agosto: ofrenda de flores a la virgen, procesiones, verbenas, fuegos artificiales….como cualquier fiesta de cualquier sitio.
Sé que a primeros de junio hacen unas fiestas que son sólo para jóvenes en honor a San Gregorio, con verbenas y diferentes competiciones deportivas.
Embalse de Guadalest
Estando arriba en el pueblo se me ocurrió decir ¿Habrá alguna manera de llegar hasta ahí abajo?, pero pensábamos que no era posible.
Nos encaminamos en dirección a Callosa D’ensarriá y yendo por una carretera de montaña vimos un cartel que ponía «Embalse de Guadalest a 1’5km», así que para allá que nos fuimos. El camino precioso, con unas vistas increíbles (todo lo tengo grabado en la cámara de video, cuando monte el video, con efectos y música, quien quiera una copia que me lo diga y le paso una), y llegamos a la presa. La atravesamos con el coche y hacemos un parón……ese parón es donde recargamos las pilas.
Dios mio!! Pero que paisaje tan bonito!! Un silencio abismal, el sonido del canto de los pájaros, unas vistas preciosas, un agua cristalina….mejor que lo veáis en las fotos.
Gastronomía
Ya sabéis que me interesa el tema gastronómico. En la zona del Castillo de Guadalest se ofrece una gastronomía variada, típica mediterránea con una importancia grande del arroz y de los guisos. Uno de los platos típicos, además de los asados, son las ollas de blat (trigo) o de dacsa (maiz) que en cada casa se preparan de una forma especial, también habituales el conejo al «all i oli», los pimientos rellenos y las verduras o carnes al horno.
La oferta gastronómica de la zona es excepcional. No hay menos de 30 restaurantes en Guadalest que se complementan con otra buena cantidad en el siguiente pueblo, Benimantell, así como otros cuantos en Beniardá o Benifato, por lo que hambre y sed no padece el visitante. Tengo que reconocer que en casi todos los restaurantes de la zona tienen cartas muy similares.
Mi opinión personal
Y hasta aquí mi visita por este pueblo. Yo os recomiendo al 100% que vayáis a visitarlo. A mi me habían dicho que este pueblo es muy bonito, pero por ser vagos nunca nos habíamos acercado a visitarlo. Y os puedo asegurar que merece la pena. Es un día de campo, para oxigenar los pulmones, y para deleitarnos con las fantásticas cosas que la naturaleza nos exhibe.
Desde luego es un pueblo que merece mucho la pena ver si estáis por la provincia, ya que ofrece todo lo que cualquier visitante pueda esperar, desde oferta gastronómica, pasando por oferta de ocio/cultura (infinidad de museos) y sin olvidarnos de toda la naturaleza del entorno, destacando sin duda alguna el pantano, que es quizá el punto más bonito de la localidad, y uno de los mayores atractivos de cara a la visita y sobre todo de cara a realizar una ruta senderista, y de las sencillas. Destaco ésto porque lo he hecho dos veces y en ambas ocasiones he terminado totalmente satisfecho.
Me encanta la naturaleza y la ruta incluye todo lo necesario. En ambas ocasiones habré dado la vuelta al pantano en unas 3 horas, relajadamente, sin tener tampoco mucha afluencia de excursionistas pero tampoco vacía del todo. No hay ni una tercera parte del turismo que hay en el pueblo, y sin embargo, la mayoría de los excursionistas, después de darle la vuelta al pantano no dudan en dar una vuelta por el pueblo. Eso si se conservan las fuerzas, ya que la ruta es de unos 10 km., aprox. unas 3 horas, dónde iremos bordeando el pantano, sin apenas dificultad (ni pendiente, ni tramos peligrosos ni nada, y normalmente se hace un descanso para comer, aunque depende de la hora lógicamente).
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