Nueva York

En Nueva York hay muchísimas cosas que ver y que hacer, así que voy a intentar hacer una pequeña guía práctica basándome tan solo en mi experiencia, para poder daros ideas y guiaros en lo que pueda en vuestra visita a la ciudad. Esta información, como comentaré más adelante, habrá que completarla con guías, mapas etc. para poder planear una visita completa a esta ciudad. ¡Espero que os sirva de ayuda!

Cuándo ir a Nueva York

Nunca jamás vayáis a New York en agosto. Que lo tajante de la frase no os arranque una sonrisa que os haga pasar por alto la seriedad del asunto. Agosto en la ciudad es la muerte. El sol pica de forma despiadada y el nivel de humedad se puede apreciar masticando el aire. Sería fabuloso si te pudieras quedar en tu hotel con el aire acondicionado, pero como eres turista se supone que te tienes que patear la ciudad. Y cuando un suspiro de puro agradecimiento escapa de lo más hondo de tu ser cuando pasas por delante de una tienda y sientes el chorro de aire frío que sale del interior te das cuenta de que has tocado fondo.

De hecho este agosto, coincidiendo con nuestra visita a la ciudad, se batió un récord de calor que se mantenía ahí imbatible desde el 2001, sobrepasando generosamente los 100º F. Afortunadamente el día después empezó a llover y se mantuvo nublado el resto de la visita, permitiéndonos sobrevivir. No exagero: en serio que si no llega a ser por las tormentas la ciudad en agosto es IMPRACTICABLE.

Supongo que se llega al mismo extremo en el crudo invierno, cuando cuatro palmos de nieve te impiden avanzar por la calle con tus pies congelados. Así que por eliminación, primavera y otoño son los momentos mágicos en los que la ciudad se muestra dócil y amable, y no hostil.

Transporte

Empezando por el transporte, cuando llegamos a Nueva York, si no tenemos coche nos veremos un poco perdidos. No nos quedará otro remedio que hacernos con un bono de metro y bus (la MetroCard) con la que podremos viajar tantas veces como queramos durante el período en que esté activa (de 7 a 30 días), o ponerle un saldo determinado e ir recargándola cada vez que se acabe. Podemos adquirirla en diversos lugares como las máquinas expendedoras de las mismas o en el aeropuerto. Nosotros la cogimos en uno de los kioskos del aeropuerto de La Guardia. Los precios de la tarjeta ilimitada son los siguientes, aunque pueden cambiar:

• 7 días: 29 dólares
• 30 días: 104 dólares

El precio de un viaje solo es de 2,50 dólares así que como se ve, en pocos viajes que hagamos tendremos la tarjeta más que amortizada. Nosotros íbamos 4 días y tuvimos que coger la de 7 días ya que no la hay de menos y de no haberla cogido así nos hubiéramos arruinado pagando 2,5$ cada vez que cogíamos el metro o el bus. Sobre todo os recomiendo usar más el metro que es mucho más rápido y cómodo ya que en autobús es desesperante la espera metidos en atascos continuos.

Si sois muchos y queréis ir a algún sitio en taxi, puede que os salga mejor la limousina. Un taxi una hora vale seguramente más que 40 dólares.

Alojamiento

El alojamiento aquí es muy caro y bastante malo para los precios que tienen. En cualquier otra ciudad con lo que pagamos aquí por alojamiento en un lugar normalito y alejado del centro, podríamos estar en un buen hotel, así que hay que ir haciéndose la idea de que el alojamiento va a ser caro.

Nosotros nos alojamos en un hotelito (Broadway Hotel and Hostel) y como dije en su opinión, no quedamos muy contentos.

Hay que pensar que si tenemos pase ilimitado de bus y metro, no es mala idea alejarnos un poquito de lo que es el centro siempre que tengamos una buena conexión con él sobre todo en metro ya que los precios bajan muchísimo aunque sigan siendo exagerados para la calidad de alojamiento que ofrecen. Nosotros estábamos en Broadway con la 103 y el metro nos llevaba cada día en unos 15 minutos hasta el centro.

Lugares de Interés

Hay muchísimos sitios que ver aquí, y la lista sería interminable así que me voy a centrar en algunos de ellos. En este punto, os diré que me parece si no necesario, muy buena idea llevar una completa guía de la ciudad ya que nos puede llevar a lugares que en un principio quizá no iríamos por desconocimiento pero que pueden estar igual o mejor que los más conocidos. Nosotros llevamos la Fodor’s 2011 de esta ciudad y nos vino muy bien, ya que aunque habíamos mirado antes todos los sitios a los que queríamos ir, con ella aprendimos curiosidades y visitamos alguno sitios que se nos hubieran pasado por alto de no llevarla con nosotros. También nos vino muy bien para hacer una pequeña ruta por Chinatown, que aunque este barrio no me entusiasmó, sí nos fue útil llevar la guía y seguir el recorrido tal y como nos lo iba indicando.

Times Square

Un lugar que no nos podemos olvidar de visitar si vamos a esta ciudad y que va a ser casi imposible no visitarlo. Siempre está muy concurrido y resulta agobiante por momentos, pero es una estampa curiosa que vale la pena ver tanto de noche como de día ya que cambia totalmente.

¿Empire State o Top of the Rock?

Esta es la duda que teníamos al ir a la ciudad. ¿Subimos al mirador del Empire o al del Rockefeller? En un principio nos decantamos por el Empire State por el hecho de que es el más famoso, el más alto etc. etc. pero luego nos dimos cuenta de que aunque estaría muy bien subirnos a lo más alto, desde ahí nos perderíamos las vistas del propio Empire State, y como nos pareció más vistoso que el Rockefeller, decidimos subirnos a este último y admirar así la belleza del skyline de Nueva York con su famosísimo Empire State.

Os recomiendo tanto en uno como en otro caso, comprar las entradas por adelantado (en la página oficial las venden) ya que evitamos luego largas colas de espera a la hora de subir. En cuanto al momento al que hay que subirse, como mucha gente, fuimos hacia las 6 de la tarde para poder ver todo de día pero también anocheciendo y finalmente, de noche con todas las luces encendidas.

Central Park

El parque más grande de la ciudad y al que sin duda hay que dedicarle unas horitas, por poco tiempo que tengamos. No me gustó todo por igual, ya que igual fue por la época en la que iba (marzo), pero la parte norte estaba mucho más descuidada que la parte sur. Me quedo con esta última y con todos los detalles que en ella vi. No os olvidéis del mapa, ya que aunque parece mentira, es necesario llevar uno para no perdernos nada de lo que hay dentro del parque.

Brooklyn Bridge y Brooklyn Bridge Park

Ir caminando por el puente de Brooklyn también es una experiencia que hay que vivir en esta ciudad. Desde aquí tendremos unas vistas impresionates pero además, podemos acercarnos luego al Brooklyn Bridge Park desde donde veremos el skyline de Nueva York y a lo lejos, la Estatua de la Libertad. Es un parque enorme también, así que podemos aprovechar para descansar un rato tumbados en el césped o en uno de los bancos.

Estatua de la libertad

Para verla tenemos varias opciones: o ir en barco hasta la Isla de la Libertad, o contentarnos con verla de lejos en el ferry que nos lleva a Staten Island de forma gratuita. Si preferimos, podemos llegar a entrar a ella, aunque para eso hay que comprar entrada. Nosotros lo intentamos, pero en la página web ponía que estaban vendidas todas hasta finales de junio (lo vimos a principios de marzo aproximadamente). Por lo visto hay que estar atentos y comprarla con tiempo suficiente.

Chinatown

Como adelantaba, a mi no me gustó demasiado así que de ir justos de tiempo y tener que dejar algo sin ver de la ciudad, sin duda lo que hubiera dejado sin ver sería este barrio. En esta ciudad no me parece que sea gran cosa en comparación con todo lo que tiene para ver.

Como adelantaba antes hay muchísimos sitios que visitar y nombrarlos aquí todos sería casi imposible. Yo llevaba una lista de más de 60 lugares de interés así que como se ve, hace falta organizarse bien para verlos todos.

Como decía al principio, la ciudad ofrece tantas posibilidades que cualquiera puede encontrar su hueco. Aún así, hay ciertos tópicos turísticos que creo que todo el mundo, vaya a New York por el motivo que sea, termina cumpliendo.

Existen varios packs turísticos que incluyen entradas a varias atracciones de la ciudad a un precio menor del que pagarías si los visitaras por tu cuenta. El que usamos nosotros es el City Pass (http://citypass.com/city/ny.html) en su versión para New York, que incluye 6 entradas por 53 dólares. Las visitas que incluye son:

• Observatorio del Empire State. Un clásico. Hay que hacer un poco/bastante de cola pero merece la pena ver la ciudad desde un piso 86. Por cierto, que con el City Pass te regalan el servicio de audioguía, en el que una señora peruana muy graciosa te cuenta su vida y la de la ciudad (resulta un poco coñazo, pero para un ratito está gracioso).
• Museo Guggenheim. El arte moderno no es lo mío, así que lo expuesto en el museo me interesa más bien poco, sobre todo porque lo que hay corresponde a autores que a mí, inculto total, ni me suenan. Eso sí, el edificio mismo del Guggenheim merece la pena, pues en vez de ser un edificio de complicados pasillos y galerías se trata de una nívea espiral que contrasta entre tanto rascacielos rectilíneo. Por cierto, si vais a comprar el City Pass este, lo más práctico es comprarlo aquí en el Guggenheim o en otro museo, ya que hay poca cola y luego, cuando vayáis al Empire, os ahorráis la cola para las entradas (pero no para subir, que eso no os lo quita nadie).
• Museum of Modern Art. El mítico MoMA. Aunque sea de arte moderno es imprescindible. Todos esos cuadros de Dalí, Picasso, Van Gogh y Warhol que estudiaste en el cole están aquí. Por cierto, tened en cuenta que los museos en New York cierran a las cinco de la tarde. Así que planificad con tiempo o sus quedáis sin ver las latas de sopa Campbell.
• Museo de Historia Natural. El de los dinosaurios y los animales disecados. Otro gran mito de New York que, aunque no mata y con una vez que lo veas en la vida ya tienes bastante, hace ilusión visitar.
• Intrepid Sea Air Space Museum. Esto está como de relleno, porque la verdad es que no creo que salga en un top 100 de lugares a visitar en la ciudad. Pero mira, ya que está a orillas del río Hudson es una excusa perfecta para patearse la parte oeste de Manhattan. El museo en sí viene a ser un portaaviones (el Intrepid) con sus cazas y sus helicópteros. También hay un submarino de los años 40 (con visita guiada por nativo americano que habla en nativo americano) y un Concorde, que para no tirarlo a la basura lo ponen ahí para que subas y lo veas, ya que no tuviste nunca pasta para comprarte un billete.
• Circle Line Sightseeing Cruises. Está relativamente cerca del museo del Intrepid, así que se puede hacer en el mismo ratín. Se trata de un crucero en barco que rodea la isla de Manhattan. Nosotros pasamos del tema, así que no puedo garantizar que el barco sea una canoa con agujeros…

Aunque para museo el Metropolitan, que es imposible de ver todo entero (sobre todo si te olvidas de que cierran a las cinco de la tarde xD) pero que es EL MUSEO por excelencia, con piezas desde la Grecia clásica hasta nuestros días. La entrada te permite ir también a The Cloisters, que es un museo de arte medieval en el que se reproducen cuatro claustros. Que para los europeos suena a cosa vista, pero no deja de sorprender verlo en los USA.

Y luego está todo lo que puedas ver paseando: los edificios (no sólo los famosos como el Chrysler, ya que en cualquier momento te puede fascinar un rascacielos que ni sabes de quién es), los puentes, los parques (¿sabíais que todo Mónaco cabe en Central Park?), las calles llenas de gente…

A partir de ahí, una vez hecho el turista, puedes optar por todo lo que la ciudad puede ofrecerte, que es muchísimo. Desde acontecimientos deportivos en el Madison Square Garden o el estadio de los Yankees hasta obras de teatro y musicales tanto en Broadway como del palo alternativo.

De compras por Nueva York

Si queréis aprovechar para ir de compras, en Estados Unidos se puede aprovechar para ir, además de la multitud de tiendas que hay por doquier, a los outlets, en donde encontraremos prendas actuales de primeras marcas por precios muy asequibles. Por ejemplo:

• Century 21: gafas de sol, relojes, maquillaje… y prendas de Custo, Dolce Gabanna… este es más caro que los otros dos que os voy a comentar, ya que tiene marcas que a su vez son más caras.
• Burlington Coat Factory: venden abrigos de todo tipo pero además ropa de marcas como: Calvin Klein, Guess… con precios para todos los bolsillos. Ejemplo: camisetas Calvin Klein por unos 15 dólares o abrigos de la misma marca por 100. Todo es original, nada de réplicas, pero son prendas de otras temporadas. Cuanto más tiempo haya pasado por ellas, mayor será el descuento y menor el precio. No obstante, no nos vamos a encontrar piezas dignas de museo (salvo excepciones), sino que aunque tengan una o dos temporadas, se encuentran cosas a la moda.
• Ross y Marshalls: ambos son similares a Burlington.

Hay que tener en cuenta que los precios que compremos en Estados Unidos no incluyen el IVA (tax) así que no os asusteis si a la hora de pagar el precio se incrementa.

Dónde comer en Nueva York

Como el tema de la comida no nos lo dieron hecho, en este aspecto ya exploré un poco más. Lo más socorrido es echar mano de los lugares de comida rápida, no sólo por el precio (igual que aquí, realmente, sobre los 6 dólares el menú) sino porque permiten ahorrar tiempo que se puede invertir en visitar la ciudad. Por cierto, que el mito que había oído que ahí hay más Burger King que McDonald’s es incierto, por lo menos en lo que a New York se refiere. Y si las hamburguesas estas os saben a poca cosa, podéis probar en Wendy’s, que son iguales pero diferentes.

Otro lugar típico para comer en plan barato son los delicatessen, comúnmente llamados deli. Vienen a ser como un self service con ensaladas y platos hechos, además de servir de tienda de comestibles. En los delis se paga a peso: llenas tu tupperware de lo que quieras, te lo pesan y pagas. De este modo cuesta lo mismo un gramo de ternera con champiñones que un gramo de melón, pero es que en New York el tema de la fruta fresca está por las nubes (venden PIEZAS sueltas de manzanas y peras por uno y hasta dos dólares).

En cada esquina hay los míticos puestos de perritos calientes (gran traducción de hot dog) donde venden unos minúsculos frankfurts con precios que oscilan entre uno y dos dólares según la zona y los famosos pretzels neoyorkinos, una especie de lazo salado que viene a ser como un cacho de corcho sin sabor y que no sé muy bien por qué es famoso, la verdad.

Para comer en plan más fino las posibilidades son infinitas. En una media así alocada que hago yo a bulto se puede decir que en los lugares más normalillos la cosa sale a unos 10 dólares el plato, por lo que comer en plan bien debe salir por unos 30 dólares. Que no deja de ser el precio medio en el centro de una gran ciudad española. Quizá no sea como para comer y cenar cada día de tu visita, pero por la noche, en plan tranqui y tal, resulta un lujo asequible. Y una necesidad, que tanta hamburguesa y tanto deli cansan.

La verdad es que lo que había oído de gente que iba a comprar al super y se hacía la cena en la habitación es un poco el colmo de la tacañería.

Ah, y por los horarios no os preocupéis, que a cualquier hora, a poco que andéis, os encontraréis un local abierto las 24 horas. Un restaurante no, pero un deli o un burger seguro.

Enchufes de Nueva York

Los enchufes no son como en España. Son planos. Tenéis que comprar un adaptador y yo os recomiendo un ladrón (normal) para no tener que comprar más adaptadores y si sólo tenéis un enchufe poder enchufar varias cosas.

Pero además el voltaje es diferente, esto quiere decir que la cantidad de energía que llega es distinta y muchos aparatos pueden no funcionar, o hacerlo mal. A mí me pasó con el secador de pelo. Iba muy flojito, casi ni secaba. Por eso os recomiendo también comprar un convertidor de voltajes. Hay productos con voltaje universal, que no hay problema de incompatibilidad con USA. Pero es mejor no arriesgar.

Cuidado con las tasas, propinas y letra pequeña

Tasas

En Nueva York (al igual que en el resto de Estados Unidos) los precios nunca son los que marcan. Tienes que sumarle las tasas estatales. Es como nuestro i.v.a ¿Y por qué no viene ya sumado? porque no todos los estados ni todas las ciudades tienen las mismas tasas, depende de varios factores. En la ciudad de Nueva York las tasas que hay que sumar son de 8.875%. En otros estados los impuestos pueden no existir, o ser 6%, 4%, 5%. Recuerdo que en Chicago me cobraban más del 13%.

Pero algunos grandes almacenes (como Macy’s y Bloomingdale’s) le devuelven al turista las tasas de los productos que haya comprado (siempre que no sean perfumes o cosmética). Pero te las devuelven allí, por lo que tenéis que preguntar al vendedor antes de comprar.

Propinas

En Estados Unidos es casi obligatorio dejar al camarero una propina equivalente al 20% del total de la cuenta. Esto ocurre en restaurantes convencionales (no en sitios de comida rápida). Nosotros dejábamos propina aunque no tanto como el 20%. Pero en muchos sitios cuando en una mesa hay más de 6 personas te lo cargan directamente a la cuenta, por lo que es de pago OBLIGATORIO.

Letra pequeña

En algunos restaurantes de Manhattan (especialmente algunos cercanos a Times Square) tienen un menú con todos los platos y sus precios, pero en la esquina inferior de las hojas en letra muy pequeña ponen algo así: Durante la noche estos precios se duplican. Por lo que mucho cuidado y leed atentos. Porque además de pagar el doble puede que os cobren directamente el 20% y os salga la cena a precio de oro.

Y os voy a contar un suceso que le ocurrió a un amigo que estuvo en Nueva York el año pasado. En su guía de viajes leyó que había un buen club de jazz junto a Times Square. Decidieron ir los tres una noche, entraron en el club, se pidieron un cocktail (13$) y disfrutaron del concierto. Pidieron la cuenta y les llegó una factura de 250$. Mi amigo lo primero que pensó es que les habían traído la factura del club entero. Cuando fue a reclamar les dijeron que: El precio de la entrada era de 50$ por persona, cada cocktail eran 13$ y eran mínimo dos consumiciones por lo que aunque no habían pedido dos se la cobraron directamente. Y no pudo hacer nada, tuvo que pagar los 250$, además lo hizo rápido para irse rápido y evitar que le pidieran también el 20% de propina.

Os cuento esto para que vayáis con cuidado, siempre leyendo la letra pequeña de todo. El turista en cualquier ciudad del mundo es un caramelito para los listos.

Seguro médico

Muchos piensan que el resto del mundo es como España. Pero se equivocan. Somos muy afortunados de nuestro sistema sanitario. En Estados Unidos el sistema sanitario es lamentable y te puede arruinar la vida. Aunque sólo vayas a estar una semana, da igual, te tienes que sacar un seguro médico para el viaje. Te puede costar (dependiendo de los días) unos 50 o 60 euros. Y te puede ahorrar muchos disgustos. No sabes lo que te puede pasar allí. Una apendicitis te puede costar el suelo de todo un año. O si alquilas un coche y tienes un accidente y ellos vean que no puedes pagar NO te atienden. Las facturas hospitalarias son millonarias.

Hay aseguradoras españolas que sí te cubren en el extranjero. Yo soy de Mapre Caja Salud y me dijeron que me dan hasta 90 días de cobertura en el extranjero por lo que no necesité sacármelo. Eso sí, si te pasa algo allí llama al número de emergencias que te facilita tu aseguradora y ve al hospital que ellos te digan porque no te cubre en todos.

Este año vuelvo a ir a Estados Unidos y estaré un mes por ahí (con alquiler de coche incluido) por lo que me expongo a más riesgos. He vuelto a hablar con Mapre y me han concretado que mi seguro me cubre hasta 12.000 euros en facturas hospitalarias sólo de urgencias. No me cubre cualquier medicina que me puedan mandar con receta ni cualquier otra prueba o tratamiento si no estoy a vida o muerte. Por lo que he decidido sacarme un seguro adicional. Todavía no lo he concretado pero en cuanto lo haga os lo diré.

Aprovecho para recomendaros el documental de Michael Moore llamado SICKO, que trata el tema del sistema sanitario estadounidense. Cómo las aseguradoras niegan a sus asegurados tratamientos o cómo los hospitales dejan morir a los que no pueden pagar las altas facturas.

Conclusiones y opinión

La ciudad me encantó, aunque la esperaba diferente. No era exactamente lo que había imaginado pero es espectacular. Tiene un poquito de todo y como decía antes miles de lugares que visitar. Hay que organizarse muy bien para poder verlo todo a tiempo ya que tengamos mucho o poco andaremos apurados. Si sólo vamos unos días, organizar todos y cada uno de ellos al milímetro es fundamental ya que puede ser la diferencia entre ver muchísimas cosas o quedarnos con mucho sin ver. Aún así, hay que partir de la idea de que la ciudad es enorme y tiene mucho que ofrecer. Creo que nos hará falta más de una visita o pasar una buena temporada en ella para conocerla bien, y aún así seguro que no dejará de sorprendernos con lugares recónditos que aún no habíamos descubierto. Yo quedé contentísima con la visita y pienso volver algún día.

Espero que esta pequeña guía os sirva de ayuda para planear vuestra visita, igual que a mi me sirvieron las recomendaciones de gente que estuvo allí =)